"Todos los disparos suenan en la oscuridad de la noche
Hay tensión en tus ojos
Porque todos sabemos lo que está en juego
Muy bien ahora escucho los pasos que siguen
Se están cerrando en las sombras
Demasiado lejos para dar la vuelta"
-Hana, la sobri...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las palabras de Usopp no me suenan muy realistas. Parece que de cada cinco cosas que dice, seis son mentira. No sé si deberíamos fiarnos de alguien que nos trae a casa de su mejor amiga por la puerta de atrás.
Mientras Luffy observa el interior del pozo situado en el centro de la rotonda, Nami observa con gran interés la casa de dos plantas en el horizonte.
—El dinero te muestra cómo es la gente. La mayoría solo se preocupa de sí misma —dice Nami, sin apartar la vista de la mansión.
Mi mente se llena de imágenes de hombres ricos que se agolpaban en la puerta de mi habitación, ofreciendo cada uno más dinero que el anterior, como si de una puja se tratara.
Y mi cuerpo era el objeto principal de la subasta.
—Conozco a alguien así —comenta Zoro, lanzando indirectas a Nami.
Le golpeo el hombro al instante, para que se de cuenta de que lo que ha dicho está mal.
—Bueno, una plantilla reducida nos facilitará el trabajo —dice Nami, siguiendo con la idea de robar a esta chica simplemente porque tiene dinero.
No todas las personas ricas son malas, o eso me gustaría creer, pero a día de hoy aún no he conocido a nadie que pueda probar mi teoría.
—Va a robar, ¿verdad? —le pregunto a Zoro, aunque ya sé mi respuesta.
—¿Te sorprende? —pregunta de vuelta el espadachín, caminando unos pasos detrás de mí.
—Supongo que no —. Vuelvo a notar la mirada de Yuki sobre mi —. ¿Qué le pasa a esta tipa?
—¿Seguro que no la conoces?
—Ya te dije que no, Zoro —contesto, un tanto irritada. Sé que lo está haciendo por mi bien, porque piensa que debe protegerme. Pero soy bastante capaz de defenderme solita.
Y se lo voy a demostrar.
—Eh, Yuki. ¿Te pasa algo conmigo?
La joven de pelo corto levanta una ceja, mirándome de arriba a abajo.
—No —parece que no le pagan por palabras.
—Entonces, ¿qué te pasa? ¿Por qué me miras tanto?
Yuki carraspea, aclarándose la garganta, como si la información que va a dar fuera difícil.
—Me recuerdas a alguien que perdí hace muchos años —confiesa antes de darse la vuelta y seguir a Luffy y Usopp, que caminan dirección a la casa.