Everlark el chico en llamas. LA REVOLUCIÓN

Parte 31: Venganza

Estoy parado en una fila al lado de todos los Vencedores. Snow está frente a mí atado a un pilar, esperando por ser ejecutado.

No saben cuánto tiempo llevo esperando verlo pagar

Recuerdo este lugar. Aquí era donde las carrozas de tributos desfilaban. Aquí fue donde me tomé de la mano con Katniss por primera vez, y donde nació el apodo de "El chico y la chica en llamas". Pero aquí también fue donde vi a Katniss cantando robóticamente el himno.

El lugar está repleto de gente, como en los Juegos. Katniss saldrá por ese gran túnel en cualquier momento, y le disparará una flecha a Snow para terminar con esto de una vez por todas. Pero no he dejado de preguntarme todo el día qué pasará cuando lance esa flecha. Cada Vencedor elegirá dónde quiere vivir, y probablemente no vuelva a ver a Katniss en toda mi vida. No sé qué hacer. No quiero que se vaya. No me imagino viviendo sin ella otra vez. Pero le he hecho daño y lo sé. Además, ella incluso admitió que le doy miedo. Y ninguna persona debería ser forzada a convivir con alguien que le da inseguridad, y menos Katniss, ya ha pasado por demasiado.

Todas las noches revivo las memorias lindas que he pasado. Y la mayoría son con ella. Pensar en su antigua versión me hace sentir extraño, me hace sentir que ella sigue atrapada en algún lado, me hace sentir que me está pidiendo ayuda. La nueva Katniss no se parece en nada a la antigua, y me duele pensar que nunca volveré a ver a ninguna de las dos. De alguna manera, Katniss se siente como una persona que conocí hace mucho, y que nunca existió. Una persona que fue borrada de la historia, un viejo recuerdo borroso.

Los tambores comienzan a sonar y sé que es hora. Miro el gran túnel al inicio del camino y distingo a Katniss a lo lejos. Camina nerviosamente hasta el final del camino. Todo el mundo mira y aplaude. Apenas y puedo distinguir la música entre los gritos y aplausos.

Katniss llega hasta el final del camino y es cuando la puedo distinguir bien. Ella lleva un traje de Sinsajo igual que en las propos, pero este es completamente negro. Su arco combina y lleva el pelo recogido en su típica trenza. No puedo evitar notar que el maquillaje ha endurecido su fría mirada, y parece mucho más amenazante de lo que es.

Pero en algún lado, debajo de ese oscuro maquillaje y esa máscara que Snow la ha condenado a usar, aún está la dulce niña que algún día conocí; aún está la chica a la que le daba miedo demostrar sus sentimientos; la que tenía emociones tan frágiles como cualquier otro, pero que maquillaba con frialdad y valentía. Esa Katniss sigue ahí, tiene que seguir ahí.

Coin dice unas palabras que no logro escuchar, estoy demasiado concentrado en Katniss. Su forma de pararse, su expresión, sus manos, sus ojos, busco cualquier señal de que la antigua versión de ella sigue ahí. De que aún puedo lograr conectar con ella.

Katniss carga el arco y me devuelve a la realidad. Estoy a punto de ver lo que más quería, de ver a Snow pagar. Pero no me importa. Conseguí lo que más quería, venganza, pero no me hizo sentir mejor. Sólo me puedo concentrar en ella, la mayor obra de Snow. 

Katniss suelta la flecha y mi boca queda abierta. No le dio a Snow, le disparó a Coin.

¿Por qué hizo eso? Era probable que fallara con toda la presión que tiene encima, pero la conozco, sé que eso no fue un accidente ni de lejos.

La gente comienza a volverse loca y a entrar en pánico. Todos salen de sus puestos e interrumpen el camino. Estoy a punto de salir corriendo también, hasta que veo algo. Veo a Katniss llevándose la manga a la boca, otra vez.

No puedo evitar sentir un pequeño deja vu antes de correr hacia ella. Ahí es cuando me doy cuenta de las ganas que tiene de suicidarse. No lo hizo sólo una vez en un momento difícil, sino que realmente desea hacerlo. Y me siento algo egoísta por no dejarla hacer lo que quiere, pero no puedo. No puedo quedarme parado mientras la veo irse. Ella me odia, pero aún así la necesito. Y sé lo jodidamente egoísta que suena, pero Katniss es parte de mí. De alguna forma estamos conectados, todo lo que hemos pasado lo hicimos juntos, y no puede irse.