He's clearly a vampire || Sungsun

36: He's clearly a vampire (and I'm in love with him)

—¿Cuántas últimas cosas quedan, Sun? —su cabeza asciende hasta terminar recostada sobre mi hombro. Escucharlo susurrar mi nombre contra mi piel me da otro escalofrío— El vino me está dejando somnoliento.

—Vino, sí, claro —me burlo, empujándolo con suavidad—. Deja de mentir. Ya sé la verdad.

Se ríe, indicándome con un movimiento de cabeza que puedo continuar.

—Hay algo que no podré sacarme de la cabeza hasta que lo hagas. Es... algo muy extraño, pero quiero hacerlo —su sonrisa se desvanece al verme hablar tan en serio—. ¿Puedes hacerme un favor, Sunghoon?

—Mientras no sea nada estúpido, por supuesto.

—Define "estúpido".

—Que me pidas que te muerda en el cuello para averiguar si te convertirás en un vampiro o no —está bromeando, se ríe por lo bajo, pero deja de hacerlo al ver que su broma no me causa gracia. Carraspeo.

—Dijiste el cuello, así que mi petición no es estúpida, después de todo —me subo la manga del abrigo, alzando mi brazo desnudo frente a él. Sunghoon traga saliva—. Muérdeme, Sunghoon. No dejaré de darle vueltas al asunto si no lo haces.

Reacciona completamente diferente a lo que esperaba. Creí que se enojaría, que me haría a un lado como hace una semana, que se negaría por completo apenas mencionara la palabra morder, pero, en cambio, vuelve a sonrojarse violentamente y se aleja un poco, apartando la mirada. Agarra mi brazo con ambas manos, mirándolo sin estar convencido. Levanta la mirada y me observa, tan intensamente que siento que está mirando directo a mi alma.

—¿Puedo decirte algo antes de hacerlo? Está bien si cambias de opinión cuando te lo diga.

—Adelante.

—Había una leyenda en ese otro mundo que mencioné. Era un cuento que mi madre me contaba antes de dormir cuando era niño, a mi hermana y a mí. Decía que en ese lugar habían casos en los que un vampiro se enamoraba de un humano. Eso era visto como una de las mayores aberraciones por parte de la sociedad, y era castigado severamente. El vampiro era exiliado y el humano era calcinado con vida.

—Ese es un cuento para dormir bastante oscuro —intento mantener la calma al tener a Sunghoon frente a mí, mirando mi brazo como si lo estuviera analizando.

—En lugar de aceptar ese destino, ambos amantes decidían hacer un pacto de sangre, jurando que se encontrarían en su siguiente vida y que volverían a amarse en una situación más conveniente. El humano le ofrecía su cuerpo en sacrificio, y el vampiro lo marcaba hasta saciar su sed (comúnmente iniciando por los brazos), y luego ambos se suicidaban.

—Mierda, ¿cuántos años tenían cuando su madre les contaba eso? Mi mamá solía leerme Caperucita Roja antes de dormir.

—Ese no es el punto —cierra los ojos, aguantando un suspiro—. No creo que sea real, creo que era un invento de mi madre para que Yein y yo no nos acomplejemos si llegábamos a enamorarnos de algún humano, pero —acerca el rostro al mío y vuelve a abrir los ojos— me gustaría creer que es real. ¿Aún quieres hacerlo?

—¿Estaríamos haciendo un pacto de sangre? —asiente con la cabeza— ¿Amarnos hasta el fin de nuestros días y encontrarnos en nuestra siguiente vida? —vuelve a asentir, dos veces— Es un poco... demasiado —sus hombros, alzados por la emoción del momento, comienzan a descender con decepción. Yo acerco aún más mi brazo a su boca, prácticamente pegando sus labios sobre mi piel—, pero aún quiero hacerlo. Hazlo, Sunghoon. Quiero que lo hagas.

Un poco más calmado, abre la boca. No es tan aterrador como lo imaginé, no es una serpiente a punto de engullir a un ratón. Es Sunghoon, no es un monstruo. Debo admitir que sí me asusta un poco verlo acercar cada vez más sus colmillos, pero no me alejo. Cierro los ojos, tal y como en mis pesadillas, esperando con ansias la mordida. Esta vez no es una mordida que me matará, es una mordida que sellará mi destino junto a Sunghoon.