♦Ethan McClarence:
𝆺𝅥𝅮 A prayer for the switchblade doors.
𝆺𝅥𝅮 Stained glass in a count offshore.
𝆺𝅥𝅮 One hit make me want one more.
La canción en la radio ocupaba el silencio que se había extendido entre Saint y yo luego de subir al auto. Ninguno había dicho nada después de abandonar la facultad, luego de que me empujara cortando nuestro beso y me observara con una mezcla de sensaciones que no supe descifrar, pero que hicieron estremecer a mis cimientos. Por un momento, tuve miedo de que se alejara en la dirección contraria. Pero para mi alivio, el vagabundo se dirigió al sitio en donde había estacionado aquella mañana.
Y tampoco dijo nada cuando subió al momento en que desbloqueé las puertas. Dentro, solo encendió la radio y miró por la ventanilla abierta el resto del camino. El viento hacía revolotear su cabello de formas en las que me imaginaba haciéndolo con mis propios dedos, y la expresión en su rostro a pesar de estar cerrada a cal y canto, daba cierta sensación de paz. Una que calmó mis nervios internos e hizo de aquel viaje más ameno, más... casual.
Aún cuando estaba ansioso por el desarrollo de aquella noche.
Pude sentir como sus ojos se colocaban sobre mí al dejar atrás la ciudad e internarnos en la carretera que bordeaba la playa. Viré levemente para mirarlo por un segundo. Y la imagen de Saint con el anochecer marítimo de fondo me quitó la respiración por varios segundos.
-¿Vas a decirme a dónde vamos? -preguntó, su voz un poco ronca por su desuso la anterior media hora.
Relamí mis labios mirando hacía el frente. Tuve la innecesaria fantasía de escuchar aquel tipo de murmullo en mi oído, pero con otro tipo de palabras.
-Es una sorpresa -respondí como pude.
Lo escuché bufar y removerse en el asiento.
-Demasiado cliché, Mc Clarence.
Aunque su comentario fue para desanimarme, no dejé que lo hiciera. Porque una parte de mí estaba muy segura de que estaba disfrutando, al menos un poco, de todo aquello. De otra manera no estaría aquí, de otra manera me hubiera mandado a la mierda -de nuevo- hace bastantes pasos atrás.
-Demasiado antirromántico, Van Doren -contraataqué, aún con las ganas de sonreír como un imbécil cosquilleando en mis labios.
No agregó nada más y ambos disfrutamos el coro de la canción que seguía reproduciéndose.
𝆺𝅥𝅮 And L.A L.A L.A isn't for everyone.
[Y L.A L.A L.A no es para todos]
𝆺𝅥𝅮 We say, we say, we say, we say, we are the chosen ones.
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De Perdedores y Otras Catástrofes
Novela JuvenilLo único que Saint Van Dooren odia más que perder, es hacerlo siempre contra Ethan Mc Clarence. Mientras que, para este, aquella rivalidad es lo único que lo mantiene a flote en su caótica existencia. Y hará lo que sea para mantenerla. Incluso, come...