He's clearly a vampire || Sungsun

06: He's skeptical

—¿Qué tal si...—Sunghoon también se esfuerza por contener la risa. Siento que todos se están burlando de mi hoy. Tal vez deberia tomar en cuenta las palabras de Jake y convertirme en un caza-vampiros, porque las ganas de matar a Sunghoon en este mismo momento hacen que las manos me tiemblen —Pagamos ambos? Mitad y mitad, ¿qué te parece?

—No. 70% y 30%. Es mi última oferta, o volveré al apartamento a comer los restos de tu helado de chocolate barato— Me asusta por un momento haberlo dicho con un tono demasiado aspero, pero ese sentimiento desaparece con rapidez y es reemplazado por una repentina humillación.

Sunghoon y la dueña ahora se están riendo de mi

—Acepto tu oferta, pero solamente si yo soy quien paga el 70%.

—Eres increiblemente testarudo. Me molesta.

—Me gustaría una porción de pastel de chocolate, por favor—le dice a la mujer—Y una copa de helado de chocolate, con crema. ¿Qué pedirás tú, Sunoo?

—Un helado de vainilla.

—Eso es todo?

—Si, eso es todo.

No protesta, pero puedo sentir que desea desesperadamente que yo también pida alguno de los postres exhibidos frente a nosotros. La mujer también me mira expectante. Puedo entenderlo de la dueña, quiere más dinero, eso es obvio, pero Sunghoon empieza a asfixiarme, Seguirá asechandome si no hago algo, y probablemente no podrá dormir esta noche pensando en que lo que pedi no fue suficiente. Estoy cansado.

—Podemos compartir tu pastel asqueroso. ¿Si? No es necesario que compres otra cosa. Y deja de mirarme asi, por Dios, pareces un perra. Un perro triste. Estoy harto.

Escucho una risita aireada cuando escapo hasta uno de los asientos junto a la ventana, y no sé bien si la risa le pertenece a Sunghoon o a la mujer. Me aprieto el brazo, como intentando contener las ganas de salir corriendo de la heladería antes de que las cosas se vuelvan peores, Sunghoon se sienta frente a mí. Él también intenta contenerse. lo más seguro es que quiera burlarse de ml, pero le parezca inapropiado hacerlo. Sinceramente, me gustaría que lo haga. Me he vuelto inmune a cualquier clase de burla hoy, no me afectará.

Estoy frunciendo el ceño, he estado haciéndolo por un largo tiempo, pero Sunghoon se regocija sobre el asiento aterciopelado. Le encanta la situación, lo está disfrutando tanto que crea que está a punto de llorar. Nunca he visto a Sunghoon llorar. Ni siquiera sé si los vampiros pueden llorar, a si tienen sentimientos. La mayoría del tiempo pienso que es una criatura falsa e insensible, y que merece un premio dorado a la mejor actuación.

Es demasiado bueno fingiendo que se preocupa por mí.

Sin abandonar ese aire complacido, corta el fino silencio:

—¿Por qué querías salir conmigo hoy, Sunoo?

Suena extrañamente serio de repente, incluso me asusta un poco, pero me tranquiliza el hecho de que sigue sonriendo. Mis manos empiezan a deformarse bajo la mesa, a moverse como gusanos. Estoy nervioso. Olvidé por un segundo que él podría matarme en cualquier momento, me dejé llevar y le grité. Le grité a Sunghoon. Dios. Va a matarme hoy en la noche, estoy seguro.

—No lo se. No hemos hablado mucho últimamente. Bueno, en realidad nunca hemos hablado mucho, y vivimos juntos. Entonces pensé... pensé...—Me muerdo la lengua y él levanta una ceja. Lo esta haciendo de nuevo: Burlándose descaradamente de la presa. Quiero llorar.

—No lo tomes a mal, me alegra que me hayas invitado, pero es... extraño.—se cruza de brazos sobre la mesa, como hablando para si mismo. Sus ojos descienden, decaídos. Trago saliva inconscientemente— Creí que me odiabas un poco, siendo sincero.

—No te odio.—respondo rápido, demasiado rápido. Me quedo en silencio por un momento. No te odio, le temo a la posibilidad de que me muerdas el cuello mientras duermo. Carraspeo.— No te odio, Sunghoon, solamente... me intimidas un poco.

Parece confundido. Su boca se tuerce y deja de sonreir.

—¿Te intimido?

—Si, solo un poco.

Frunce el entreceja y vuelve a bajar la mirada.

—¿Por qué?

—No lo sé, ¿bien? No lo sé—Le respondo. quizás con demasiada intensidad. No puedo ser sincero, no puedo decirlo directamente. Si le digo que sé su secreto, esa probablemente será una nueva razón para matarme. Deberia dejar de pensar que me matará, al menos hasta que acabe la cita, pero no puedo evitarlo. Me mira dudoso, como si supiera que miento. Me encojo sobre el asiento.

—Lo siento.—murmura.

Ahora quien lo mira con las cejas fruncidas soy yo.

—¿Por qué te estás disculpando?

—Es mi culpa, ¿no? Debí hacer algo, algo. para que te sientas asi. Seguramente hice algo estúpido y ni siquiera me di cuenta de que lo hice. Lo hago todo el tiempo, hago cosas estúpidas. Lo siento, no volveré a hacerlo. Lo prometo, lo que sea que haya hecho... No lo volveré a hacer.