「 𝐍𝐨𝐯𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝟐𝟎𝟏𝟔 」

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PADRES

Los días pasaban y los padres de Oliver seguían sin recibir nuevas noticias. Se habían enterado de aquel perfecto testimonio que resultó siendo una farsa y que había sido pagado por el Sr. Parker, lo cual destrozó por completo esa pequeña luz de esperanza que los acercaba al asesino de su pequeño.

De pronto, fueron llamados por la agente a cargo del caso Karol Ross, quien debía hacerle unas preguntas. Ambos se dirigieron a la comisaría y se sentaron juntos en la sala de interrogatorio.

— Lamento hacerlos venir, pero tenemos malas noticias. Aún no encontramos pistas suficientes para tener un sospechoso y todo indica que el profesor Parker ni Leah Monti sean los culpables.—Confensó la agente mientras ambos la miraban con tristeza.

— Mi pequeño, no se lo merecía. Era un gran chico, pesé a pasar días o incluso semanas escondido en su cuarto. El cual era un desastre pero así le gustaba a él.

— Sin embargo, no queremos decir que así sea, pero existe la posibilidad de que tuviese un intento de suicidio.—El agente Smith les interrumpió una vez entrando en la sala. La agente Karol le lanzó una mirada como diciéndole que debía decirlo con más cuidado, pero esté ni se inmutó.— ¿Saben si sufría algún tipo de depresión?

Ambos lo miraron confundidos, primero por la forma en que mencionó la primera parte y segundo por la pregunta que les había hecho. Por supuesto estos no tenían idea de lo que escribía su hijo, pues al cumplir los 18 le dejaron la casa y se fueron a vivir un poco más dentro de la ciudad debido a que el padre de Oli había sido ascendido y no notaron ningún rasgo de depresión cuando esto ocurrió ni mucho antes de eso.

— N-no, para nada. Él parecía un buen muchacho, tranquilo y feliz. Lo tenía todo.—Confensó su padre.

— Pues parece que no conocían bien a su pequeño.— Le entregó uno de sus manuscritos en donde hablaba de lo horrible que era vivir con una depresión y unos padres ignorantes a su horrible vida.

13 de Abril”

“Hoy he vuelto a acudir a los cortes, esta depresión me tiene harto y mis padres siquiera lo notan. No les importo, ni lo más mínimo. Estoy cansado, cansado de lidiar con esto por mi cuenta, no aguanto más

Leyó en voz alta su madre mientras caían lágrimas por sus mejillas.

— Oh mi pequeño.—Se lamento y abrazo al padre de Olí.— ¿Cómo es posible que como padres no lo hayamos notado?

La agente Karol le ofreció una caja con pañuelos y la madre limpio su rostro, vio en si misma a su madre, quien había fallecido hace ya dos años atrás y aún sentía lastima cuando la recordaba.

En cuanto al agente Smith, este soltó otro manuscrito leído anteriormente por la agente Karol. Ambos se abrazaron y sollozaron al leer aquellas páginas parecidas a un diario de vida en las que su hijo se desahogaba.

Al finalizar el interrogatorio, ambos volvieron a casa -donde vivía Oliver- y registraron fotografías de esté cuando era niño. Esto les lleno de nostalgia y a la vez les apretó el pecho, sin duda su hijo ocultaba mucho dolor, pero se negaban a creer que se había suicidado.

•••

KAROL

Mientras tanto en la oficina, la agente Karol se rehusaba de igual forma a considerar el suicidio como una opción. Pues todo indicaba que había sido golpeado por un tercero, pero ¿Quién? El Sr. Parker ya había sido descartado. O quizá era demasiado pronto para hacerlo. Mientras tanto Drake no parecía tener motivos y menos aún Leah Monti.

Por otro lado tenían a Eri, pero al igual que los anteriores mencionados, no parecía tener motivos para hacerlo.

— Quizá un crimen pasional.—Se dijo para si. Pero no por parte de Eri o Leah, sino que de algún que otro muchacho que estuviera enamorado de una de estas dos y sintiera celos porque ambas estaban tras Oliver.

De ser así, ¿Ellas tendrían algún sospechoso? ¿Algún pretendiente al que hayan rechazado esté último tiempo? Debía averiguarlo, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por su celular.

«Estoy al borde de un puente. No quiero morir.»—Esto aceleró su corazón y tomo las llaves del coche sin pensarlo.

Era un mensaje del profesor Parker, quien debía estar en el mismo puente en que su hija falleció. Encendió el coche y arranco a toda prisa, dejando de lado todas las ocupaciones pendientes, pues no quería ser testigo de otra muerte más, menos de la forma en que su propia hija lo había hecho.

•••

PADRES DE ERI

Mientras tanto los padres de Eri seguían su miserable vida, Erika huyó de casa una vez cumplidos los dieciocho años y terminada la escuela. Tenia ahorros suficientes para mantenerse por unos meses hasta encontrar un trabajo.

Por su parte, sus padres se cambiaron al otro lado de la ciudad para no intervenir en su vida, por lo que está los veía poco -casi nunca- y hablaba con ellos por teléfono 1 vez al mes. No fue sino hasta el interrogatorio que los volvió a ver después de años.

— Mira cuánto has crecido.—Mencionó su padre, mientras observaba en lo bella que se había convertido su hija.

Está lo miró con recelo, recordó el abuso, los golpes. Deseaba tanto golpearlo de vuelta, pero pese a ello, se dejó abrazar por ambos y su madre comenzó a sollozar.

— Ya eres toda una mujer mi preciosa Eri.—Dijo mientras sus ojos se volvían cristalinos. Eri acarició su cabello y se apego a ella con fuerza. La extrañaba, sin duda, pero jamás volvería al mismo sitio donde estuviese su padre.

— Te extrañe mamá.—Confesó. Y luego ambos debieron pasar a testificar. Pesé a vivir lejos del lugar de los hechos, era importante tener un perfil completo de la víctima, visto del punto de vista de sus amigos y el círculo cercano de estos.

El interrogatorio fue breve, solo querían ver su percepción para reafirmar el hecho de su posible depresión, pero estos tampoco manejaban esa información.

— Se veía como un joven feliz y brillante—Afirmaron. Y luego de un par de preguntas de seguimiento se retiraron de la sala.

Eri les invitó a casa, en dónde Drake la esperaba, pero estos debían volver pronto ya que al día siguiente su padre debía trabajar. Esto decepcionó a Eri, pero de todas formas quedaron en volver a verse algún día. Pero ese día nunca llegó. Pues al volver a casa, ambos fallecieron en un accidente de coche, noticia de la cual Eri se enteraría días después destrozando su pequeño corazón en cientos y miles de pedazos.

Drake la apoyo en todo momento, fue su consuelo durante semanas y se olvidaron por completo del caso de Oli, hasta que el horrible mensaje llegó.

«Siento la noticia. Yo solo quería lesiones, pero al parecer era su hora y pronto será la de ustedes.»

-T

Oculto en el HumoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora