산 14: Las redes de una bruja 산

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Pasado

Todos conocen un principio falso de esta historia. ¿Jeonghan y Seungcheol? ¿Seungkwan y Chan? No, nada de eso.

Todo comenzó un día de cielo despejado. Hacía tan buen día que las calles estaban repletas de gente. Dos mujeres se conocieron ese día en un grupo de costura del barrio, y a pesar de ser de clases sociales diferentes, enseguida se llevaron muy bien.

Su amistad se reforzó hasta el punto en el que invitaban a la otra a tomar el té en casa. Y fue en una de esas ocasiones que Choi Byeol un día le comento a su amiga, Boo Sumi, si quería trabajar para ella como cocinera.

Boo Sumi, quien había sido casada recientemente con un hombre no muy rico y que estaba esperando un hijo, se vio casi obligada a tomar el trabajo para conseguir más dinero.

Los primeros meses de Sumi en la casa fueron maravillosos, tenía mucha libertad a la hora de cocinar, los demás empleados eran amables, y la señora Choi Byeol no daba muchos problemas al estar esperando a su último hijo.

Todo cambio con la llegada del bebé Choi Seungcheol a la familia. Todos los otros Choi eran mayores, la mayoría de ellos casados, comprometidos o vivían fuera. La señora Byeol le daba toda su atención a su hijo y se había vuelto una mujer más reservada, exigente y mandona.

Meses después, fue Boo Sumi quien dio a luz a su primer hijo. No pudo trabajar algunos meses por culpa del cansancio físico y todos los cuidados que Seungkwan necesitaba, y a pesar de que Choi Byeol no estaba muy alegre con eso, ella le ofreció que Seungkwan se criara con ellos.

La señora Boo acepto enseguida, pero más tarde se enteró de que habría varias cosas que la otra mujer quería. Seungkwan podría vivir bajo un techo seguro, tener comida, agua caliente y estudios básicos, a cambio de que trabajara para ellos y le hiciera compañía a su hijo.

Boo Sumi no lo vio tan horrible, y acepto.

Los primeros años de vida de los más pequeños de la casa fueron tranquilos, hasta que se dieron cuenta de que no se llevaban precisamente bien y se insultaban, burlaban y pegaban al contrario.

Por suerte eso no duro mucho, Seungkwan resulto ser un joven bastante culto y reservado cuando se hizo mayor. Siempre agradecía todo lo que tenía y obedecía a cada cosa que se le decía. Prácticamente, era como una marioneta para la señora Choi, y Sumi no supo ver eso hasta que fue tarde.

"Seungkwan, tiende la ropa", "Seungkwan, ayuda a las cocineras a fregar", "Seungkwan, arréglame la cama", "Seungkwan, sal conmigo a hacer varias compras", "Seungkwan, supervisa los entrenamientos de Seungcheol y cuida que no se haga daño", "Seungkwan..."

Fue cuando Seungcheol y Seungkwan estaban en la etapa adolescente que paso algo que lo cambiaria todo.

Uno de los collares más caros que Choi Byeol poseía, había desaparecido.

Lo utilizo por última vez hacía unos días, en una fiesta de gala. Enseguida, todos los ojos se dirigieron hacia Boo Sumi, ya que ella era la única que podía pasearse libremente por la casa y quien tenía más confianza con la dueña de la casa.

Sin que sus hijos se enterasen para no armar escándalo, Byeol tuvo una charla seria con la que fue su amiga. La acuso de muchas cosas y le grito barbaridades mientras Sumi se quedaba callada y escuchaba hasta que la última palabra fue dicha.

Y ella solo se defendió con una corta frase.

- Las dos sabemos que yo no tengo motivos para robarte, Byeol.

Choi Byeol no la creyó en absoluto. Por lo que, para que su amiga tuviera un escarmiento por sus acciones, la mando a trabajar a la casa de unos amigos lejos, lejos de la ciudad. La separo de su hijo Seungkwan y no la dejaría volver a menos que le entregara lo que era suyo.

Sourest // BooChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora