Hunter
—Así que te salió el tiro por la culata, ¿eh? —mi hermana menor no dejaba de burlarse de mí, luego de escuchar todo lo que Isla me había dicho en la mañana—. No te pases de listo con una mujer como Isla, porque no tienes ni la menor idea de toda la ventaja que te tiene. Una chica lista, inteligente y audaz no come cuento tan fácilmente de una cara bonita.
—Solo quería hacer una prueba.
—¿Y cómo te salió esa prueba? ¿De qué te querías dar de cuenta? ¿Acaso pensabas que Isla no era capaz de hacer su trabajo correctamente? Gracias a ella hemos conseguido proyectos muy importantes a lo largo de todos estos años, donde todos salimos beneficiados. Esa mujer no solo es preciosa, sino que tiene una cabeza brillante que sabe usar a su favor cuando le plazca. En lugar de ganarte su corazón, te estás ganando su odio. Pensé que eras más inteligente, hermanito, después de todo, la conoces mejor que yo, pero me doy cuenta de que no es así.
—No entiendo por qué tú y papá piensan que quiero ganarme su corazón.
—¿Y no es así? —inquirió, enarcando una ceja—. No trates de ocultar lo que es tan evidente, Hunter. En tu mirada se nota que esa mujer todavía te sigue fascinando, así me digas todo lo contrario a mí. Si de verdad quieres darte una oportunidad con ella y al fin poder tenerla entre tus brazos, haz las cosas bien y no sigas comportándote como un reverendo idiota. A Isla le gustan los hombres que sean igual de competentes que ella, que sepan a donde se dirigen y puedan darle una batalla con hechos y no con palabras. Eres muy capaz y lo sabes, pero no entiendo por qué llegaste con esta actitud. Papá te pidió ayuda temporal con la compañía, al menos mientras Isla termina de capacitarse.
—Ella no necesita capacitarse más para estar al frente de la compañía. Esa mujer puede lograrlo sola. No necesita de mí.
—Todos somos conscientes de que ella puede hacerlo sola, pero ¿todavía no has caído en cuenta del plan de nuestro padre y Bastián? —sonrió—. Ellos desean verlos juntos y no precisamente en una sociedad o simple amistad —miró su teléfono y se levantó del sofá—. Isla suele ir los martes a disfrutar de alguna bebida, por lo que, si tienes suerte y sales ahora mismo, te la puedes encontrar de mera casualidad. Pídele perdón y deja el orgullo y la prepotencia de lado, porque así nunca vas a llegar a ella. Aunque Isla sea difícil, terca, prepotente, orgullosa y de más cosas, da el paso tú.
Sonreí, levantándome a prisas y tomando mis cosas del escritorio.
—Gracias, hermanita —la despeiné, ganándome un insulto de su parte—. Tendré muy en cuenta tus consejos.
—¡Eso espero!
Salí de la oficina de mi padre hacia la de Isla, creando en mi mente todo un monologo que no fuese a sonar tan patético y poco creíble. Mi hermana tiene razón en todo lo que me dijo, estoy actuando como un reverendo idiota y yo no soy así. Siempre he sido un hombre muy recto, responsable y dedicado a mi trabajo, por lo que no entiendo por qué quise jugarle una pequeña broma sabiendo que tiene un carácter de los mil diablos.
Su indiferencia, que pase de mí como si no existiera y que huya de mí cada vez que nos encontramos por los pasillos de la compañía me estaban empezando a molestar. Me gusta cuando me reta con la mirada, escupe todo su veneno y me permite admirar esos ojos tan bonitos que tiene cuando están encendidos de furia. Esa mujer me vuelve loco con solo una mala mirada que me dedique.
Giré por el pasillo y, al verla, me devolví, escondiéndome detrás de la pared. Caminaba cual reina por su castillo, contoneando la cadera de una manera sutil, elegante y sensual mientras sus tacones resonaban con fuerza. Ese vestido tan ajustado hace que sus curvas se vean brutales y resalte todos sus atributos a la perfección.
Por mucho tiempo me cuestioné que se trataba de solo deseo sexual lo que sentía por ella, pero nueve años después, sigue alterando a mi corazón con su mera presencia. Isla sigue siendo mi amor platónico, tan lejana e inalcanzable.
—¿Dónde estás? —dijo una vez se puso el teléfono en la oreja—. Ya estoy saliendo de la oficina. Te espero en el mismo lugar de siempre, muero de ganas de verte.
¿Con quién se va a encontrar? Puede que sea con una amiga, pero a los amigos no le dices que mueres de ganas de verlos. Dakota me dijo que no tenía novio, aunque a veces solía verse con un hombre que ella no conocía e Isla hablaba muy poco de él.
La curiosidad de saber con quién se encontraría me llevó a seguirla. Sé que no estoy haciendo bien en seguir sus pasos y si me llega a descubrir sé que se enojará conmigo el doble, pero necesito saber quién es ese hombre con el que ella se está viendo y qué tipo de relación tienen. Si su corazón ya tiene dueño o está ligado al de otro, seguir en la compañía sería una pérdida de tiempo.
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Seducción[✓]
RomanceIsla está segura de que ella tomará la presidencia de industrias GolCop ahora que su padre y su socio han decidido retirarse definitivamente, pero ella no contaba con que Hunter, el hijo mayor de los Goldberg , regresaría al país como uno de los can...