Parte 25: Sótano

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Después de salir del edificio ya no estábamos tan apurados como antes, pero sí intentábamos movernos rápido. Algunos lloraban en silencio por las vidas perdidas en esa alcantarilla, a mí se me escaparon algunas lágrimas por Finnick, pero sabía que ese no era el momento de llorar, debía de ser fuerte por el pelotón, es lo que él hubiera querido. Nos topamos con varios carteles de búsqueda con nuestras caras en ellos, ver los rostros de los que no lograron salir de los túneles en todas partes hizo todo un poco más difícil.

Después del maravilloso beso que tuve con Katniss no hemos cruzado palabra. Estoy seguro de que Gale lo vio todo, y que probablemente está pensando en maneras de deshacerse de mí.

 La adrenalina se fue y los heridos comenzaron a sufrir un poco, pero los que estaban peor eran justamente Katniss y Gale. Ella caminaba con dificultad, intenté convencer al resto de que debíamos de darles atención médica antes de continuar, pero Cressida me dijo que no faltaba mucho y que podían soportarlo. Se limitaron a ponerles unas vendas mal ajustadas para evitar que se desangren, Gale tenía una gran herida en el cuello que probablemente lo mareaba bastante, y la venda sirvió un poco para que no sangrara mucho. Pero a Katniss no le sirvió de mucho, me da la impresión de que con cada paso que daba se le abría más la herida. Llegó un punto en el que necesitaba ayuda, y me la asignaron a mí porque Gale estaba que se desmayaba. ¿Fue incómodo? Sí, mucho. No me habló para nada. Crucé su brazo alrededor de mi cuello y la ayudé a caminar, pero me enloquecía verla sufrir tanto, con cada paso soltaba quejidos de dolor. Le ofrecí cargarla, lo cual no me molestaría en lo absoluto, pero ella se limitó a negar con la cabeza. Ni siquiera fue capaz de decirme una sola palabra.

No puedo evitar sentirme muy culpable por inventar lo de la misión de Coin. Eso nos acabó metiendo en esta situación y mató a varios compañeros. La culpabilidad me está matando. Mi cabeza le da vueltas y vueltas todo el camino. 

Me paso el resto del camino caminando lento, intentando que el dolor que Katniss siente disminuya (no sirvió de mucho), hasta que llegamos a una casa del Capitolio. Se me hizo extraño que tocaran la puerta. Una extraña mujer llamada Tigris nos dejó pasar, Cressida nos explicó que es una vieja amiga. La mujer se me hacía demasiado extraña, estaba muy alterada quirúrgicamente. Tenía el aspecto de un tigre. Rayas negras que le cubrían el rostro, ojos de gato, nariz de gato e incluso bigotes. Entiendo que los del Capitolio tengan una moda muy llamativa, pero nunca había visto a alguien así. Y no entiendo por qué alguien querría parecer un gato.

Y ahora estoy simplemente siguiendo a Tigris por la casa con el resto del pelotón, Katniss se separó de mí y camina por su cuenta. Cressida me aseguró que Tigris la iba a curar con medicina del Capitolio.

Tigris se detiene y quita una alfombra del suelo, descubriendo un túnel secreto.

— Te conozco - le dice Katniss — Eras estilista en los Juegos -

No recuerdo haberla visto en los Juegos ni en ninguna cinta de los anteriores.

— Hasta que Snow decidió que ya no era suficientemente hermosa - dice con tristeza. Bueno, tengo que admitir que da un poco de miedo, pero no creo que haya sido necesario que Snow haya hecho eso.

— Yo vine a matarlo - le responde. Tigris simplemente se queda mirando a Katniss atentamente, y por unos segundos temo que le vaya a hacer algo malo. Pero se limita a guiarnos por el túnel.

Es un pequeño sótano en el que hay varios vestidos, maquillaje, y varias cosas de moda. Yo lo exploro un poco. Hay muchísimas telas de varios colores y diseños. Y cuadernos con bocetos hermosos por todos lados. Analizo la textura de cada una de ellas, recorriéndolas con el dedo. Algunas son suaves, otras ásperas, granuladas, lisas, rugosas, de felpa, hay de todo. Comienza a volverse un poco aburrido, pero ya no sé qué más hacer. Analizo al resto y tampoco están haciendo cosas muy divertidas. Cressida revisa a Gale, Pollux llora por su hermano, y Katniss está sentada esperando a que Cressida la revise también. Ella tiene una expresión de dolor en su rostro, y no puedo evitar sentir rabia de que la estén haciendo esperar, pero entiendo que una herida en el cuello puede ser más grave. Pienso en cómo puedo acercarme a ella otra vez, desde el beso se volvió algo incómodo. Y no sé qué pueda pensar sobre ello. Me mantiene con esperanza saber que me lo correspondió, y que quizá no piense que soy un imbécil que se aprovechó de ella. Aunque tampoco la he visto hablar con Gale.

Everlark el chico en llamas. LA REVOLUCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora