9 - Chicos.

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2013

A veces uno piensa que las cosas no pueden cambiar tanto en tres años, pero lo hacen. Las cosas incluso cambian radicalmente de un día a otro, así que en tres años uno por más que sienta que sigue igual, muchas cosas cambiaron su forma en todo ese tiempo.

Fundamentalmente yuh

.esto sucede también cuando uno crece, Sana y Dahyun dejaron de ser unas niñas a ser adolescentes, la menor a días de cumplir sus dieciséis mientras que la japonesa de 17 años, en un par de meses más, iba a cumplir sus 18. A Sana le parecía una locura pensar en que casi iba a ser mayor de edad, y aún sentía que no había vivido nada.

Se sentía igual de tonta que a los 14, veía a todas sus amigas pensar de manera desesperada sobre su futuro, mientras que a ella le daba totalmente igual, todavía ni siquiera se definía a sí misma como para pensar en ello. A veces pensaba que eso se debía a qué sus padres le metían demasiada presión para que tengan un excelente futuro, mientras que a ella nadie la presionaba, solo dejaba fluir todo. Era la última en el orfanato, la habitación que solía compartir con tantas niñas antes ahora estaba completamente vacía, solo quedaba ella, con su cama a un lado de la ventana y una extrema soledad.

Pero solo se sentía así cuando llegaba a su habitación, porque el tiempo restante estaba en casa de Dahyun, donde olvidaba sus problemas.

Esa mañana en particular estaba sentada en el césped verde del colegio, a un lado de Mina mientras desayunaban en su hora libre, su amiga esa mañana estaba un tanto extraña, parecía nerviosa y no paraba de hablar de temas al azar, principalmente de chicos, miraba a Sana muy poco, como si estuviera evitando su mirada o buscando constantemente a alguien en aquel patio.

Sana intento ignorar su actitud pero no pudo evitarlo cuando el tema ya la empezó a impacientar.

—Entonces Jackson me dijo que.. —Seguía la pelinegra cuando Sana la interrumpió.

—Mina, ¿Estás bien?. —Preguntó de repente, eso pareció quebrar a su amiga, bajó sus hombros y se relajó al instante.

—Si, ¿Por qué?. —Preguntó mirándola.

—No te ofendas pero hoy estás hablando tanto de hombres que me comenzó a desesperar. —Admitió, Mina río.

—Siempre hablo de hombres. —Respondió fingiendo estar tranquila pero Sana la conocía demasiado bien.

—No tanto como ahora. —Levantó una ceja y Mina volvió a reír nerviosa. —¿Qué estás ocultando, Myoui?. —Su amiga bajó la cabeza jugando con sus dedos y Sana comenzó a pensar en que podría haber hecho que estaba tan nerviosa. —No, no... dime qué no te interesa ni estuviste con Chan. —Pidió casi rogando, Mina hizo una cara de asco y negó.

—Eres la única interesada en Chan. —Respondió, Sana soltó una carcajada. —No es nada de eso... no tiene que ver con chicos.

—Oh. —Respondió pensativa la castaña. —Entonces, ¿Qué pasa?

—Besé a Chaeyoung. —Admitió resignada, cubriéndose el rostro con ambas manos avergonzada, Sana entreabrió los labios sorprendida y se estremeció, recordando cómo Mina reaccionó cuando la vio besarse con Dahyun.

—¿C..cómo?. —Intentó hablar y Mina parecía estar muy angustiada por eso, así que intentó procesar la información, y buscar las palabras correctas. —¿Cómo paso?

—No lo sé... simplemente ayer la acompañé a su casa por la tarde, ella estaba tan linda, tan risueña que, solo pasó... antes de que entrara a su casa, tuve un impulso, la tomé y la besé. —Comentó, Sana asintió.

Otoño / SaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora