Parte 22: Fraudulenta muerte

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Estoy aún procesando las palabras de Boggs cuando Leeg pisa otra mina. Vemos como unas puertas cierran los espacios que habían entre los edificios y nos dejan encerrados. Comienza a salir un extraño líquido negro. Todos comenzamos a correr. 

De repente una mano me empuja al suelo. Caigo y veo a Katniss apunto de golpearme con el arma. Su mirada me aterra, no se ve como ella. Solo hay odio y miedo. Detengo el arma con mi mano antes de que pueda llegar a golpearme y Mitchell agarra a Katniss por detrás. Me levanto rápidamente, el líquido negro ya casi me alcanza. 

Veo como Mitchell forcejea con Katniss. Ella está demasiado alterada, está usando toda su fuerza, y Mitchell intenta no lastimarla. De repente, Katniss lo lanza al líquido negro y lo veo hundirse. Oh Dios. 

-- ¡Mitchell, no! - oigo a Jackson gritar. -- ¡Finnick, Gale, contrólenla! - indica. 

Finnick agarra a Katniss por detrás y la jala con toda su fuerza. Él entiende que si intenta no lastimarla, ella lo matará. Gale le agarra las manos y ayuda a Finnick a llevarla. Quiero ayudar, pero sé que si me ve se pondrá peor. Sigo corriendo y todos entramos a uno de los edificios. Subimos rápidamente las escaleras hasta que llegamos a unas rotas. Por suerte, el extraño líquido negro no sube más. 

-- Se está deteniendo - dice Cressida.

Gale pone a Katniss contra la pared y Homes le pone un arma en la cabeza. Finnick está ayudando a Leeg, está herida. 

-- Shhh, cálmate. Te dispararán - le dice Gale. 

¿Te dispararán? ¿No se supone que está intentando calmarla? Tiene que hacerla sentir segura, no asustarla más. 

-- Katniss, ya mataste a alguien. Cálmate - dice y veo como sus intentos de calmarla se vuelven más violentos cada vez. Sé que no debería de hacer esto, pero me enoja verlo tratarla así. 

Me acerco a Katniss y aparto a Gale. 

-- Tranquila. Estás bien. Todo está bien - le digo. 

-- ¡MUTO! - me grita y me intenta atacar. Homes la inyecta y cae dormida. No esperaba que saliera así. Se supone que yo soy el que siempre logra calmarla cuando está asustada. 

-- ¿Qué crees que haces? - me dice Gale enojado. Yo solo me alejo. 

El líquido negro comienza a drenarse. 

-- Los Vigilantes han montado un espectáculo - dice Cressida. 

— 451 a Base. Cambio. - dice Jackson intentando comunicarse.

— Sí, será mejor irnos. Si los Agentes de la paz no sabían dónde estábamos, ya lo saben. Esas cámaras de seguridad nos grabaron - dice Messala.

— 451 a Base. Respondan - sigue intentando ella.

— Es un mal lugar, debemos irnos ahora - dice Gale.

— No tengo señal. Pero podemos volver a la Base. Mellark, dame el holo - me dice Jackson. No, Boggs me lo dio a mí. Me quedo en silencio y no hago nada.

— Mellark, ¿qué dije? El holo. Rápido - dice.

— Boggs me lo dio a mí - respondo.

— ¿Qué dices? - me pregunta algo enojada.

— Es verdad. Le transfirió la autorización. Yo lo vi - interfiere Homes.

— ¿Y por qué hizo eso? - pregunta. Me tengo que inventar algo rápido. No puedo decir lo que de verdad me dijo.

— Sigo órdenes especiales de Coin - digo.

— ¿Qué órdenes? - me pregunta.

— Asesinar al presidente Snow - respondo.

Everlark el chico en llamas. LA REVOLUCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora