Me arrepiento al instante y decido voltear para ver su expresión. Su sonrisa es tan brillante que me abruma, y tengo el presentimiento de que está a punto de correr hacia mí y abrazarme, pero no tarda en disimular su emoción y carraspea un par de veces, mirando el suelo. ¿Por qué está tan feliz? Quizás esta situación hubiera sucedido con más naturalidad hace algunos meses, cuando aún estaba entre mis planes el ser cercano a Sunghoon. Definitivamente se lo hubiera preguntado en un tono tranquilo, amigable, pero ahora lo he dicho con el temor resbalando entre mis palabras. Solamente lo hago para confirmar lo que sospecho, no hay otra razón.
No hay otra razón.
—Sí, sí. Por supuesto, ¿a qué hora estás libre? Podríamos salir a cenar, conozco un buen restaurante de sushi que no está tan lejos de aqui. Te gusta el sushi, ¿verdad? —Se da cuenta de que lo está haciendo de nuevo y vuelve a avergonzarse, empezando a reír— Olvídalo, haremos lo que tú quieras. Olvida lo que dije.
—En realidad —Empiezo yo, sonriendo, empezando con mi actuación. Espero estar siendo lo suficientemente convincente para que él no sospeche. Mi objetivo es que parezca que realmente quiero ser su amigo, no que quiero comprobar que es un vampiro. —Esperaba que estuvieras libre cuando mis clases terminen. Salgamos durante la tarde, hay una heladería que abrieron hace poco, y pensé que sería buena idea llevarte algún día. He notado que últimamente llenas la nevera con helado de chocolate, ¿qué te parece ir allá mañana?
Su rostro es un completo espectáculo, tan confuso y ridículo que estoy a punto de reír, pero aprieto los labios y contengo la carcajada. No puedo burlarme de él, no puedo provocarlo. Parece complacido ante mi invitación, ante mi pequeña observación sobre el helado. Parece que disfruta de recibir mi atención, hecho que no entiendo en absoluto, pero que solamente hará las cosas más fáciles. Apenas reciba una señal, una confirmación certera, no esperaré para mudarme y alejarme lo más pronto posible de Sunghoon. Solo necesito esperar.
Esperar.
Su sonrisa tiembla, y sus ojos están demasiado abiertos. Quiere aceptar, pero a la vez lo duda, lo considera varias veces dentro de su cabeza. Durante las últimas semanas, el sol ha caído sobre la ciudad con tanta intensidad que resultaría molesto incluso para el amante más leal de los climas cálidos, y Sunghoon apenas ha salido de su habitación durante el día. No es suficiente como para considerarlo una prueba, pero puedo aprovechar la situación. Tal vez la realidad es igual que la ficción y los vampiros se convierten en polvo con el contacto de la luz solar, o tal vez me he vuelto loco y me estoy dejando manipular por pensamientos ridículos. Su respuesta tarda en llegar y empiezo a sentirme impaciente, pero de repente su rostro deja de dudar. Ahora parece seguro, comprometido con su decisión.
—Suena bien, puedo ir a recogerte si quieres. ¿A qué hora terminan tus clases, Sunoo?
Es mi sonrisa la que empieza a retorcerse. Ha aceptado, no hay marcha atrás, no hay escapatoria. Es demasiado tarde para empezar a arrepentirse, entonces solo río, con fingida complacencia. Asiento con la cabeza y parpadeo demasiado rápido, como si intentara no llorar. Carraspeo con fuerza, esforzándome por no mirarlo a los ojos.
—Estaré libre desde las cuatro. Ya sabes dónde estudio, ¿verdad? Puedes recogerme... a las cuatro.
Mi voz se apaga, como si algo empezara a llevarse mi energia. De repente, me siento exhausto, y el dolor en el cuello regresa como un recordatorio de lo que está sucediendo. No quiero volver a dormir, no quiero volver a soñar con él, pero mis ojos se cierran por cuenta propia. Suelto un bostezo poco disimulado y Sunghoon ríe por lo bajo. Intento devolverle la sonrisa, y nuevamente doy media vuelta, enfrentando la puerta de mi habitación.
—Descansa, Sunoo.
—Buenas noches, Sunghoon.
Cuando vuelvo a mi cama, tengo la sensación de que él sigue mirándome aunque he cerrado la puerta. Con seguro.
Cierro los ojos.
No quiero dormir.
Escucho pasos afuera de la habitación. Sunghoon ha vuelto a sentarse frente a la pantalla de su laptop. Definitivamente no dormirá.
Estoy muerto.
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He's clearly a vampire || Sungsun
Fanfiction"Finalmente, Sunghoon. Pruébalo, prueba que eres un monstruo." Kim Sunoo está convencido de que su compañero de piso, Park Sunghoon, es un vampiro. La palidez enfermiza, la agilidad en la oscuridad y el gusto por la sangre son solo algunas de las ra...