MÍA Y SOLO MÍA

Capítulo 21

-Ahora te estarás calladita, y cuando lleguemos a casa, vas a ver lo que te espera.

Miles de corrientes eléctricas recorrieron mi piel y vi que a Liam se le formaba una pequeña sonrisa burlona. Liam se acercó a mí, y aunque lo podía oír perfectamente, se acercó a mi oído.

-No sabes lo que me gusta tenerte completamente inmovilizada y a mi alcance. Puedo hacer lo que quiera contigo- Susurro, pasando su dedo índice por mi mentón y cuello. Intente decir algo, pero todo quedo reducido a un murmullo- Shhhh... No pasa nada, te has dejado coger por el lobo, y ahora no hay nadie que te pueda salvar. – Me intente mover, pero las esposas no dejaban que moviera mis manos y su brazo acababa de dejarme completamente inmovilizada- Ni lo intentes, no vas a ganar. Estas tan vulnerable, sin nada que hacer y lo mejor.... Estas ante mí, dejándome hacer lo que me plazca contigo.

La corbata seguí en mi boca y empezaba a ser un poco agobiante, pero a Liam debía gustarle verme así, porque cuando intenté sacármela con movimientos de cabeza me cogió del cuello y mis torpes movimientos quedaron pausados por su agarre.

-Quieres que te la saque? - Preguntó burlón. Asentí con fuerza, intentando que mi movimiento se notara y traspasará su fijo agarre- ¿Y porque debería? Dime Brooke. ¿Te lo mereces? Porque yo creo que no.

Dijo mi captor mientras me acariciaba el rostro con cariño, pero a la vez con posesividad y obsesión. No intenté apartar el rostro, una parte de mi quería convencerme de que no lo había hecho porque sabía que saldría perdiendo, pero la verdad era que me gustaba su tacto y sus caricias, y por mucho que no lo hubiera hecho todo bien, mi corazón no quería obedecer a mi cabeza.

- ¿Te cuento un secreto? - Dijo, jugando conmigo. No moví mi cabeza para nada y el lo tomó como un sí. Su boca directamente se dirigió hacia mi oreja y la atacó, empezó a morderla y a lamerla hasta que solté un gemido agudo que quedo dentro de la corbata- Me prendes muchísimo- Deje un jadeo cuando su lengua bajo de mi oreja hasta la corbata que tenía puesta, y la desato. Su boca se acercó peligrosamente rápido hacia mis labios, y los ataco ferozmente.

Su boca exploro con ansias la mía, todavía manteniendo su mano en mi cuello. Cada pequeño roce enviaba corrientes eléctricas por todo mi cuerpo y el lo notaba. ¿Pero sabéis que era lo mejor? Que por mucho que el lo intentara esconder detrás de su caparazón de niño malo, a él también le afectaba.

Sus dientes mordieron mi labio inferior, causándome un jadeo, y que, sin querer, le dejara paso libre a su boca para explorar la mía. Su lengua investigo hasta lo mas hondo de mi boca y luego, jugo con la mía.

Yo intente seguirle el paso, y aunque no fuera mi primer beso ni ligue, se sentía como si de verdad lo fuera. Liam gruño cuando esos pensamientos pasaron por mi mente, y coló una mano por dentro de mi camiseta, haciendo que todos los pensamientos ajenos a el desaparecieran y solo quedara el, él y el.

Su boca siguió haciendo maravillas encima de la mía, causando que a cada mínimo contacto, reaccionara con un pequeño jadeo, que a él le prendía más de lo que ya estaba. Las esposas seguían en el mismo sitio, y la necesidad de tocarlo cada vez se haca más fuerte. Liam siguió con sus caricias en mi abdomen y su mano subió lentamente hacia la curva de mis pechos. Un gemido se escapó involuntariamente de mi boca.

- No sabes lo que te espera cuando legamos a casa- Dijo separándose de mis labios y sacando la mano de dentro de mi camiseta. Liam se movió, haciendo que notara algo duro debajo mío.

-Joder Liam- Musité.

Liam gruñó, moviéndose una vez más para que notara lo que había provocado. Y cuando iba a decir algo más, volvió a colocar la corbata en mi boca con un gesto hábil. Gruñí por lo bajo, ante la nueva atadura, y Liam río.