15. Fiesta en la playa.

439 53 597
                                    

Hi~ Casi me tuve que tomar una semana de licencia de todo porque cuando la vida se pone pesada, se pone pesadas pero con ganas, más, acá volvemos a la marcha queriendo que el evento se atrase lo menos posible, mil gracias por haberse tomado el tiempo para leer.

Se les quiere caleta.

—¡Ash, bájame! —La voz de Eiji se pierde en la brizna marina mientras que el rubio lo carga tal como lo haría con un saco de papas sobre el hombro—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Ash, bájame! —La voz de Eiji se pierde en la brizna marina mientras que el rubio lo carga tal como lo haría con un saco de papas sobre el hombro—. ¡Ash!

Eiji gimotea, se retuerce y patalea en el aire.

Es en vano.

Ash lo arrumba aún más a su hombro, lo está afirmando con una sola mano acomodada en la espalda de su uniforme, para reforzar el espíritu se les forzó a venir con alguna prenda de los equipos además de los trajes de baño por supuesto, no obstante, Eiji impresionó tomarse demasiado a pecho la tarea y apareció con sus clásicos pantaloncillos y su musculosa, ahora Ash lo tirará al mar demostrando lo incómodo que es su atuendo, al menos él vino con la chaqueta y unas muñequeras (por obvia razón).

—¿Listo para saludar a los peces, onii-chan? —Sus zapatillas tocan la costa, el agua le llega hasta los tobillos, su piel quema por el frío—. Probablemente te resienten por todos sus hermanos caídos por tu obsesión con el natto.

—¡Ash! —Se queja y es adorable—. ¡Tú también te los has comido!

—Obligado no es lo mismo. —Se defiende—. Dile "hola" a los peces por mí cuando estés en el fondo.

—¡No! —Chilla rogando piedad—. ¡Lamento haber dicho que esos podcast de Hemingway y Salinger eran aburridos! —Se vinieron en el bus escuchándolos juntos compartiendo audífonos y Eiji tuvo un descaro jodido para quedarse dormido, aun si fue lindo que se acostara en su hombro no lo perdona.

—¿Te arrepientes en serio? —Pregunta con suspicacia.

—Lo hago.

—¿Los volverías a escuchar? —Entonces, Eiji patea más fuerte que nunca en un intento por liberarse y ambos quedan tirados en el piso—. ¡Tramposo!

—Creo que eso responde tu pregunta. —El moreno le saca la lengua, tiene arena hasta en el cabello.

—¡Tú!

Ash le tira agua a la cara, Eiji se la devuelve y aunque ambos acaban de arruinar los uniformes nuevos (literalmente, recién los trajeron del taller) asegura que vale la pena poder ver a Eiji enterrado en la arena húmeda y suave, con las olas besando su piel y rompiendo en su espalda no con brutalidad ya que están dónde las algas se devuelven y se pueden desenterrar conchitas marinas, más, sí lo rodean con la fuerza suficiente para acercarlo a él, para empapar las puntas de sus mechones como si fueran gotas de rocío, para cristalizar su piel y hacer que sus ojos luzcan mucho más brillantes.

Es hermoso. Deslumbrante. Extraordinario.

Es Eiji siendo Eiji.

Vale la pena haber venido para ver esto, piensa.

Lover [Flufftober 2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora