Dos días antes del final del viaje.
Elena Landam:
__ No, no, no puede ser.
Esa voz quejándose comienza a perturbar mi sueño, pronto mi cerebro está completamente despierto de nuevo y aunque trato de mantener los ojos cerrados e ignorar el ruido que esta haciendo me es imposible.
__ ¿Dónde lo puse? Maldita sea.
Doy vueltas en el colchón, quedando boca abajo e intentando cubrir mi cabeza con la almohada, alejando los molestos sonidos de mi.
Es como si un huracán estuviera dentro de la habitación, desordenando y destrozando todo a su paso.
__ Lo olvide, ¿Cómo pude haberlo dejado?
Cuando me doy cuenta de que estoy fallando miserablemente en mi misión de dormir me siento sobre la cama, y mis ojos enfocan a Catalina, quien se encuentra revolviendo los cajones, su cama esta totalmente desarreglada, las almohadas y sábanas se encuentran en el piso.
__ ¿Qué pasa?
__ ¿Has visto mi celular? __ me pregunta y yo solo niego con la cabeza __ debí dejarlo en la empresa. Necesito comunicarme con el señor Aguayo para darle informes del recorrido de hoy.
__ ¿Te presto el mío?
__ Los empresarios no contestan llamadas a números que no conocen __ me dice.
Me pasa por amable.
Ella continúa revolviendo todo, pero en algún punto parece rendirse y se deja caer sobre la cama, tan sólo un par de segundos, porque entonces la veo buscar entre sus cosas un abrigo y colocarselo.
__ ¿Podrías llamar un taxi por mi?
Asiento.
Pero la hora en mi reloj, son casi las nueve de la noche. No sé qué tan seguro es que salga a esta hora, sola, en un taxi y sin celular ni ninguna otra manera de comunicarse.
No me agrada Catalina en absoluto, pero eso no quita que cierta preocupación venga a mi y no me sienta capaz de dejarla irse sola e incomunicada.
__ ¿Te acompañó?
Catalina me mira confundida, creo que yo misma no se porque me he ofrecido a ir con ella. Pero sigue pareciéndome más seguro de esa forma.
__ ¿Quieres acompañarme?
__ ¿Quieres que te acompañe?
De las dos no se cual es más orgullosa, aunque Catalina tiene la ceja arqueada, parece que realmente está esperando que me le ponga de rodillas y le ruegue que me deje ir con ella.
Lo que claramente nunca va a pasar.
__ Supongo que si te ofreces, esta bien.
__ Ya que insistes.
Ella sonríe. Yo permanezco sería.
No somos amigas, no vamos a serlo.
No significa que no pueda tener una convivencia sana con ella.
Me encargo de pedir el taxi, y mientras esperamos me coloco yo también un suéter, la noche parece algo fría y estoy en pijama. ¿Realmente saldré a la calle así?
Pero ni tiempo tengo de cambiarme, y Catalina parece que tampoco. Ambas tenemos largos pantalones de tela y una gran sudadera arriba, calcetines y un par de chanclas. Si hasta parece que nos hemos puesto de acuerdo.
Lo único que logro hacer antes de quitarnos del hotel es avisarle a Rebeca de la situación, al menos para que ella esté al pendiente de cualquier situación o inconveniente que pueda surgir con los estudiantes.
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Entendido, Profesora 2: EL INTERCAMBIO (TERMINADA)
Cerita PendekSegunda parte de "Entendido, Profesora". En la universidad y después de el tiempo juntas la relación de Angela y Elena está más fuerte que nunca. Hasta que aquel intercambio fue anunciado, hasta que aquella joven extranjera llegó a la ciudad. La c...