16 - Dex.

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5 meses después. Noviembre.

Luego de largos dos meses Dahyun finalmente se resignó, si bien esa última vez con Sana la ayudó a conocerse más y reflexionar sobre su relación, también la ayudo a comprender el que no podía forzar a Sana a sentir lo mismo que ella porque la final del día ambas estaban confundidas.

Dahyun había comprendido rápidamente sus sentimientos, si bien al principio fue un tanto extraño teniendo en cuenta que no esperaba alguna vez fijarse en una mujer ni mucho menos en su mejor amiga, lo aceptó sin mucha dificultad, quizás fue el hecho de que Sana era su lugar seguro y darle su corazón a ella parecía lo más sensato que se le ocurrió. Aunque ahora se arrepentía bastante de eso.

No podía fijarse en nadie más aunque lo intentara, su atención siempre se desviaba a Sana, todo a su alrededor giraba en torno a Sana y la frustraba, porque la mayor dejó bastante en claro su límite, así que se adaptó a eso por más que le cueste mucho hacerlo, pero tontamente muchas veces se vio a sí misma cayendo en los encantos de la japonesa cuando ésta no hacía absolutamente nada para llamar su atención.

Incluso todo se tornó peor, si bien su relación "mejoró" al punto de volver a hablar de todo sin restricciones, Dahyun sufría en silencio cada vez que escuchaba a Sana tener una nueva cita con el chico del té, al principio le costó fingir que estaba feliz por ella y que no estaba ardiendo en celos, pero poco a poco, mes a mes se fue adaptando a esa nueva relación.

"Dex", no era un mal chico, todo lo contrario, era tan perfecto que dolía. Las veces que lo vio interactuar con Sana, la trataba de manera delicada, con cariño y se notaba que la hacía feliz, porque cada vez que los veía juntos la japonesa sonreía tanto que se llegó a preocupar por el dolor de sus mejillas, aquella relación la volvió una persona egoísta y se sentía mal por eso, porque ella en lugar de alegrarse por la felicidad de su mejor amiga, se la pasaba envidiando a ese chico con todas sus fuerzas.

—¡Ay Dahyunie! ¿Cuándo vas a dejar de sufrir en silencio?. —Se quejó Chaeyoung mientras almorzaban juntas, a lo lejos, Sana se subía a una motocicleta, si, el perfecto chico además de ser lindo también manejaba una monstruosa motocicleta, era el típico cliché.

—¿De qué estás hablando? No sufro en silencio, ya superé lo de Sana. —Se encogió de hombros quitando la atención de la pareja para enfocarse en su comida, que de repente le empezó a parecer asquerosa, su estómago se cerró y resignada empujó el plato lejos de su rostro.

—Ja, no se nota. —Se burló, Dahyun decidió no seguir con esa conversación guardando silencio.

Mientras tanto, la japonesa veía la ciudad mientras el viento golpeaba su rostro, Dex había quedado en llevarla a su lugar favorito como su quinta cita en el mes, aún no eran novios oficiales, a Sana le aterraba la idea de formalizar con él ya que no se sentía tan segura al respecto.

¿Él le gustaba? Si, se podría decir que si, estaba cómoda a su lado, la ayudaba a distraerse de su realidad y la llevaba a lugares que nunca antes conoció, pero le confundía el hecho de que él no le hacía sentir adrenalina como Dahyun lo hacia, no hacía latir su corazón en sus oídos, sonrojarse al punto de parecer un tomate ni mucho menos el maldito cosquilleo que sentía cada vez que la menor la abrazaba o simplemente estaba cerca de ella, no sentía unas inmensas ganas de besarlo como pasaba con su mejor amiga, incluso si él lo hacía ella solo esperaba que el beso termine para seguir riendo con él.

Porque eso sí le gustaba, le gustaban las charlas con él, podían hablar de todo sin ningún problema, Dex era muy dulce y divertido, lograba hacer que ría por todo porque ante cualquier comentario él sacaba un chiste, y para la japonesa era algo caótico. Pasaban tantas horas juntos que la forma en la que lo veía se sentía más fraternal que romántica, así que comenzó a preocuparse.

Otoño / SaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora