Written in my soul - Roronoa Zoro (OPLA) [REVISADO]

#22. Hasta el final del mundo

Aunque nos cuesta bastante más de lo que me gustaría admitir, nuestra banda consigue acabar con todos los hombres pez y con Arlong. Luffy destruye el edificio, para asegurarse de que no pueden recuperar su imperio en ningún momento.

Una vez Luffy baja de los escombros, nos acercamos a él para asegurarnos de que está bien, pero como siempre, Luffy no tiene ni un rasguño.

—Creo que esto merece un banquete de celebración —propone Luffy, dándole una palmada en la espalda a Sanji.

—Deja que recupere el aliento antes de ponerme a cocinar —se queja el camarero, riendo y mirando a Yuki. —Te has perdido a Yuki y Hana volando.

—¿Volando? Tenemos la banda más alucinante del mundo.

—¿Dónde está Hana? —pregunta Yuki, y es entonces cuando me doy cuenta de que no está. Con tanto barullo no me he dado cuenta de que no andaba a mi alrededor. Hana y Yuki estaban peleando juntas, ¿cuándo se han separado?

—Pensaba que estaba contigo. —Envaino mi espada, pero no alejo demasiado la mano de ella.

Algo no está bien.

—¿Ha desaparecido?

—Cállate, camarero. Hana no ha desaparecido. —Me acerco a Nami—. ¿No la has visto ahí dentro?

—No, no había nadie...

La alegría de la victoria se esfuma en un suspiro ante la desaparición de Hana.

—Vamos a buscarla —ordena Luffy, observándonos a todos—. Nos dividiremos en grupos. Zoro y Yuki, Sanji y Nami y Usopp, tú vienes conmigo.

Nami saca su bastón y le devuelve el gorro a Luffy. Yuki la imita, agarrando su arco y una flecha.

—Luffy, ¿y si está bajo los escombros?

—Entonces, empezaremos a buscar por ahí, Usopp. Vamos.

Sanji y Nami se acercan a Yuki, quizá para decirle algo o darle ánimos, pero Yuki no quiere hablar con nadie. Su rostro es serio. Una mirada asesina nubla su mirada. Si alguien se cruza en su camino, no creo que la joven dude ni un segundo en acabar con aquel que le impida encontrar a su hermana.

—Yuki, espera —Nami se aproxima, poniéndole la mano en el hombro a la joven de pelo azul, que se deshace de su agarre con un movimiento brusco del hombro.

—Como le haya pasado algo a mi hermana porque fuiste incapaz de contarnos la verdad...

—Yuki, esto no es culpa de Nami.

—Cierra el pico, Sanji. Nadie te ha pedido tu opinión.

Se marcha sin decir nada más, dejando a los otros dos con la culpabilidad escrita en la frente.