Tennōji-ku, Osaka, Japón.
2006
Era una tarde fresca de otoño, las hojas de los árboles amarillas adornan las calles y jardines de la ciudad, la pequeña Sana de 10 años amaba esa estación del año, le gustaba estar abrigada con lo mínimo y ver las tardes naranjas desde la ventana de la habitación compartida que daban a la calle.
Sana era curiosa y extrovertida por naturaleza, le gustaban las personas y el contacto físico a pesar de su trauma de abandono que lleva consigo desde los 5 años, cuándo fue tirada como una bolsa de basura en aquel orfanato donde estaba ahora, a veces le costaba relacionarse debido a eso, pero muy raras veces, la realidad es que su instinto de supervivencia no le permitía mantenerse alejada de la gente, odiaba sentirse sola, como en ese momento lo estaba sintiendo.
Sus compañeras de cuarto estaban tomando una siesta de media tarde mientras ella jugaba con sus muñecas en un rincón, específicamente cerca de otra ventana que daba hacia la casa abandonada de al lado, ese rincón en particular tenía una cama pequeña, dónde ella dormía todas las noches, el lugar fue cruelmente elegido para ella por sus compañeras, le contaban historias de terror sobre la ventana de al lado de la casa abandonada y la obligaban a dormir allí, al principio tenía muchas pesadillas pero luego lo superó, ahora era su rincón seguro.
Se quedó mirando la ventana que daba con la suya, no tenía cortinas y podía ver el interior vacío, jamás vio nada allí de las cosas que sus compañeras le contaban, pero nunca lo descarto totalmente, a veces se quedaba mirando solo para asegurarse de que no había un fantasma rondando por ahí.
Ese día en particular se sentía distinto, volvió a prestarle atención a sus barbies cuando de reojo vio un movimiento en aquella ventana, levantó la mirada rápidamente y no vio nada. Sacudió su cabeza tratando de no asustarse, por más que ya no le tenía miedo a la casa, a veces le generaba cierta inquietud.
Otra vez una sombra por el rabillo del ojo. Extrañada se quedó mirando, no quería ser engañada por su mente otra vez, así que si tenía que quedarse una hora hasta ver lo que creía ver de reojo, lo haría.
Frunció el ceño concentrada, cuando de repente una niña apareció y Sana ahogó un grito.
—¡Ah!. —Gimió por lo bajo escondiéndose entre las sábanas y abrazando a sus muñecas, escuchó un "shh" de parte de sus compañeras pero no le importo, comenzó a sudar frío debido al miedo. Pero como la curiosidad mató al gato, volvió a levantar su vista para ver de nuevo, la niña ya no estaba, como la vio rápidamente pudo distinguir que era muy blanca, casi pálida y de cabello negro, tal como las películas de terror describían a los fantasmas.
Como no había nadie se quedó mirando otra vez creyendo que fue idea de su imaginación producto de todas esas historias que sus compañeras le contaban, tratando de reunir valor quedó observando la habitación vacía queriendo convencerse a sí misma que no había nadie, hasta que la niña entró corriendo a la habitación con una muñeca rosa entre sus brazos, boquiabierta la miró, ¡Parecía real! no un fantasma, y lo confirmó cuando la volvió a mirar, la saludo con la mano y la niña bajó la mirada tímida, volviendo a salir de la habitación.
En ese momento escuchó el ruido de un camión, se acercó a la ventana que daba a la calle y pudo ver un gran camión de mudanzas, la niña que había visto correr de un lado a otro en la ventana de al lado, ahora estaba abajo junto a lo que parecían ser sus padres. ¡Claro! Ahora todo tenía sentido, la niña no era un fantasma, ella sería su nueva vecina, al parecer, la pequeña familia estaba ocupando la casa que por 5 años desde que ella está en el orfanato, estuvo abandonada.
ESTÁS LEYENDO
Otoño / Saida
FanficKim Dahyun descubre que el otoño es su estación favorita, porque es la estación en la que conoció a su primera amiga.. y al amor de su vida.