Everlark el chico en llamas. LA REVOLUCIÓN

Parte 19: Septuagésimos sextos Juegos del Hambre

No puedo creer que estoy poniendo un pie en el Capitolio otra vez. La nave acaba de aterrizar. Hice todo lo que pude para que Coin y Plutarch me dejaran venir, siento la necesidad de pelear. 

Antes de venir me despedí de los pocos seres queridos que me quedaban y de gente cercana a mí. Con Delly y Prim hubieron muchas lágrimas, me costó mucho no llorar también. Delly estaba muy sensible como para hacer un discurso de despedida en su cabeza, pero Prim me dijo algunas cosas que realmente se quedaron en mi cabeza, algunas fueron sobre Katniss. Cuando me despedí de Haymitch pude notar que contenía las lágrimas, casi como en nuestra despedida antes del Vasallaje. Johanna solo me dio algunas palabras de aliento e hizo algunas bromas para subirme los ánimos. Beetee y Annie nunca fueron muy cercanos a mí, pero también me motivaron. Y mi equipo de preparación solo me deseó suerte. Quería despedirme de Katniss, pero no me dejaron. Me puse histérico, esa podía ser la última vez que la veía. Pero cuando estaba camino a mi entrenamiento la vi yendo a algún lado con algunos soldados. Realmente quería hablar con ella, pero pasó a mi lado sin siquiera mirarme. Me ignoró por completo. Eso me dolió mucho. Todo lo que quisiera ahora es ver esos ojos grises por última vez, los verdaderos, los de la Katniss anterior. Ni siquiera pido sentir su roce, un cálido abrazo suyo, o sentir sus dulces labios, porque sé que nunca pasará. Todo lo que pido son ver esos bellos ojos y morir en paz. Solo con ella me siento en paz, ella es mi hogar, mi vida, que a pesar de todo obstáculo yo sigo queriendo. Sigo queriendo formar parte de su vida y que ella sea parte de la mía. No me importa si es un maldito "muto". Desde que la conocí supe que era y seguirá siendo siempre la persona con quien quiero estar, será ella mi persona favorita hasta que la vida me lo permita y siempre amaré esos ojos suyos y esa sonrisa cálida. Pero sé que esos ojos y esa bella sonrisa nunca volverán por mi culpa. Ahora sus ojos están llenos de dolor, y su sonrisa nunca será la misma. Ella era mi bella estrella, mi hermosa luna, mi profunda noche, lástima que tuvo que amanecer.

Una mano me saca de mis pensamientos. Finnick me toma del hombro y me lleva hacia algún lugar. Él también estará en mi pelotón, así que eso me tranquiliza un poco. Me gusta saber que tendré algo de compañía. Con Gale cerca, necesito a alguien que me suba los ánimos. 

Se comienza a formar una bola alrededor de nosotros. Comienzo a escuchar a la gente murmurar mi nombre. Es incómodo. De repente, todos elevan su mano izquierda y alzan 3 dedos. Finnick y yo pasamos. Yo solo miro a la gente, ellos tienen esperanza. Esto tiene que salir bien, si no lo hace, si el Capitolio nos captura...... pasarán cosas que ni me quiero imaginar. 

Estoy guardando provisiones y cosas que quizá necesite. Hace rato nos reunimos todos y Paylor nos explicó el plan. Nos reuniremos todos en la mansión de Snow, donde abrirán las puertas y liberarán Panem. En el camino tendremos que evadir unos aparatos parecidos a las minas, llamados "vainas". Suena fácil, pero no puede serlo. 

-- Hola - saluda Finnick. 

-- Hola - respondo.

-- Creo que ya es suficiente comida - dice con una pequeña risa. 

-- Quiero estar preparado - digo. 

-- Todo saldrá bien, ya verás - dice Finnick. 

Espero que lo haga, pero aunque regrese a casa, no tendré a nadie. No tiene sentido. Mi vida perdió sentido hace mucho. Esto es lo último que debo hacer.

-- ¿Cómo se lo tomó Annie? - pregunto. 

-- Lloró bastante. Pero lo entiende - dice. -- ¿Hablaste con Katniss? - me pregunta. 

-- No me dejaron - digo. 

-- Volveremos a casa, por ellas - dice Finnick. 

-- Annie te necesita. En cambio Katniss me ignora. En cuanto acabe la guerra y pueda dejar de relacionarse conmigo se irá y no la volveré a ver nunca - le digo. 

Antes de que Finnick pueda responderme una voz nos llama. 

-- Odair, Mellark, vengan a conocer a sus compañeros - dice. 

Finnick y yo nos levantamos y nos acercamos. 

-- Soy la teniente Jackson y quiero presentarles a su pelotón. Él es el subteniente Mitchell. El mejor francotirador de Panem. Ellas son las hermanas Leeg. Primera división de combate. Y él es e cabo Homes. - nos explica. 

-- Pelotón 451, son mi unidad. La teniente Jackson es mi segunda al mando. Cada uno de ustedes es experto en combate. Pero esta unidad no verá batalla. Iremos varios días detrás de las tropas de avanzada. - dice Boggs.

--Ustedes serán las caras televisadas de la invasión. "La Unidad Estrella". Se decidió que son más efectivos si los ven las masas. - dice Cressida.

-- ¿No vamos a pelear? - pregunta Gale. 

-- Harás lo que se te ordene soldado, y no debes de hacer preguntas. - responde Boggs.

-- Sí, señor - responde Gale.

-- Tenemos instrucciones de filmar en las calles destruidas en el Capitolio. Fueron elegidos para intimidar a sus fuerzas - explica Boggs.

-- E inspirar rendiciones - agrega Cressida. 

-- Aunque trabajaremos en calles abandonadas muy alejados del frente, les garantizo que donde nos pongan no estaremos seguros. Es zona de guerra. Seguramente encontraremos vainas activas y Agentes de la Paz. Ustedes son blancos valiosos para el Capitolio. Si llegan a capturarlos van a tener Jaulas de noche. Un veneno que actúa en segundos. Teniente Jackson, repártalas. - ordena. -- Ya les hablé de las vainas. Les recuerdo que las hay en cada cuadra. Nuestra unidad cuenta con un holo - comienza mientras coloca el "holo" sobre la mesa. -- El dispositivo contiene un detallado mapa del Capitolio y una lista de las vainas conocidas. Esas vainas pueden contener desde bombas, a trampas, a mutos. No daremos un paso sin este dispositivo. No hay garantía de que tengamos todos los datos, pueden haber colocado vainas nuevas. No queremos que los Vigilantes sepan que tenemos esto, así que tiene una salvaguarda. Con este interruptor y repitiendo jaula de noche 3 veces volará todo en pedazos en un radio de 5 metros. Deben permanecer con la unidad. Incluso con el holo, seguramente existen nuevas vainas. Lo que contengan, es para matarnos. - explica. 

Proceso toda la información lo más rápido que puedo, pero Finnick se me acerca y me dice algo en voz baja. 

-- Damas y caballeros, los septuagésimos sextos Juegos del Hambre -