산 Extra 1: JeongCheol 산

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La casa se había quedado en silencio. Algunos se habían ido a casa, otros estaban durmiendo en el jardín o estaban en otra de las habitaciones de la casa.

Y cuando fue el momento correcto, Seungcheol se escaqueó de allí junto a su esposo y ambos terminaron en su habitación de matrimonio. Cuando Seungcheol cerro la puerta corredera y se giró para poder observar a su esposo, se sorprendió al notar los labios de Jeonghan ya sobre los suyos.

Ni siquiera se paró a pensar el oponer resistencia. Podía recordar perfectamente cuando conoció a Jeonghan por primera vez. Era tan tímido, que había veces que no sabía si era mejor callar a romper el silencio.

Era por eso que amaba que su esposo tomara la iniciativa en algunas cosas, que fuera atrevido con sus pensamientos y palabras, y que le hablara de manera informal.

Rodeo la cintura de Jeonghan y lo acerco más a él, besándolo con más profundidad. Pudo escuchar un gemido placentero de su esposo cuando hizo aquella acción, lo que encendió más la sed de Seungcheol.

Aún besándose, los dirigió a ambos hacia las sabanas de la cama, pero antes de siquiera poder pensar en recostar a Jeonghan allí, este separó a ambos.

- Espera.- murmuro, alejándose de Seungcheol y dirigiéndose hacia la puerta corredera que daba al jardín, abriéndola.- Así.

- ¿Por qué te gusta tanto que lo hagamos con la luz de la luna?- cuestiono con curiosidad, volviéndolo a rodear cuando Jeonghan volvió a acercarse a él.

Jeonghan rodeo el cuello de Seungcheol con sus brazos y dejo las bocas de ambos a escasos centímetros.- Porque... la luna está preciosa.

Cuando Seungcheol escucho decir aquello, no pudo evitar sonreír como un estúpido. Volvió a besar a Jeonghan, esta vez de una manera más delicada y profunda, queriendo decir con aquel beso que también lo amaba.

En uno de los momentos que se separaron para tomar aire, Jeonghan agarro una de las manos de Seungcheol y la dirigió hacia las cuerdas que estaban la parte delantera del hanbok, diciéndole de manera directa que quería que se lo quitara.

Seungcheol acato la orden que su prometido le dio. Deshizo el nudo con cuidado y amor, deslizando sus dedos lentamente por la piel lechosa de su esposo. Jeonghan lo miraba atentamente con unos ojos brillantes como estrellas.

Cuando la parte superior cayó al suelo, le siguió la parte inferior y después fue el turno de Seungcheol, quien también se dejó desvestir por su esposo.

Y cuando ambos estuvieron completamente desnudos, se tumbaron sobre las sabanas y se besaron mutuamente hasta que sus labios estuvieron rojos y sus cuerpos llenos de marcas de amor.

Jeonghan soltó pequeños gemidos tímidos cuando Seungcheol beso su cuello, cuando Seungcheol deslizo sus manos por toda su espalda, cuando Seungcheol le dijo al oído que lo quería, cuando Seungcheol le acaricio el cabello con ternura, cuando Seungcheol le hizo el amor a la luz de la luna otra vez.

Seungcheol por su parte, estaba en el cielo. Los ojos de su esposo brillando mientras lo observaba, mientras gemía su nombre. Las pequeñas manos de Jeonghan paseándose por toda su espalda y acariciándole las mejillas.

- Te amo.- aseguro al mismo tiempo que unía las frentes de ambos y se hundía hasta el fondo.- No podría vivir sin ti, Hannie. Eres lo más importante y lo mejor que me ha pasado en la vida. Mi Jeonghan, mi Hannie, mi esposo.

Jeonghan le sonrió, con algunas lágrimas en las esquinas de sus ojos. Le acaricio las mejillas a Seungcheol y le paseo las manos por todo el pelo mientras lo besaba.

- También te amo.- respondió en un susurro.- Eres mi mayor tesoro, la luz que me ha guiado y salvado. Me hace muy feliz poder llamarte esposo y que seas solo para mí, y me hace muy feliz que me hagas tuyo cada noche.

Seungcheol soltó una pequeña risa.- Me gusta cuando eres atrevido, Hannie.

Jeonghan se sonrojó, pero no pudo decir nada cuando Seungcheol llego a su punto más dulce y lo hizo ver las estrellas. Seungcheol le beso el cuello, llegando hasta el final y haciendo a ambos gemir por última vez.

Seungcheol se derrumbó sobre Jeonghan, tratando de no hacerle daño. Se abrazó a su pequeño cuerpo y enterró su nariz en el cuello de su prometido. Las manos de Jeonghan volvieron a viajar hasta el cabello de Seungcheol y dejo caricias en este.

- Hueles muy bien.- murmuro Seungcheol.- Nunca podría cansarme de esto.

- Y nunca lo harás.- aseguro Jeonghan.

- Eso sonó como una amenaza...- murmuro Seungcheol subiendo un poco su mirada y uniendo sus ojos con los de su esposo.- Me encanta.

Jeonghan soltó una pequeña risa, abrazando de vuelta a Seungcheol y enterrando su nariz entre sus cabellos. Ambos se acurrucaron más contra el contrario, sin dejar un milímetro de espacio entre ellos y sin dejar un milímetro de piel sin acariciar.

Y así, se quedaron dormidos.

Sourest // BooChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora