Sourest // BooChan

산 19: El plan más descabellado 산

- ¿Estás bien?

Minghao subió la mirada del suelo cuando escucho la voz de otro chico hablándole. No conocía a ninguna de las personas que estaba allí, tampoco sabia que hacía allí o porque.

Tenía miedo, todo había sido tan repentino que le había costado de procesar. Estaba durmiendo en su cama después de haber tenido una agradable tarde con el chico que le gustaba, y de pronto ya se encontraba en una furgoneta camino a cualquier parte.

Incluso había perdido la noción del tiempo.

- S-Sí, lo estoy.- afirmo con inseguridad. Dentro de lo malo, no estaba tan mal.

El chico le sonrió.- Llevamos aquí unos días y te vi algo solo.- murmuro.- Soy Jeonghan.

- Minghao.- respondió.

El resto del día se lo paso hablando entre murmullo con Jeonghan. El chico le había explicado que estaba con su amigo Seungkwan cuando se los llevaron, que eran de la capital actual. 

Jeonghan le pregunto algunas cosas que no terminaba de entender al llevar poco tiempo. Minghao le explico que él llevaba allí más de un mes, o eso creía. Que de vez en cuando traían comida, pero que casi toda se la comían las mujeres embarazadas o las que estaban más débiles, y que para los hombres apenas quedaba.

También le explico que algunos guardias venían a veces para vigilarlos, pero que mayoritariamente se pasaban todo el día solos. Incluso le explico con voz queda que se llevaban a las embarazadas a otro lado.

- ¿Separan a la gente en cinta del grupo?- pregunto Seungkwan, preocupado. El chico era mucho más miedoso que Jeonghan, pero le había caído bien.

- Sí.- afirmo encogiéndose de hombros.

- Seguramente sea para hacer algo con los niños que nazcan.- concluyo Jihoon, quien había dicho ser un oficial militar de la capital actual.- Todo esto es para controlar a la población.

- ¿No hay... ninguna manera de escapar?- pregunto Seungkwan entre susurros.

Minghao estuvo a punto de responder, pero la puerta del lugar se abrió de golpe y todos en el interior dejaron de hablar. La gente se giró a mirar al guardia parado en la puerta.

El hombre se acercó a Minghao y lo agarro del brazo, tirando de él y llevándoselo. Minghao simplemente se dejó arrastrar por la sorpresa. Cuando estuvo fuera de la habitación simplemente se quedó en blanco.

- Minghao.- lo llamo el guardia, agarrándolo por los hombros.- Por dios, menos mal que te he encontrado. ¿Estás bien?

- ¿Jun...?- murmuro tras reaccionar.- ¿Q-Que haces aquí? ¿Trabajas para ellos?

- Me obligan.- corrigió con un suspiro.

Moon Junhui, el chico del cual Minghao estaba enamorado desde que era un crío. Ambos se criaron en el mismo barrio, pero sus historias no podían terminar juntas, ya que Minghao estaba comprometido con un hombre mayor a él por mucho desde que tenía ocho años.

Aun estando comprometido, Minghao se escapaba de su casa en las noches y tenía citas con Jun. Pasaban el rato caminando por las calles de la antigua capital y en algunas ocasiones, incluso se besaban.

Siempre estuvo resignado a que cuando se casara, dejaría de verlo. Pero ocurrió todo aquello de pronto y casi ya se había olvidado de la existencia de Jun.

- Vamos, tenemos que salir de aquí.- dijo de pronto el guardia.

- ¿Qué? Espera, no...- comenzó a negar, con miedo.