31: He's kissing me (yes, on the lips)

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Probablemente me empezó a gustar desde que lo vi con el rostro sudado, una enorme sonrisa y cargando tres cajas al mismo tiempo.

Convencerme de que fingía amabilidad cada vez que se mostraba lindo conmigo era un torpe mecanismo de auto-defensa para que me dejara de gustar. Ignorarlo por completo hasta que no lo soporté más. Investigarlo probablemente fue otra débil auto-mentira, porque me costaba demasiado aceptar que en el fondo en serio quería pasar más tiempo con él. Las incesantes pesadillas y mi comportamiento excesivamente precavido... Me siento tan estúpido en este momento.

No me importa si Sunghoon es un vampiro. No me importa lo que él sea, porque es muy tarde para echarme hacia atrás.

Ya me enamoré de él, y ya soy capaz de admitirlo en voz alta.

Huir de Sunghoon, y huir de mí mismo...

Tengo que dejar de huir, tengo que enfrentarlo.

—Dios —empieza a maldecir en voz baja y se remueve el cabello una y otra vez. Tiene la mente hecha un lío, eso está claro. Recoge el paraguas de suelo y vuelve a cubrirnos a ambos—. ¿Estás consciente de lo que dices, Sunoo? Te estoy dando la oportunidad de escapar. Siempre has sido cuidadoso conmigo, seguramente esto es lo que querías.

—Sí, es verdad. Es lo que quería —doy un paso hacia él, agradeciendo que no se aleja de mí—. Pero no es lo que quiero ahora, Sunghoon.

—¿Qué es lo que quieres ahora, entonces?

—Te quiero a ti.

Todo a nuestro alrededor se ralentiza. Veo en cámara lenta la sorpresa impregnada en su rostro, el momento exacto en el que decide que él tampoco puede soportarlo más. Es la situación que ambos hemos estado esperando por demasiado tiempo, él más consciente de esto que yo. Siento que nunca antes me había dejado llevar únicamente por mis impulsos, es el primer momento en el que no soy consciente de mis acciones. No pienso antes de actuar, no sé lo que diré hasta que las palabras ya salen de mi boca, pero también sé que es la primera vez que soy tan honesto conmigo mismo, tan sincero con Sunghoon.

Su mano izquierda termina sobre mi mejilla. Está fría, pero no quiero que la quite. Su pulgar limpia cada lágrima que brota de mis ojos. Abro un poco mis labios. Quiero disculparme, quiero decirle con exactitud lo que siento por él, quiero soltarle tantas cosas que no estoy seguro de tener el tiempo suficiente como para decirlas, pero antes de poder soltar una sola palabra, me interrumpen los labios de Sunghoon. Están secos, y se mueven con tanta delicadeza sobre los míos, como si estuvieran esperando alguna clase de confirmación de mi parte para aumentar la velocidad. Aunque quedo pasmado en un inicio, lo beso también con frenesí. Lo abrazo por el cuello y lo acerco más, pues quiero sentir cada parte de Sunghoon ahora que por fin puedo tocarlo sin empezar a temblar.

—Sunoo —susurra, aún sobre mis labios, cuando se aleja. Tiene los ojos cerrados y el ceño fruncido—. No, no, no —con sus manos en mi pecho, me da un pequeño empujón. Yo apenas puedo reaccionar cuando él ya se encuentra a más de dos metros de distancia—. Esto no está bien, no está bien.

—Sunghoon.

—Me iré al apartamento. Me iré ahora, antes de que las cosas se pongan peores —me obliga a coger el paraguas y continúa alejándose—. No regreses aún, dame... Dame un poco de tiempo, pero tampoco tardes demasiado —continúa caminando calle abajo con pasos dudosos, deteniéndose cada tanto para decirme algo más— ¡Y, por favor, no intentes entrar a mi habitación! ¡Hablaremos en la mañana, no antes, no después!

Su andar adquiere más seguridad, completamente decidido a alejarse de mí. Desaparece tras una esquina, haciendo salpicar charcos de agua a su paso. Considero seriamente salir corriendo tras él, pero mis piernas no responden. Tengo los brazos dormidos, apenas lo suficientemente conscientes como para seguir agarrando el paraguas, y los labios entumecidos. Me cuesta creer lo que acaba de pasar. Acabo de besar a Sunghoon.

No.

Él me besó a mí.

Avanzo un paso, lento, pero confiado.

¿Cómo alguien con la piel tan fría y los labios tan ásperos puede dar un beso tan cálido?

Escucho la bocina de un auto repetidas veces algunos metros atrás. El auto de Jake se detiene junto la acera del frente. Jake baja la ventanilla desde el asiento de copiloto y se apoya sacando los brazos fuera del auto. Alcanzo a ver a Jungwon, sonriéndome, por sobre su hombro.

—¡Sin ofender, Sunoo, pero no confío en el vampiro! —grita. Nos separan unos seis metros. Las pocas personas entrometidas que se quedaron a ver mi show con Sunghoon se quedan heladas al escucharlo. A Jake no parece importarle— ¡Quería asegurarme de que no te mate en medio de la calle!

Jungwon también se asoma por la ventanilla.

—¿Quieres que te llevemos, Sunoo?

Cierro el paraguas lo más rápido que puedo y corro sin mirar al otro lado de la calle. Abro la puerta y me adentro en el auto casi saltando sobre el asiento. Jungwon ya está acelerando de nuevo cuando cierro la puerta. Tiene una sonrisa boba en el rostro, y Jake no es capaz de esconder su molestia bajo esos ojos hinchados.

—¿Por qué dicen que Sunghoon es un vampiro? —pregunta Jungwon girando a la derecha— Sé que es una broma, pero no lo entiendo.

—Sunghoon tiene dientes de vampiro —aventura Jake. Presiento que ya tenía esta excusa armada en su cabeza, esperando a que Jungwon pregunte—. Ya sabes, tiene los caninos demasiado prominentes, como un primate. Por eso le decimos así, ¿cierto, Sunoo?

—Sí.

—Deberíamos regalarle una limada de dientes para su cumpleaños, ¿no crees?

—Sí.

Jake habla tan naturalmente y mira a Jungwon directo a los ojos, que es imposible notar que está mintiendo. Jungwon nos mira a ambos por el espejo retrovisor y empieza a reír por lo bajo. Yo permanezco en silencio. Si digo algo, lo arruinaré, aunque tampoco pienso que él nos crea si suelto por accidente que Sunghoon es realmente un vampiro.

—Oh, ¡oh! Eso es divertido —responde, girando ahora a la izquierda en la siguiente intersección— Entonces, ¿acabas de besar a un vampiro, Sunoo?

Dudo por un momento.

Sí.

Jungwon vuelve a reír, esta vez un poco más fuerte.

—Hay una novela que se llama El beso del vampiro, ¿no, Jake? —se enjuga unas falsas lágrimas— Dios, esto en serio es divertido.

Jake se encoge en el asiento, formulando con sus labios un Lo siento cuando me mira de reojo. Es imposible que yo pueda sonrojarme más, y me limito a deslizarme a un lado del asiento para salir del campo visual de Jungwon.

—Y una película, sí —responde Jake, sin encontrarle la gracia.

El resto del camino lo llevamos en silencio, a veces acompañado por las risillas silenciosas de Jungwon. Solo observo la ventana, las gotas de lluvia que caen, intentando pensar con claridad lo qué le diré a Sunghoon cuando lo vea.

Mi mente está en blanco.

He's clearly a vampire || SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora