Everlark el chico en llamas. LA REVOLUCIÓN

Parte 23: Túneles

Estamos caminando por los túneles. Hace un poco de frío y mis manos tiemblan, pero creo que tiemblan más de los nervios. Pollux nos está guiando por los túneles, Castor lo consuela varias veces. Resulta que cuando convirtieron a Pollux en avox él trabajaba aquí limpiando basura, a su familia le tomó cinco años pagar su salida, y no vio la luz del sol ni una vez. Pobre, no me imagino su situación. Debe de ser difícil volver a este lugar lleno de malos recuerdos después de tanto tiempo. Sería como volver a la Arena para mí. La pequeña mención de la Arena me hace voltear a ver instintivamente a Katniss. La veo caminando sola, Gale está al frente y no he podido evitar notar cierta tensión entre ellos. Quizá discutieron, no lo sé. Ellos dos son iguales, ambos tienen el mismo carácter y eso perjudica un poco su relación.

Katniss me ve pero en cuanto nota que yo también la estoy viendo desvía la mirada. No tengo idea de lo que le pueda estar pasando por la mente. Quizá le estoy empezando a caer bien, quizá me odia, quizá está planeando cómo matarme, o incluso hasta sienta lástima por mí. Y debo de admitir que me da un poco de miedo saber que dice exactamente lo que piensa y no le importa en lo más mínimo herir mis sentimientos. Pero supongo que nunca sabré lo que piensa si nunca le hablo.

No pienso mucho antes de bajar la velocidad de mis pasos y acercarme a ella. Puedo verla tensarse y confundirse al notar que me acerco a ella. Simplemente me pongo a su lado y ambos nos quedamos viendo al otro en un silencio incómodo mientras avanzamos. Sus ojos grises me cautivan, como siempre lo han hecho. Aunque no puedo evitar extrañar ese brillo que tenían. Ese cálido brillo que me hacía estremecerme e incluso a veces me ponía nervioso, pero más que nada me hacía sentir seguro. Me hacía sentir que estaba viendo a un ángel directamente a los ojos. Ahora siguen siendo hermosos, pero me traen un sentimiento diferente. Sus ojos ya no son cálidos sino fríos, y puedo notar que su forma de verme es diferente, no sé cómo me percibe ahora, pero no cambió para bien.

Su voz interrumpe mis pensamientos.

— ¿Podrías dejar de verme como si fuera un monstruo? - me sorprende un poco su comentario. Está bastante lejos de lo que realmente estaba pensando.

— No pienso que lo seas -

— Tu rostro no dice lo mismo -

— No era mi intención hacerte sentir así -

Ella se queda en silencio por varios minutos e intento cambiar el tema — ¿Qué es lo primero que harás cuando la guerra acabe? -

Ella piensa durante unos segundos.

— Con estar viva tengo más que suficiente -

— Créeme, lo estarás. ¿Pero qué harás? - insisto.

— No lo sé. Ya ni siquiera siento que sé quién soy - vaya, la conversación tomó un giro profundo en muy poco tiempo.

— Sí lo sabes. Eres Katniss. ¿Qué es lo que dudas? -

— No lo sé. Es horrible pensar que sabes algo y que alguien llegue y te diga que es totalmente diferente a lo que tú piensas - me tomo unos segundos para elegir las palabras apropiadas.

— Lo sé. Es decir, debe de ser difícil. Pero pronto todo será como antes. Estás rodeada de gente que te quiere mucho y se preocupa por ti, eso es lo más importante - ella parece meditarlo.

— Tú familia no logró salir del 12 a tiempo, ¿cierto? - asiento tristemente. — Lo siento mucho - la mención de mi familia me entristece un poco, pero no puedo evitar notar que ella está siendo amable conmigo. Me hace sentir algo feliz, realmente necesitaba su consuelo sobre este tema.

— Gracias. No tienes por qué sentirlo -

— Sí tengo por qué. Snow envió esas bombas por mí. Pensé que me odiarías por eso - ¿odiarla? No sería capaz de odiarla. Y no es en nada su culpa.