「 𝐒𝐞𝐩𝐭𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝟐𝟎𝟏𝟔 」

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Dos meses ha pasado desde la misteriosa muerte de Oliver McFallen. Los policías han interrogado a varios fans, ex profesores, padres, amigos y vecinos.

Pero nadie sabía nada, excepto Eri, quien sabía la identidad de aquella chica y tenía un contacto. Leah Monti. Un nombre. Una descripción. Lo tenía todo, pero realmente sería ella una potente sospechosa. Por el momento era todo lo que había, ningún sospechoso, huellas, rastros del arma homicida, esa chica seguía siendo una incógnita para los demás. Pero Eri tenía el poder de contactarla.

Correo Electrónico

De: Erika.Acken20

Para: Leah Monti

Hola Leah, soy Eri, la chica de la fiesta. ¿Recuerdas a Oli? Tu compañero de Literatura, esta muerto —Hizo una pausa, escribir eso le partió el alma y un par de lagrimas salieron de su rostro.— ¿Sabes algo al respecto? ¿Viste algo luego de seguirlo?

Saludos, Acken.

De: Leah Monti

Para: Erika.Acken20

Hola Eri, claro que lo recuerdo, lo vi en aquella fiesta. Que horrible noticia, no, no vi nada al salir tras de él para conversar, siquiera lo alcance. ¿Quieres ir por un café? Seria mas cómodo para hablar, espero tu respuesta.

Saludos, Leah.

Eri acepto la invitación, ambas se vieron, pero solo ellas saben lo que conversaron en aquella tarde. Mientras tanto, Drake se mantenía ocupado en su trabajo y veía a Eri todos los fines de semana. Los padres de Oliver se separaron luego de la muerte de su pequeño pero seguían viéndose para acompañarse ante aquel horrible dolor que significaba la perdida de un hijo.

La policía perseguía a Eri y se enteró de la junta con esta chica aun misteriosa para ellos, por lo que la llamaron para interrogar que relación tenía con Erika Acken.

La interrogación no fue atendida por la agente Karol, sino mas bien por un hombre de mediana estatura, de facciones masculinas bien marcadas y un hermoso cabello castaño oscuro hasta la mandíbula. El Agente Jorge Smith.

Cuenteme señorita Monti, ¿Dónde estaba la tarde de 27 de Julio a las cuatro de la madrugada? -Fecha y hora estimada en que falleció la víctima.- Su voz era grave, era atractivo sin duda, pero eso no cambiaba nada ni mejoraba la interrogación.—

La señorita frente a él parecía asustada, sin duda fue la última persona en verle, pero no por ello es la culpable, ¿O si?

— Estaba en casa, tenía una pequeña resaca despues de la fiesta de la noche anterior y...— Se detuvo.— Un hombre... Un hombre le siguió a casa esa noche, iba unos pasos delante de mi pero no lograba distinguir quién era.

La chica parecía nerviosa, por su comportamiento no parecía mentir, pero algo estaba ocultando. De seguro sabía quién era aquel hombre o quizá nunca lo hubo y quería sacarse de encima el interrogatorio.

— Entonces asegura que un hombre lo siguió. Podría al menos describirlo.—

El agente se puso de pie y comenzó a dar vueltas por la pequeña sala. Tomó un largo sorbo de café instantáneo y luego se acercó por la espalda de la chica.

Oculto en el HumoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora