Maya.
―Así que espero que traigan sus disfraces de Halloween el lunes y su platillo terrorífico favorito para celebrar, chicos.
―¡Sí, señorita Maya! ―respondieron en coro mientras recogían sus mochilas y hablaban sobre lo genial que sería la fiesta de Halloween.
Realmente Halloween era el domingo, pero era una costumbre en Wonder Land celebrar la festividad con varias actividades así que no podía quitarle eso a los niños que tanto se esmeraban con la explicación de sus disfraces.
Suspiré algo cansada por el ajetreo de esta semana, la había pasado organizando junto al resto de maestras la fiesta de Halloween, reuniéndome con padres que tenían ciertas dudas sobre sus hijos, con algunos proveedores de la guardería y con la dueña del edificio ya que necesitaba que me firmara un permiso para arreglar uno de los aires acondicionados que había comenzado a gotear. Sí, agotador.
Una vez que todos los niños fueron entregados a sus padres fui a buscar a mi hija que estaba leyendo en la pequeña biblioteca una revista de su banda favorita, como no, ni siquiera sabía de dónde las sacaba, pero tenía una colección considerable sobre todos los artículos de Mask Off.
―Line, te he dicho que no me gusta que leas esas revistas ―dije sentándome a su lado, me miró con algo de culpabilidad brillando en sus lindos ojitos.
―Pero es que hablan sobre el próximo concierto de Mask Off, mami. ―Defendió con un puchero―. ¡Será el mejor concierto de la vida! ―Suspiró mirando la revista y trazando un corazón con el dedo sobre el rostro de Marco, contuve una sonrisa por su enamoramiento tan apasionado―. Y yo no podré verlo.
En ese momento capté la jugada.
Mi hija era muy lista.
―Hmm... es una pena, ¿no? ―respondí levantándome y apartando mi cabello del rostro para recoger algunos libros regados sobre las mesas, sonreí con disimulo cuando la pequeña pelinegra comenzó a perseguirme sacudiendo la revista encima de su cabeza.
―Pero mami, ¡Jaxon nos invitó!
Hice una mueca. Ese maldito hombre había ocupado mis pensamientos desde el día del ensayo. Estúpido Jaxon.
―... ¡y todas mis amigas irán!, ¡incluso Lochan irá!
―Lochan es sobrino de Jaxon. ―Hizo un puchero y cruzó los brazos.
―No es justo que todos puedan ir, menos yo ―murmuró, triste―. Incluso Jaxon te regaló las entradas, no tuviste que gastar dinero. ―Suspiró y se marchó a ver la revista nuevamente.
Las entradas al concierto habían llegado hacía dos días, las había dejado junto al resto del correo en la isla de la cocina y para cuando regresé Madeline tenía en sus manos el sobre blanco con el logo de la banda a color del que sacó dos entradas que la hicieron chillar. El concierto se llevaría a cabo mañana, el día de Halloween, y aunque había intentado hablar con Madeline explicándole por qué no sería una buena idea no conseguí convencerla por lo que llevaba enfurruñada desde entonces.
Cuando terminé de recoger los libros ambas salimos de la biblioteca, la pequeña pelinegra seguía sosteniendo la revista contra su pecho y lucía un ceño fruncido demasiado profundo para su edad lo que, teniendo en cuenta que hoy se quedaría a dormir en casa de mi hermana que era una de sus cosas favoritas en el mundo, era preocupante.
―¿No vas a hablarme, cariño? ―cuestioné una vez que estuvimos en el auto, sus ojitos se clavaron en mí a través del retrovisor.
―No entiendo por qué odias a Jaxon.
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Siempre fuimos nosotros.
Fiksi RemajaHay miles de errores que se pueden cometer en el mundo. Como dejar las llaves dentro de casa, dejar un grifo abierto, tal vez ponerse la camiseta al revés, derramar un vaso de agua en tu comida. Pero créanme, ninguno de esos es tan grave como el que...