14- Sr. y Sra. Goldberg

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Ocho horas de vuelo y diez días hospedados en el mismo piso de hotel no son cosas de otro mundo, ¿verdad? Vamos de viaje juntos por cuestiones de trabajo, no por gusto ni decisión propia. Si por mí fuera, estaría muy lejos de él y toda su presencia, porque no soporto estar cerca de él.

Discutir con mi padre y Henry no tenía caso alguno, por lo que no tuve más opción que aceptar a regañadientes y volver a mi apartamento a hacer mis maletas, así como dejarle las indicaciones a mi asistente para que se hiciera cargo de todos los pendientes que tenía mientras regresaba.

La noche fue larga e inquietante, fue muy poco lo que dormí realmente. No he podido dejar de pensar en todos esos días que voy a estar a solas con ese inútil bueno para nada, y más malestar e inquietud siento en el pecho.

¿Por qué tengo que tener tan mala suerte? Es como si el destino quisiera juntarme a juro con ese hombre que no tolero ni un poco. Desde que Hunter apareció mi mundo se puso patas arriba.

Llegué a la pista del aeropuerto, encontrándome con Hunter, quien hablaba y reía con el piloto del avión privado de la compañía. Nos saludamos por decencia, pero no hubo más palabras entre nosotros. Un vago "Buenos días" fue lo único que nos dijimos.

Durante el viaje nos mantuvimos cada uno por su lado, viendo por la ventanilla o simplemente ignorando la presencia del otro. Quería hacer de cuenta que no existía y que su presencia no provocaba nada en mí, pero bastaba con tomar una honda bocanada de aire para llenarme del aroma de su perfume y aumentar mi ansiedad.

Ambos estábamos cumpliendo con nuestra palabra, dejando en el olvido todo lo que sucedió entre nosotros. Aunque debo admitir que la indiferencia que estamos tomando es desagradable y me causa malestar.

Me quedé dormida en cierto punto, entre tanto pensar y recriminarme a mí misma por no tener clara la razón. Hunter es el culpable de que mi mente trabaje sin cesar noche y día, idealizando todo y nada entre nosotros.

—Isla —un suave toque en mi hombro me hizo remover.

Abrí los ojos y lo primero que vi fue esa mirada tan atractiva y flameante muy cerca de mí. Nos quedamos varios segundos mirándonos fijamente, aumentando la tensión que existe entre nosotros y despertando una oleada de sentires y emociones que no deberían de existir.

—Ya llegamos —susurró, y no pude evitar mirar sus labios.

—Gracias por avisarme —carraspeé, desviando la mirada hacia la ventanilla.

Se alejó de manera inmediata, soltando un suspiro que ignoré a toda costa. No dijo una palabra más, solo tomó su maleta y se bajó del avión, llevándose mi alteración consigo. Mi corazón latía muy de prisa, no me había dado cuenta sino hasta que él ya no estaba cerca de mí.


Me apresuré a salir de mi letargo y bajé del avión. Hunter se veía muy serio, como si estuviera molesto. Su silencio es algo brutal, porque siempre lo he escuchado hablar, así sea para sacarme de quicio y hacerme enojar. No sé si me molesta o me enfurece que se haya tomado a pecho mis palabras, es decir, de tanto que me ha molestado y me ha insistido, ¿cómo puede dejar de hablarme solo porque se lo pedí? ¿O acaso solo buscaba llegar a mí y más nada? 

Mi cabeza quiere explotar de tanto que pienso y pienso. Parezco una adolescente con las hormonas revueltas y las primeras experiencias con un hombre a flor de piel. He tenido novios y he estado con más de un hombre, entonces lo que viví con Hunter no debería alterarme como lo hace. Solo fue sexo lo que tuvimos, no es como que nos hayamos comprometido de por vida.

Tan pronto el auto se detuvo, me bajé de este y entré al hotel. No soporto estar un segundo más cerca de Hunter, todo de una manera que no logro comprender. Me acerqué a la recepción y le pedí la llave de mi habitación a la chica, pero ella me respondió que no había ninguna reservación a mi nombre. 

—Vuelve a revisa, quizás pasaste por alto mi nombre —le dije, señalando mi nombre en la identificación que se encontraba extendida en el recibidor. 

La chica volvió a revisar y negó, girando la pantalla del computador hacia mí. 

—Lo siento mucho, Srta. Cooper, pero no hay reservación a su nombre. ¿Está segura de que la hicieron? 

—Por supuesto que sí —saqué mi teléfono y marqué el número de mi asistente—. Déjame verificar. 

—De acuerdo —la chica sonrió de oreja a oreja y viré los ojos al sentir el aroma de Hunter detrás de mí—. Buen día, ¿se registró con anterioridad o ya tiene una reservación? 

—Buen día. Tengo una reservación a nombre de Hunter Goldberg. 

Me hice a un lado en lo que Nahia tomaba mi llamada y Hunter hablaba a gusto con la recepcionista. No cabe duda de que los hombres no pierden tiempo. 

—Srta. Cooper, ¿hay algún inconveniente?

—¿A nombre de quién dejaste la reservación? —pregunté—. La recepcionista me dice que no hay reservación a mi nombre. 

—Oh, bueno es que... 

—¿Sí?

—Lo que pasa es que su padre me dijo que ya había hecho la reservación, es por ello que no llamé al hotel. 

—Aquí está, una reservación para el Sr. y la Sra. Goldberg —en cuanto oí lo que dijo la recepcionista, la miré—. Oh, viene con su esposa. 

Miré a Hunter con el corazón en la mano y la sangre bombeando a mil en mis venas, deseando retorcer el cuello de mi padre y de Henry. Esos dos son unos... 

—Así es, he venido con mi esposa —sonrió, rodeando mi cintura con su brazo—. Eres mi esposa, ¿no es así, mi amor? 

—Por supuesto que no —traté de apartarme de él, pero me acercó aún más, sosteniéndome con firmeza—. Suéltame, Hunter. 

—No seas tan terca, cariño. Recuerda lo que dice mi madre, así estás enojada conmigo, nunca debemos acostarnos a dormir por separado y discutiendo —me tomó del mentón y acercó su boca a la mía, paralizándome por completo—. ¿No crees que tiene razón? A mí me parece que sí, por lo que no quiero dormir lejos de ti, cuando se siente tan cómodo y cálido dormir abrazado a ti. 

Si antes mi corazón se encontraba acelerado por su atrevimiento, que dijera esas palabras provocó que los latidos fuesen de una manera tan violenta que creí que en cualquier momento mi corazón se saldría de mi pecho. ¿Por qué me dice eso? ¿Por qué juega conmigo de esa manera tan vil y descarada? 


  




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