Parte 32: La disyuntiva del sentir

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Estoy sentado en un sillón de mi sala. Nunca he sentido tanta paz en toda mi vida. Lo único que hay es silencio y un sentimiento de calidez reconfortante. Katniss está apoyada en mi regazo, durmiendo pacíficamente. No ha dormido así en mucho tiempo. Estaba algo preocupado de que ella me tuviera miedo, y de que no sintiera la confianza que yo siento, pero esta pequeña acción me demuestra mucho más de lo que cualquier palabra podría. Ella se siente lo suficientemente segura como para dormir conmigo. Ella siente protección, como antes.

Su pecho sube y baja lentamente, durante la guerra recuerdo que su respiración era intensa y rápida, pero ahora parece volver a ser relajada después de mucho tiempo. Lo único que puedo escuchar en la habitación son sus latidos. Hacen un ritmo calmado que me da paz, que me hace querer quedarme a su lado para siempre.

Estos últimos meses no han sido fáciles. Después de la ejecución de Snow, yo vine directo al 12. Pero Katniss estuvo por varios meses en terapias con Aurelius, su médico. Era muy difícil estar solo todo el tiempo, y hasta pensé en quitarme la vida múltiples veces. Pero hace una semana Katniss llegó al 12. Cuando la vi caminando afuera de la Aldea de los Vencedores mi corazón se detuvo. Fue casi como cuando la vi por primera vez. Tenía muchas ganas de correr y abrazarla, pero logré contenerme. Me acerqué, hablamos, y no pude evitar notar su gran avance. Ya no es tan fría al hablar como antes, ahora puede ser amable sin tantas dificultades (digo "tantas" porque nunca ha sido fácil para ella ser amable). Katniss comenzó a venir a mi casa todos los días, y agarramos bastante confianza en poco tiempo.

Ella me dijo que anoche tuvo una pesadilla, y que no había podido dormir nada. Probablemente esa es la razón por la que está tan cansada.

La siento acomodarse en mi regazo, y contengo las ganas de acurrucarla. Ella bosteza y comienza a frotarse los ojos. Cuando quita las manos de su cara sus ojos se abren como platos al notar el lugar en el que está.

— Buenos..... ¿días? - pregunta medio dormida.

— Son las cuatro de la tarde. Te quedaste dormida, estabas cansada -

— Ah. Lo siento -

— ¿Por qué? -

— ¿No te molesta? -

— Para nada -

Ella me mira un poco confundida, como si intentara descifrar algo.

— Me cuesta mucho identificar el sarcasmo -

— No, estoy hablando en serio - ella me sigue mirando. — En serio. Deja de verme así..... -

— Perdón -

— No pidas perdón por todo, está bien... -

— Perd..... olvídalo. Es sólo que..... ¿Cómo puedes dejarme dormir aquí así? ¿Cómo siquiera puedes dejarme acercarme a ti? Soy un.. -

— No - interrumpo. Sé lo que va a decir.

— Sabes que lo soy -

— No lo eres -

— Peeta, puedes negarlo, pero ambos lo sabemos -

Me quedo en silencio. No, ella no es un muto. Un muto es un monstruo creado por Snow. Es algo perfecto, pero eso no lo hace bueno. Es una criatura que tiene una función específica, que no es posible cambiar. Katniss no es así. Katniss es el ser más increíble que he conocido. La Katniss que yo conocía era imperfecta, lo cual de alguna manera, la hacía perfecta. Ella podía cambiar su "función" cada que quería, no le importaban las reglas u opiniones. Ella tenía un corazón tan puro..... y nunca lo pudo ver. Pero ella no puede ser un muto. Porque un muto no podría ser tan único, tan valiente. Un muto no podría iluminar un lugar con sólo una sonrisa. Un muto no podría encender un sentimiento cálido y único en mí con sólo existir. Un muto no me podría hacer sentir tanto.

Everlark el chico en llamas. LA REVOLUCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora