La velada de la noche anterior terminó tranquila para sorpresa de Sana, quién espero que Dahyun tuviera alguna reacción negativa, pero no fue así, tuvieron una cena amena, divertida y disfrutaron muchísimo de volver a estar las cuatro juntas de nuevo.
La japonesa tenía una mezcla de sentimientos extraños, una parte de ella pareciera que creía que Dahyun seguía siendo la misma persona de la que se enamoró pero otra parte aún estaba resentida al respecto y no podía verla más que cómo la persona que destrozó su corazón.
Todo lo que estaba ocurriendo era confuso, ella ya era adulta y sentía que no tenía que seguir lidiando con emociones dignas de una adolescente, pero no podía evitarlo, volvía a su hogar y se acostaba a solo pensar en Dahyun, lo linda que se veía aquella noche, su sonrisa tan particular y auténtica, sus ojos brillosos y su personalidad excéntrica..
Dios.. su cabeza era un caos constante.
Esa mañana no tenía ganas de hacer nada, solo quería quedarse encerrada, hacer actividades que hagan su mente distraerse y dejar de pensar de una vez.
Decidió cocinar algo por su cuenta, buscó un par de recetas y eligió lo más accesible lo que tenía en su casa, aunque eso se reducía a harina, huevos y azúcar.
Se las ingenio para crear algo como eso mientras escuchaba música, distraída en su propio mundo no notó el paso del tiempo sino hasta que puso su creación en el horno y notó que eran las doce del mediodía.
Apagó el equipo y encendió la televisión, en busca de algo interesante que ver en lo que tenía que aguardar que el horno terminara de cocinar, cambiando de un canal a otro distraída, se sobresaltó cuando el timbre sonó.
Se extrañó, no había pedido nada ni sus amigas le avisaron que irían, así que no esperaba citas ese día, tomó el teléfono portero y habló.
—¿Hola? ¿Quién es?. —Preguntó, antes de abrir.
—Dah-Dahyun. —Respondió nerviosa la menor del otro lado, el corazón de Sana se estancó en su garganta y fue hacia la puerta abrir, ¿Qué hacía ahí?. Apenas abrió notó la cara apenada que traía Dahyun, y la realidad es que estaba parada ahí frente a su puerta por impulso. —Hola. —Saludó.
—Hey, qué sorpresa. —Admitió Sana haciéndose a un lado. —Pasa.
—Gracias. —Murmuró la menor entrando tímidamente, todo el valor que tenía hace unas horas atrás apenas la vio, desapareció. —Oh, huele bien. —Exclamó, intentando empezar a cortar la tensión que se formó en el ambiente.
—Estoy cocinando algo.. —Contó. —O bueno, al menos lo intento.
—¿Qué es?. —Dijo siguiéndola de cerca cuando la mayor comenzó a caminar hasta la sala.
—Quiero creer que es un pastel. —Rió nerviosa contagiando la risa a Dahyun. —¿Qué haces aquí?. —No pudo evitar preguntar, Dahyun ladeó la cabeza.
—Vine a visitarte. —Respondió. —Papá me dio tu dirección.
—Oh, está bien, eres bienvenida. —Ambas se sentaron en el sofá. —¿Quieres algo de tomar?
—No.. gracias, estoy bien. —Admitió.
—Puedo traerte agua.. —Dijo sin más levantándose y dejándola sola en la sala, Dahyun miró alrededor, toda la decoración era sutil, parecía estar recién personalizando su espacio pero aún así toda la esencia de Sana estaba allí, pudo sentir su fragancia apenas cruzó el umbral de la puerta, lo cuál era acogedor, había pasado tanto tiempo sin sentir su perfume que no había notado cuánto lo había extrañado.
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Otoño / Saida
FanfictionKim Dahyun descubre que el otoño es su estación favorita, porque es la estación en la que conoció a su primera amiga.. y al amor de su vida.