Parte 24: Mutos

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Antes de que pueda pensar en nada, Katniss reacciona y les lanza una flecha de fuego. No había notado que le habían dado un arco, pero definitivamente fue una buena decisión. La explosión retrasa a los mutos y sin pensarlo dos veces, todos comenzamos a correr frenéticamente. Siento la sangre en mi cabeza, y mi corazón acelerándose con cada paso. La adrenalina me hace correr más rápido de lo que he corrido en toda mi vida. Ni siquiera pienso en mi pierna robótica. Escucho a los mutos justo detrás de mí, y eso me aterra. Hasta ahora he visto cuatro mutos en toda mi vida; los sinsajos y charlajos que realmente no tenían nada de malo, los monos del Vasallaje, y los "lobos" (si es que así se les puede llamar) de los primeros Juegos. Eran aterradores. Y si algo sé de ellos es que su sed de sangre era tan fuerte que los cegaba. No he logrado analizar los mutos que nos están persiguiendo, pero sí pude ver la ausencia de sus ojos, y su gris y viscosa piel. ¿Katniss los habrá visto antes? 

Y es en este momento de adrenalina en el que me doy cuenta de que algunos sonidos venían de la boca de Katniss. Y entiendo por qué sentía algunas voces tan cerca. Sus labios apenas se movían, e intentaba ignorar la posibilidad. Pero en el fondo lo sabía. No quería darme cuenta de que mis palabras sobre ella pudieran ser verdad, que ella es un muto. Justo cuando pensaba que podía estar un poquito mejor, que podría estar volviendo a mí, obtengo la prueba del gran poder del veneno de Snow

Un grito agudo interrumpe mis pensamientos. Es Castor. Los mutos se abalanzaron sobre él.

 Tardo unos segundos en darme cuenta de que los mutos ya nos alcanzaron. Cressida comienza a disparar. Yo no sé qué hacer. El miedo hace que sienta una presión en la panza. 

Alguien me empuja y estoy a punto de lanzar un golpe hasta que noto que es Finnick guiándome hacia unas escaleras que llevan afuera de la alcantarilla. Subo las plataformas rápidamente y estoy a punto de subir las escaleras, hasta que veo a Katniss lanzando flechas a los mutos. Ella es la que está más alejada de la salida. Está al frente de la entrada a pocos metros de ellos. Un mal disparo y todos podrían abalanzarse sobre ella. 

No. No voy a huir de aquí como un cobarde cuando todos están luchando. No voy a dejar a Katniss sola contra los mutos. No voy a abandonarla de nuevo. Al final, ella es la única razón por la que sigo aquí. No la puedo perder. 

Apenas he dado un paso cuando veo que los mutos llegan hasta ella. Katniss comienza a lanzarles flechas con una agilidad impresionante. Mi corazón comienza a latir mucho más rápido de lo que nunca ha latido. No ha latido así cuando la besé por primera vez, ni cuando veía sus bellísimos ojos, ni siquiera cuando la vi en ese precioso vestido de novia. Esta vez la veía luchando directamente contra la muerte, y por más que quisiera, no de forma metafórica. 

Corro lo más rápido que puedo hacia ella. No siento mis piernas, no siento miedo, nada. Estoy completamente desprotegido, ni siquiera he sacado el arma. Lo único que quiero es llegar a ella. 

Un muto logra abalanzarse sobre Katniss y ella logra detenerlo con el arma, pero el muto cada vez empuja más. Lo único que está entre el amor de mi vida y la muerte es una estúpida pistola. 

El muto toma ventaja, haciendo a Katniss inclinarse hasta caer al suelo. Sin pensarlo, saco la pistola y la coloco contra el cuello del muto, alejándolo de Katniss.

Logro lanzar al muto al piso y ella se pone de pie. Pero ahora él me persigue a mí. Lo golpeo con todas mis fuerzas y lo empujo. Pero su fuerza es mayor a la mía. Él ahora está encima de mí. Pienso que estos son mis últimos segundos en este absurdo mundo hasta que veo a Katniss darle una patada. El muto cae. No tengo tiempo de reaccionar cuando otro muto toma a Katniss por la espalda. Los veo forcejear y no tengo claro lo que está pasando, todo es muy rápido. 

Everlark el chico en llamas. LA REVOLUCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora