Capítulo 19

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Me desperté en la madrugada, Liam tenía la cabeza apoyada en el hueco de mi cuello y me mantenía completamente pegada a él. Al principio pensaba que se iría hasta que me quedara dormida, pero veo que la pequeña advertencia que me dijo en el garaje no se le había olvidado. Por una pequeña parte lo agradecí, porque eso quería decir que dormiría sin pesadillas, que no estaría sola. Pero la otra parte, que era mucho mayor, estaba enfadada por haberse metido en su vida de esa forma, de haberle hacho sentir lo que no quería volver a experimentar.

La segunda opción fue ganando terreno, y decidí salir de su abrazo para ir al baño. Liam debía estar hecho polvo, porque cuando me separe de él, salió un gruñido ronco de su garganta, pero no hizo nada más para retenerme contra su pecho, mejor, quería estar sola.

Fui cuidadosamente hacia el baño, para no hacer ruido. Entre y cerré la puerta con pestillo. Me miré a al espejo, y lo que vi no me gusto. El estómago se me hizo un nudo al ver mi cara pálida, mis ojos cafés cargados de odio, y yo, yo estaba a punto de perderme a mí misma por segunda vez, y no quería que volviera a pasar. Porque no quería volver a reunir mis pedazos, no quería volver a pasar por todo esos temas, solo quería dejarlos atrás. Pero bueno, si no cayéramos... ¿Qué gracia tendría todo? Si no nos equivocáramos ¿Como descubriríamos lo que de verdad queremos?

Intente animarme con esas preguntas, pero no funcionó muy bien, porque unas cuantas lagrimas empaparon mi rostro por tercera vez en ese día. Puse una mano en mi boca para no hacer ruido, y volví a mirarme al espejo. La chica feliz había dejado de fingir, la chica feliz ya no actuaba más, la chica feliz tenía la oportunidad de serlo de verdad, todo y que ahora mismo le costara de verlo.

Un portazo hizo que apartara mis ojos del espejo. Liam había entrado con los ojos abiertos, llenos de preocupación. Se acerco a mí en dos pasos y se puso de rodillas, para así ponerse un poco más a mi altura, ya que me había tirado al suelo.

-Brooke cariño... No llores por favor- Dijo mientras me secaba las lágrimas con los pulgares y acunaba mi rostro- No te va a volver a pasar, lo prometo.

-N-no puedes p-prometer-me eso- Dije con la voz entrecortada, no podía parar de llorar, las lágrimas se salían de mis ojos sin que yo les diera permiso, y la cara dolida de Liam me rompía todavía más el corazón, dándole a mis ojos otra razón para llorar.

- Claro que puedo, lo estoy haciendo. Si tengo que encerrarte en una torre para que nadie te lastime, lo hare. Si tengo que quemar el mundo entero, lo hare. Eres lo más importante en mi vida Brooke, no pienso dejar que te pase nada- Dijo mientras me abrazaba y yo le empapaba la camiseta de mis lagrimas saladas.

- No hablas enserio, no puedes hacerlo. Tú no sabes lo que siento. No sabes lo que es no sentir. No sabes lo que es que te abandonen, no lo sabes- Susurre, todavía apoyada en su hombro.

Liam no dijo nada más, me cogió en brazos y me llevo de nuevo a mi cama. Me arropo y dejo caer su peso sobre el mío, aplastándome. Me abrazo por la cintura y apoyo su barbilla en mi pecho, mirándome directamente a los ojos.

-Ahora no voy a dejar que te vayas- Dijo con una pequeña sonrisa maliciosa en su rostro. Las lágrimas disminuyeron y una sonrisa de superioridad se posó en mi rostro- Porque como te vayas, o lo intentes te castigare- Concluyo, rompiendo el contacto visual y volviendo a colocando su cabeza en mi pecho para dormir. Las imágenes de el ultimo "castigo" entraron a mi mente- Y si sigues pensando en eso también lo hare, pero será porque no podré controlarme- Dijo mi captor, con voz ronca.

No dije nada más e intenté dormir. Pensé en todo lo que había pasado, pensé en que muy posiblemente podría cerrar esa etapa dolorosa y dejarla atrás. Pensé en comenzar una nueva historia. Mis parpados empezaron a pesarme y cuando estaba a punto de caer en los brazos de Morfeo escuche una voz.

MÍA Y SOLO MÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora