Capítulo 4

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Una canción movida y muy familiar se transmitía por la radio. Una con el poder de encoger todos los corazones de aquellas criaturas con sólo escucharla, las ganas de llorar se hacían presentes con cada letra que la canción desprendía. Era Better Place; escrita, dirigida y cantada por la vieja banda donde perteneció su hermano menor hace mucho tiempo. Cada palabra y tonada que escuchaban les provocó una inevitable lluvia de recuerdos, pero la principal memoria que todos compartían era aquel concierto que Ramón ofreció en el restaurante de Spruce llamado "Toño e hijos".

John quería cambiar de estación. No podía manejar con la falta de concentración y la fuerza de la nostalgia controlando sus delgados y frágiles manos, pero llegó a resultar más preferible aquello que escuchar sólo el ruido del motor y estar dentro de un silencio sofocante.

Una voz femenina interrumpió la transmisión para brindar una información de los últimos acontecimientos con respecto a los artistas musicales. Por desgracia, sería algo que no ayudaría al estado de los miembros del equipo:

Soy Ana Díaz con las últimas noticias musicales. La banda popular conocida como Brozone ha tenido un increíble recibimiento por parte de su público luego de anunciar su regreso, volviendo loco a jóvenes y a niños de todo el mundo. Pero en su primer concierto de su tan esperada gira mundial se canceló por cuestiones que por el momento desconocemos. La banda no brinda más información sobre su situación actual, pero los mantendremos informados de cualquier situación. Los dejamos con una de sus canciones más escuchadas en el mercado: BroZone's Back. Para más noticias sobre la música no dejen de sintonizar Radio Music: la radio que te hace bailar.


La voz de la chica desapareció y esa vieja canción comenzó a sonar con tanto ritmo que cualquiera podría bailar, provocando que el eslogan de la radio se volviera cierta. No obstante, ninguno de los presentes movió ni un sólo músculo. La tensión se volvió un factor demasiado fuerte para realizar cualquier coreografía, de hecho, era tanta la presión que rondaba por el aura que no podían respirar, como tener dos fuertes y asperas manos apretando el cuello de cada uno mientras veían una mirada llena de odio y juicios bien justificados.
John Dory apagó la radio con brusquedad. Regresó al ruido del motor que, aunque pareciera imposible, resultó más relajante que la propia sinfonía que los trolls clásicos tocaban cada mañana en sus aisladas, pero elegantes montañas.

Habían pasado una dos horas desde que dejaron la Villa Troll y se adentraron en el profundo y desconocido bosque. Los árboles aparecían sin tener algún fin, los arbustos se veían como algodones de azúcar, tan esponjosos y suaves para comer. El sendero se tornó más grotesco conforme entraron a la viva naturaleza, pero no era un problema para ese vehículo que le gustaba jugar con los baches del camino como si de pruebas se trataran.

-Oigan-dijo el conductor sin apartar la vista del pasto y gigantes rocas- ¿saben cómo se llama este camino?

El resto de la tripulación se halló en el centro de lo que parecía ser el comedor. Clay extendió todos sus mapas, analizaba y reflexionaba sobre información que tenía presente.

-De acuerdo con la ruta que está tomando Ronda. Estamos caminando en las tierras de las respuestas.

-¡Oh, qué bien!-agregó Spruce con una sonrisa que desapareció en segundos-, pero ¿eso es bueno o malo?- arqueó la ceja.

Clay lo miró serio por dos segundos y regresó su vista a la representación terrestre que tenía el mapa, pues no deseaba discutir con su hermano sobre cómo saber si un sitio es bueno o malo por el nombre.

-Dejame ver.-Dejó el mapa con los otros, pues no contaban con la otra parte de la información que necesitaban, y sacó de su mochila un pequeño libro de pasta verde fuerte. Tenía un dibujo de tres árboles y un título que decía " La antología de los bosques". Un nombre que transmitía fascinación para los amantes de la naturaleza y aburrimiento para los interesados en la diversión. Clay ojeó el libro con rapidez hasta que se detuvo en seco, apuntando en una de las últimas hojas que conformaban ese libro. Su cara se mostró desconcertada al leer la información. Esto llamó la atención de los dos hermanos y de la alegre princesa que, en ese momento, no brillaba su sonrisa como antes.

-¿Qué dice?- preguntó Floyd, dando un paso a su hermano.

-No dice nada.

-¡¿Qué?!-expresó Poppy de forma incredula-¿Cómo que no dice nada? Eso es imposible.

-Es verdad.

Clay volteó el libro para que pudieran admirar el contenido y, en efecto, no decía absolutamente nada. La primera página se conformó por una fotografía del bosque por el cual caminaban, pero la información no se podía apreciar en la segunda hoja. Al contrario, sólo había una hoja en blanco.

Todos quedaron desconcertados y un millón de preguntas se formularon a la velocidad de la luz: ¿cómo era posible que no hubiera información sobre ese bosque?, ¿significaría algo malo?, ¿por qué Clay no se dio cuenta cuando compro el libro?, ¿será una broma por parte de la editorial?, ¿su hermano estará realmente ahí?
Después de tantas preguntas, la mirada de los hermanos se cruzaron, formulando la misma pregunta que no era necesaria decir, pero que todos sabían cuál era: ¿qué hacemos ahora?

-Hermano-gritó Floyd.

-¿Sí?

-Aumenta la velocidad-apretó con más fuerza sus puños mientras miró el asiento del conductor con una decisión digna de un lider-. Iremos por nuestro hermano, no importa lo que nos encontremos en el camino.

Jonh Dory lanzó una fuerte carcajada. Apretó un botón, movió la palanca de velocidad y el transporte aumento su rapidez con violencia. Esto provocó que los hermanos y la princesa cayeran. Floyd esperó una respuesta agresiva por parte de todos, pero sus hermanos y la princesa compartían su determinación. No importaba desconocer el terreno, mucho menos no estar preparados para entrar a tal lugar, su hermano era más importante que el propio miedo y no permitirían que ese sentimiento les diera órdenes de las cuales se lamentarían luego.

Poppy se acercó a Floyd con una sonrisa en su rostro.

-Ahora sé por qué Ramón te admira tanto-susurró para regresar al centro de la sala.

Floyd se sintió halagado por ese comentario, pero toda pizca de alegría desapareció cuando recordó que no merecía tal elogio, mucho menos después de esa pelea.

Lo Siento [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora