MÍA Y SOLO MÍA

Capítulo 34

LIAM

Siendo sincero, nunca llegue a pensar que podría amar a una persona tanto como lo hago con Brooke ahora mismo. Simplemente, nunca creí ser capaz de poder sentir algo mas que la soledad que habitaba en mi interior, nada mas que las llamas de furia que normalmente se desprendía de mi ser. Pero luego llego ella, avivando esa llama que llevaba apagada durante tiempo y haciéndola arder como nunca lo había hecho.

Su cuerpo entre mis brazos, mi rostro en su cuello, oliendo esa maldita olor a canela que me volvía completamente adicto. Su calor corporal que se juntaba con el mío y su corazón acelerado por las palabras que le había dicho antes.

Sabía que le había afectado lo ocurrido con el niño, con Luca y la había dejado completamente muerta y cansada de tanto pensarlo en su pequeña cabeza. Cerré los ojos disfrutando de ese efímero momento, para después volverlos a abrir al escuchar unos pasos apresurados subiendo las escaleras.

Como sea Adam para molestar lo envío a la ronda- Gruñó Logan, pero sabiendo también que los pasos eran demasiado frágiles para ser del carbón de Adam.

La puerta se abrió delicadamente, sin despertar a mi luna y haciéndome subir la cabeza para encontrarme a mi nana, Elizabeth, mirándome ansiosa por alguna razón que todavía no había tenido tiempo a averiguar en sus pensamientos.

-Alpha, perdón por interrumpir, pero...-Habló delicadamente.

-Habla. - La interrumpí, subiendo la cabeza y tapando a Brooke con la sabana.

-Mañana...- Me miró, con una mueca- Mañana empieza el celo Alpha- Murmuró.

-Oh mierda, nos habías olvidado Liam. Susurró sorprendido Logan.

-No me jodas Logan, yo pensaba que lo teníamos apuntadito en la pared- Ironicé furioso.

Miré a nana, quien todavía seguía con la misma expresión que antes, intentando, de alguna manera, descifrar en que estaba pensando.

-Gracias por recordármelo nana, nos vemos después- La despedí, suspirando cuando escuché el sonido de la puerta cerrándose y volviendo a abrazar a mi luna.

Brooke dejo un suave sonido cuando la volví a abrazar con fuerza, un sonidito que me hico sonreír malditamente enamorado.

- ¿Qué hacemos? - Volvió a preguntar mi lobo, nervioso.

-No lo sé, supongo que deberíamos contárselo. ¿no? - Respondí yo, intentando poner paz a mi cabeza y buscando una solución a como decírselo.

-Supongo que sí, y que luego ella decida que hacer- Respondió mi lobo- ¿Te parece?

-Si, Logan, me parece. Debemos explicarle todo en general, hay cosas que no sabe, recuérdalo.

Logan gruñó con fastidio, percatándose de esa pequeña cuestión, que para nosotros era más importante de lo que podíamos admitir.

-Todo a su tiempo Liam, todo a su tiempo- Dijo antes de cerrar nuestra conversación y dejarme con la mente pensando a toda velocidad.

No sabia que hacer, ya no podía dormir, porque mi niño interior tenía miedo de que, al conocerme un poco más, me dejara como lo hicieron todos. Mi cabeza siguió pensando y no fue hasta quince minutos mas tarde que decidí levantarme de la cama y dejarla dormida para ir a correr un poco y aclarar un poco mis ideas.

Bajé las escaleras rápidamente, poniéndome una de las camisetas por la cabeza y viendo a nana limpiando un poco el suelo de la cocina.

-Si cuando despierte todavía no estoy aquí dile que he salido a correr vale? - Le dije, abriendo la puerta para salir de la casa.