Saint Van Doren:
El compás de la batería retumba en mis oídos, en mi pecho.
Su voz acaricia los relieves de mi memoria, me atrae hacía él como si no existiera nada más en el mundo para mí.
Siento el fantasma de la caricia de sus propias manos, el recuerdo de cómo se sintieron una de las tantas noches en vela que pasamos juntos.
—¿Banda favorita? —había preguntado en medio de la penumbra.
Estaba algo ronco y el tono que empleó logró ponerme los vellos de punta. No había calor ni frío entre sus brazos, tampoco existía una pizca de la desolación que siempre sentía atenazar mi alma a esas horas. Era como si el refugio que había creado para mí con sus brazos alejaran por completo los frustrantes sonidos del mundo exterior.
No me di cuenta en ese momento, pero era perfecto.
Para mí.
Aunque yo no lo fuera para él.
—Palaye Royale —respondí luego de un corto silencio. Sus dedos se arrastraron a lo largo de mi brazo, despertando a su camino un millar de sensaciones increíbles, hasta llegar a mi mano.
Ambos dudamos por una milésima de segundo, pero me atreví a atraparlo entre mis dedos antes de que se alejara de nuevo. Un gesto pequeño que, sin embargo, significó una aceptación que en ese momento debí de haber dicho en voz alta.
Me estaba enamorando de él.
Me gustaba la manera en la que me miraba, las sonrisas de distintos tonos que me regalaba en momentos peculiares. Me gustaba su cercanía y lo que esta provocaba en mi sistema. Incluso me estaba llegando a gustar la soberbia que cargaba por todos lados, como si el resto del universo no fuese más que una hormiga a punto de ser aplastada bajo sus pies.
—¿Canción favorita? —continuó. Y juro por dios que lo sentí incluso más cerca.
—¿Estás haciendo un quizz de compatibilidad o algo así? —terminé preguntando con una sonrisa estúpida danzando en mis labios al levantar mi rostro hacía el suyo.
Descubrir la intensidad de su mirada puesta en la mía provocó un cataclismo en mi pecho.
Ethan se rió y el sonido se me contagió. Esa noche, recuerdo haber contestado el resto de preguntas entre besos fugaces. Hice unas cuantas sin saber que, a día de hoy, me arrepentiría por no haber hecho más.
Y que lo extrañaría más que a nada, incluso cuando estaba bajo la mirada de todo el público reunido en Hell 's. Joan me lanzó una mirada desde mi izquierda y yo asentí en señal de que estaba listo para avanzar al micrófono que tenía en frente, cuando Emily culminó con la estrofa anterior de la canción. Respiré, lo busqué, pensé en que debía hacer algo para arreglar aquel desastre o todo lo que quedaría de mí sería aquella carcasa vacía que me sentía en ese instante.
Por un segundo, temblé al cantar.
𝆺𝅥𝅮 Searching for answers on the internet.
[ Busco por respuestas en internet]
𝆺𝅥𝅮 Happiness slips through my hand.
[La felicidad se me escapa de las manos.]
𝆺𝅥𝅮 I might, yeah, I might...
[ Podría, sí, podría...
𝆺𝅥𝅮 Go and find some peace of mind.
Ir y encontrar algo de paz mental.]
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De Perdedores y Otras Catástrofes
Novela JuvenilLo único que Saint Van Dooren odia más que perder, es hacerlo siempre contra Ethan Mc Clarence. Mientras que, para este, aquella rivalidad es lo único que lo mantiene a flote en su caótica existencia. Y hará lo que sea para mantenerla. Incluso, come...