17 - Enamorada.

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Sana tenía las mejillas sonrojadas desde que entró a la casa de los Kim, sentía que estaba haciendo algo ilegal y se avergonzaba lo cual era ridículo teniendo en cuenta el tipo de historial que ya llevaba en aquella casa.

Se dirigió rápidamente a la habitación de Dahyun luego de saludar por encima a sus padres, abrazaba a su mochila como si su vida dependiera de ello, abrió la puerta de la habitación de la menor y ahí la encontró, frente a la computadora escuchando música con sus auriculares vincha e intentando dibujar, notó la presencia al instante y se bajó los auriculares, mirándola confundida ante su extraña actitud, la japonesa se sentó en la cama y dejo la mochila a un lado, sonrojada, a través de sus ojos pudo identificar que cualquier cosa que hubiera hecho, era una gran travesura sin dudas.

Su mirada era entre divertida, curiosa y un poco arrepentida, se terminó de quitar los auriculares y los dejó sobre la mesa, sonriendo ante su comportamiento.

—¿Qué hiciste ahora, Minatozaki? . —Preguntó, sabía que solo tenía que soltar eso para que la mayor comenzara a hablar. Los papeles en todos esos años parecieron intercambiar, Sana paso de madura y sensata a atrevida, juguetona y rebelde mientras que Dahyun se convirtió a la inversa, al parecer ambas siempre combinando sus personalidades, encajando bien con la otra formando un perfecto equilibrio.

—Entre a unsexshop. —Eso último lo dijo de seguido y muy bajo, dificultando que Dahyun pudiera escuchar.

—¿Un qué? . —Dijo acercándose un poco más a ella para escuchar.

—Unsexshop. —Otra vez no escucho y Sana puso los ojos en blanco. —¡No puedo gritarlo Dahyun!. —Se quejó.

—¡Es que no entiendo! . —Le reprochó. —Dilo bien, pero bajito.

—Un. —susurró. —Sex. —Dahyun amplió los ojos. —Shop. —Eso último salió de sus labios con las mejillas más rojas que cuando ingresó a la habitación.

—¿Qué? ¿Acaso para esos lugares no te piden identificación? . —Sana asintió reiteradas veces.

—¡No me lo pidieron! Quizás parezco mayor pero tan rápido como ingresé, salí de allí. —Comentó riendo levemente, estaba muy nerviosa.

—¿Y para qué lo hiciste? . —Dahyun preguntó pero en el fondo supuso que quería ver algo para utilizarlo con Dex, aunque seguía incomodandole la relación de ambos, luego de que Sana y ella tuvieran su primera vez, era obvio que quizás él y Sana ya hubieran intimado.

—Okay, es a esto a lo que quería llegar. —Carraspeó y sopló su rostro intentando volver a su color natural. —Sé que ha pasado un tiempo.. desde que tú y yo estuvimos.. juntas, por primera vez.. pero quería pedirte un favor. —Habló completamente nerviosa, Dahyun estaba asustada por lo que iba a decir. —Para darte un contexto, como ya sabes, también es desde hace un tiempo que Dex y yo estamos saliendo. —La de tez pálida quedó confundida y no pudo evitar interrumpir.

—Espera, ¿Qué tiene que ver el sexshop, Dex y yo? . —La manera en la que lo dijo hizo que ella misma supusiera algo al instante. —Sana, si quieres un trío.. ni cuentes conmigo. —La japonesa se atoró con su saliva comenzando a toser fuerte, negando rápidamente, su cabeza hizo una imagen mental que le pareció muy perturbadora sobre Dahyun y él juntos.

—¡No es eso! Dios, escúchame. —Hablo intentando recuperar la respiración. —Quiero tener... sexo, con Dex. —Soltó rápidamente, Dahyun sintió que su corazón se paró, no quería saber eso, definitivamente, no quería escucharlo para nada, quitó su mirada de Sana y miró la computadora, un tanto incómoda pero la mayor no lo notó y siguió hablando. —Como sabes, mi primera vez fue contigo y utilizamos.. las manos, pero él tiene eso.. entre las piernas y me asusta.

Otoño / SaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora