Capítulo 36.

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Narra ¿?

Una desgracia no viene sola.

Eso es lo que mamá siempre nos enseño desde que eramos unos pequeños polluelos saliendo del cascarón y enfrentando la ruda realidad a las que nos habían traído sin siquiera preguntarnoslo.

Había tenido oportunidad de comprobarlo muchas veces, pero no esperaba que precisamente aquel día tuviera que tener que recordar la lección.

El viaje fue largo, y fue el primer autobús que tomé en muchos años, yo era muy diferente a mis hermanos. Yo sí me quedé en casa, y ayude a mamá y a papá en todo, yo tengo un amor profundo por los animales, estar cerca de ellos, cuidarlos y amarlos cada día, esa es mi vida.

El viento, las plantas, el campo. Jamás me llamó la atención la ciudad, si en el campo la vida era bastante tranquila. Había paz y silencio, mis favoritos.

Pero fechas importantes se acercaban y toda la familia tenia que estar presente, papá atraso la fecha del viaje tanto como pudo porque sabía que a mi estar dentro de un autobús tanto tiempo me daba ganas de vomitar. Pero finalmente fue inevitable tener que hacer el viaje.

Y así llegamos a la ciudad.

Mi padre y mis dos hermanos, Ediel y Edgar, nos gemelos traviesos con el cabello igual de oscuro que el de todos pero los ojos tan claros como mi madre. Ellos corren al rededor de nosotros mientras avanzamos hacia la parte de afuera, donde se supone que los taxis deberían de estar haciendo fila para que quienes llegamos podamos ser llevados a casa.

Pero la gente que esperaba era demasiada, la fila daba la vuelta a la esquina y los taxis parecían ser insuficientes.

Comienzo a inpacientarme cuando han pasado cerca de dos horas y nosotros seguimos parados como chile esperando.

__ Eli __ Ediel hala de la tela de mi pantalón, el esta sentado en el piso con las piernas en forma de indio, tiene su pequeño sombrero sobre la cabeza __ ¿Falta mucho?

Observo la gente que esta delante de nosotros.

__ Ya casi.

__ Ella miente, he calculado los tiempos. Y estaremos aquí al menos media hora más según el flujo de personas hasta ahora.

Edgar habla sentado en la misma posición que su hermano.

__ ¿Ah sí, sabelotodo? __ el asiente.

__ Estadística, es sencillo.

Ruedo los ojos.

Por eso es el favorito de mi hermana, Edgar es el hijo más listo de todos. Y curiosamente, también el más pequeño, aunque claro, la diferencia entre el y Ediel es de dos minutos. Pero dos minutos son dos minutos.

__ Tranquilos, niños, pronto llegaremos a casa y podremos descansar __ mi papá dice eso mientras peina su bigote con los dedos.

Es un gran bigote.

__ Tres personas __ el taxista nos dice cuando por fin llega nuestro turno.

__ ¿Cómo? Pero somos cuatro.

__ Aquí solo dan tres, o suben o esperan uno más grande.

Pero ya hemos esperado suficiente, mis pobres niños están cansados del viaje, y mueren de hambre. Mi padre es demasiado mayor como para seguir aquí parado bajo el sol más tiempo.

__ Vayan __ les digo.

__ Pero, hija...

__ Esperare, no pasa nada __ mi padre me abraza y deja un beso en mi cien, mis hermanitos también se despiden de mi.

Entendido, Profesora 2: EL INTERCAMBIO (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora