✿Unbreakable✿

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Habían ganado.

Qin Shi Huang estaba luchando por ponerse de pie, pero fue el Rey del Inframundo quien cayó, susurrando disculpas que resonarían en el viento, concedidas a sus queridos hermanos que habían presenciado su derrota.

Los humanos oraron, respetando el respeto que Qin había otorgado a su digno rival.
(T/N) hizo lo mismo; ella desconocía los misterios que se escondían detrás del tan temido Hellheim, pero no podía hacer más que rezarle a ese dios que siempre había cumplido con sus deberes, excepto ella.

Era una duda tonta, sin embargo la Emperatriz pensó que tal vez había sido Hades quien le había dado una segunda oportunidad.
Aún quedan muchas preguntas sin respuesta y necesita aclaraciones. Pero lo pensaría después de las celebraciones y tras un necesario descanso.

Qin fue fantástico y, sin la ayuda de Alvitr, probablemente habrían tenido grandes dificultades.
Tenía mucho que aprender de ellos, ya fuera coraje o fuerza de voluntad.

-Sabía que podías hacerlo.- (T/N) apareció nuevamente a su lado, con una sonrisa en su rostro. Entre ellos, ella era sin duda la que estaba en mejor forma: tenía rasguños por todas partes, visibles por el elegante vestido desgastado que representaba la desgastada hoja de la espada. Los rasguños le dolían, pero eran más que nada una molestia que podía remediarse.

-Siempre permaneceríamos juntos, enfrentaríamos cualquier adversidad. No pude olvidarlo. Un Rey siempre cumple sus promesas.-

-¡Oye, mira, yo también estoy aquí!- Alvitr hinchó las mejillas, un puchero adorable que la hacía menos amenazante de lo que quería parecer.

-Marimacho, eres realmente terri-...-

-¡Cuidado!- (T/N) de repente abrazó a su amado, su sonrisa reemplazada por una amarga conciencia.
Unos cuantos esfuerzos más, y Qin habría corrido el riesgo de convertirse en Nada.

-¿Ying Zheng? - decir su nombre real le resultó natural. Qin se negó a moverse y la sangre goteó profusamente al suelo.

Alvitr sostuvo su hombro destrozado y dolorido, su rostro contorsionado por el horror: -¡YING ZHENG!-

Si Alvitr estaba aterrorizada, (T/N) mantuvo la calma.
Inmóvil, observando la oportuna llegada de algunos servidores de las deidades, movía los labios en un antiguo canto.

Los recuerdos que tenía de su verdadera madre eran casi inexistentes, no recordaba absolutamente nada de cuando era pequeña.
Esa canción, sin embargo, había regresado a ella con tal sencillez que sí, era obvio que alguien debía habérsela cantado tantas veces como para que pudiera memorizarla.

Ella no rezó a una deidad - considerando lo que los dioses habían hecho con Ragnarok, no parecía ser el caso en absoluto. Dirigió sus oraciones a la Tierra, imperfecta pero fortalecida por los deseos de los humanos, cuyas maravillas les reservaba incesantemente.

Qin había sido su gobernante más leal. Él la había reconocida, amada, apreciada y valorada. Ya era hora de que la Madre Naturaleza, con su falta de límites, le devolviera el favor.

-¿¡Pero podremos saber quién es esa niña!?- exclamó Ares, bastante escandalizado por la pérdida de Hades y la sucesión de acontecimientos: -¿Y por qué canta?-

-No es una canción.-

-¿Qué?-

Hermes tenía la mirada pensativa de quien es consciente de que la ventaja que los seres humanos tenían sobre ellos ya no podía considerarse una coincidencia. La fuerza que poseían era profundamente visible.

No queriendo empañar el dolor silencioso de Zeus, Hermes emitió una declaración simple y básica.

-Esto es una bendición.-


♥ ♥ ♥



-¿Crees que se recuperarán, Hilde? -

Geir miró preocupada a Qin y Alvitr, su corazón latía frenéticamente y con agitación.

Cables, herramientas eléctricas, botones, todas curiosidades que (T/N) desconocía.
No sabía cuánto había progresado la humanidad, pero era muy extraño saber que Qin estaba en una especie de tumba de cristal y tenía que ser obligado a respirar a través de un tubo cuestionable.

-No perdió en la batalla. ¿Por qué debería pasar esto ahora?- Brunhilde cerró los ojos por unos instantes, antes de girarse hacia (T/N): -¿No es así, Memoria?-

-"Memoria"? ¿En qué sentido?-

Geir no entendía nada.

(T/N) rió cordialmente, la espada a la que estaba atada en la mano de la mayor de las valquirias: -Creo que es mucho más complicado de lo que imaginas. Algunas cosas aún no me quedan claras, pero puedo aportarles los pocos conocimientos que tengo disponibles.-

(T/N) tenía un verdadero deseo, después de todo.

-Déjame conocer al Dios de las Moscas, Beelzebub. Porque quiero volver a vivir.-



Ha pasado más de un mes desde que actualicé esta historia y no me di cuenta

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Ha pasado más de un mes desde que actualicé esta historia y no me di cuenta.
Lo siento mucho, pero tuve que darle más importancia a algunas historias que no había actualizado en mucho tiempo y a un One-Shot muy largo que absolutamente tenía que completar.

La historia está a punto de terminar: quedan cinco capítulos y probablemente también habrá un capítulo extra.

¡Espero que hayas disfrutado este capítulo!

Hasta la proxima,

- LadyFraise💜

Eternal Torment  | QinxReader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora