30: He's screaming and I'm (still) crying

259 50 0
                                    

—¡Sunghoon! —grito su nombre a pesar de encontrarme cerca de él.

No le doy tiempo para detenerse, me abalanzo sobre él y lo abrazo por la espalda. Lo estoy apretando con demasiada fuerza, aprisionándolo con mis brazos. No hay forma de que huya sin tener que arrastrarme por la calle, porque yo no pienso soltarlo.

—Sunoo —se remueve entre mis brazos—. Suéltame.

—Tú eres el idiota que vino hasta aquí en medio de la lluvia. Hazte responsable.

—Suéltame, Sunoo. En serio.

—No quiero, no lo haré.

—Sunoo.

—Dijiste que actuaríamos como si no hubiera sucedido nada, ¿cierto? ¿Esto es actuar como si nada? ¿Ignorarme y darme las sobras de la cena?

—Suéltame, las personas van a malinterpretarlo... —continuó removiéndose, mirando hacia ambos lados. Presiono mi rostro contra su espalda. Estoy cansado de todo.

Casi advierto como mis sentimientos (mis verdaderos sentimientos) florecen en mi pecho, como los capullos de una emoción que me costó demasiado aceptar se están convirtiéndolo en hermosas florecillas al tiempo que entrelazo mis propios dedos entre sí, encarcelando a Sunghoon. Suelta un suspiro de rendición.

—No me importa, Sunghoon. ¿Eso es lo único en lo que piensas en esta situación? —escuchar mi propia voz me hace notar que estoy llorando. Sunghoon deja caer el paraguas, y ahora es difícil discernir mis lágrimas de la lluvia— ¿Podemos hablar?

—Estamos hablando.

—¿Podemos hablar de verdad?

—¿Crees que esto es difícil solamente para ti, Sunoo? He estado esperando por este momento desde que te conocí. He querido que seamos unidos desde el primer día que te vi, en la puerta del apartamento. Consideré un millón de veces mudarme cuando me empezaste a ignorar campalmente tras dos semanas de conocernos, porque no podía aguantar ser invisible para ti —resopla, y suena como una risa tan amarga que lo siento como un disparo en el estómago. Aflojo mi agarre de forma inconsciente y Sunghoon aprovecha esto al segundo, dando un paso rápido al frente—. No sabes lo feliz que me sentí cuando me invitaste a salir de la nada, cuando empezamos a pasar tiempo juntos... Dios, solo confirmé algo que ya tenía muy claro desde el inicio, pero después de lo que sucedió el otro día... Todo esto está mal, Sunoo. Era más fácil cuando me ignorabas, era más seguro —ladea la cabeza hacia un lado y se pasa los dedos por el cabello, hasta dejar la mano en la nuca—. Creo que lo mejor sería que me mude.

¿Por qué? ¿Por qué tan de repente? —sollozo. Sunghoon tenía razón: las personas están empezando a mirarnos— Al menos podrías explicarme, ¿no crees? Merezco una explicación.

—Estás mejor sin saberlo.

—No quiero saber eso, Sunghoon. No eso específicamente —comienzo a desesperarme. Es complicado respirar con normalidad, es complicado controlar mis manos. Solo quiero que Sunghoon deje de decir estupideces—. Quiero que me digas por qué cambiaste de repente, por qué cambiaste de parecer.

—Podría preguntarme lo mismo, ¿no crees? —ahora su tono es brusco. Evidentemente lo provoqué, pues ahora es innegable que está enojado. Se acerca a mí, y su rostro es una mueca furiosa que se tensa más con cada segundo. Retrocedo un poco, y él vuelve a reír— ¿Por qué de pronto quisiste que seamos cercanos? ¿Algo sucedió esa noche que te hizo cambiar de opinión, que te hizo pensar que sería buena idea invitarme a una jodida heladería después de cinco meses de absolutamente nada? Respóndeme, Sunoo. Si lo haces, yo también lo haré.

No me atrevo a decir nada, principalmente porque no sé qué decirle. Decirle que me alejé de él por el simple hecho de que le tenía miedo no es una opción, aún peor sería decir que me acerqué a él para conseguir pruebas de que es un vampiro. Decirle que probablemente estoy enamorado de él es la opción más razonable al tiempo que la más descabellada de todas.

—Lo siento.

—No quiero una disculpa —espeta. No me sorprendería que me agarrara de la camisa y que las personas que nos observan con curiosidad creyeran que estamos a punto de empezar una pelea, pero él procura mantener distancia entre ambos—: Quiero una respuesta.

—No quiero que te vayas.

Es la verdad. Siento un vacío en el pecho ante el simple pensamiento de que Sunghoon se mude de nuestro piso. Imaginar las cajas, el camión de mudanza y su habitación completamente vacía me obligan a sollozar de nuevo, esta vez un poco más fuerte que antes. Tengo el rostro lleno de mocos y lágrimas mientras prácticamente le ruego que no me deje. Me pregunto cómo no se ha burlado de mí aún.

—¿Eso es todo? ¿Esa es tu respuesta?

Mis ojos no saben a qué mirar. El aura de Sunghoon en este momento es tan intimidante que, si lo tuviera así, con el rostro iracundo y a punto de estallar, hace un par de meses, hubiera salido corriendo a máxima velocidad y no dudaría dos veces en hacer mis maletas. Probablemente hubiera pensado Mierda, mierda, tengo que salir de aquí antes de que me mate. Sigo pensándolo un poco en este momento, pero el deseo irracional de abrazarlo y suplicarle que se quede conmigo es más fuerte.

—No quiero que te vayas porque te quiero.

Lo dejo sin palabras, incluso me dejo sin palabras a mí mismo. Sé que no estoy mintiendo, estoy siendo brutalmente honesto. El cúmulo impreciso de sentimientos hacia Sunghoon que se había estado formando durante los últimos meses sirvió para nublar por completo a mi mente y a mi corazón. Es cierto que le temo un poco a Sunghoon, pero también es cierto que él me gusta. Pensándolo bien, es muy probable que me haya gustado desde hace mucho más tiempo, pero aceptar que estás enamorado del chico al que viste comiendo una rata en un callejón es más difícil de lo que creí.

He's clearly a vampire || SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora