Capítulo 11

2K 72 21
                                    


Al cerrar la puerta me tumbe en la cama, esperando. No se escuchaban gritos, ni gruñidos, no se escuchaba nada. Debía ser porqué la habitación estaba insonorizada, cosa que me hizo más miedo del que ya tenía. No sabía que le pasaría a Adam, pero teniendo en cuenta de que era como un hermano pequeño para él creía que se relajaría un poco. Repito creía, porque en el momento en que Liam entro dando un portazo todas esas ilusiones desaparecieron.

Estaba echo una furia y no exagero. Estaba rojo, con la mandíbula tensa y con la mirada de querer matar a todo el mundo. Con el portazo me asuste, así que ahora estaba metida dentro de uno de los armarios que estaban delante de la cama.

Infantil

Pues un poco si la verdad. Pero a ver, que el megalodonte este hace miedo.

Eso no te lo voy a negar.

Liam, al ver que no estaba se tenso aun mas de o que ya lo estaba. Miro hacia los dos lados y luego, se centro en el armario. Dio un paso hacia mí.

-Así que la conejita quiere jugar. ¿eh? - Inspiro sonoramente y gruño- ¿Que pasara cuando el lobo la encuentre? - Otros dos pasos y abrió la puerta- ¿Dime Brooke?

Como yo estaba hecha una bolita y el de pie, parecía que la diferencia de altura fuera el triple de lo que ya era, y yo, perecía la conejita asustada a punto de ser devorada. Se que he hecho servir esta frase un mogollón de veces, pero es que me hace sentir así; indefensa, pero a la vez protegida. Liam tenia una sonrisa que no prometía nada bueno y la mirada, había cambiado, todavía se reflejaba enojo, pero no tanto como antes.

-Levántate- Ordeno bruscamente. Hice lo que decía. No le tenia miedo, pero por otra parte de mi cabeza sentía la necesidad de hacerle caso- Muy bien.

Al levantarme Liam me cogió del brazo fuertemente, el agarre era fuerte, pero se notaba que estaba conteniéndose para no hacerme daño. Se notaba a kilómetros que estaba furioso, cosa que me enfureció a mí. No tenia porque dejar que se enfadara por cualquier tontería. Frene en seco y me miro, sorprendido.

- ¿Se puede saber que mierda te pasa? - Pregunté casi gritando al megalodonte que tenía delante

Liam no se esperaba eso, porque de un hábil movimiento estaba entre una de las cuatro paredes de la habitación y el, otra vez. Liam me miraba con furia, todo y que, si te fijabas, lo que más ardía eran celos, cosa que no tenia que sentir, porque no era suya. NO ERA DE NADIE.

- Eres mía Brooke- Gruño- No me gusta verte con ningún otor hombre. Solo yo. - Liam se pegó todavía más a mi cuerpo, causándome un pequeño jadeo por la cercanía, que lo hico sonreír- Me encantan esas reacciones que tienes- Dejo un beso en mi coronilla.

- Aléjate Liam- Dije en un susurro casi inaudible. No quería que siguiera, estaba causando eso, eso que me hacía sentir completa. Esa sensación que a la vez me hacia sentir segura y querida, una cosa que no sentía desde hacía ya mucho tiempo. Y por mucho que me gustara me asustaba a partes iguales, y, por si fuera poco, hacia que quisiera pasar mucho mas tiempo a su lado del que ya estaba.

- Brooke, mi amor, vamos a la cama antes de que quiera hacer algo más. ¿Vale?

-S-sí. ¿Dónde voy a dormir? - Dije en un susurro. Sabía que seguramente quería que durmiera con él, pero esa tarde con Adam me di cuenta de que no lo conocía de nada, y que él, tampoco sabía nada de mí.

Liam se giró de un golpe. Primero me miro con una mirada de rabia, pero luego, me sonrió de una manera malvada.

- Donde quieras. Siempre que sea conmigo; arriba mío, debajo mío... yo encantado- Se burlo Liam.

MÍA Y SOLO MÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora