La mecánica de un corazón dorado

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Cuando llegamos al orfanato ya es muy tarde. 

Sasuke, todo un "caballero decente", me deja en la puerta de la casa justo cuando el anochecer estaba asentado completamente en la ciudad y las farolas de gas estaban prendidas en cada esquina de las calles tenuemente iluminadas.

Soy yo quien baja primero de la carroza, Sasuke me sigue después, le indica a su chofer que espere un poco más. Ambos nos detenemos junto a la reja negra sin decir absolutamente nada.

Se que no debería sentirme así, pero, de algún modo, me siento tímido. Me aclaro la garganta, intentando que nuestra vergüenza e incomodidad desaparezca.

—Gracias por lo de hoy, Sasuke. Fue... divertido —admito con una sonrisa.

No estoy mintiendo, realmente fue divertido conocerlo. Se que tal vez nunca pueda acercarme a él, pero al menos sé que no es alguien indiferente.

Sasuke acepta mis palabras y asiente mientras aprieta su bastón. Me pregunto si para sus adentros admitiría si también se divirtió mucho conmigo, realmente espero que sea así; tal vez sea una buena señal que apenas lo esté exteriorizando con una ligera sonrisa en sus labios. 

De algún modo, me siento extrañamente cómodo con Sasuke. No lo conozco lo suficiente, puede que incluso este fingiendo, pero he visto que sus intenciones salen naturalmente sin forzarlas.

Él es un gran amigo. 

Me doy la vuelta, no tengo nada que decir y eso es tan vergonzoso, siento su mirada en mi espalda y me da escalofríos. Si me mira tan fijamente cada vez siempre quiero ocultarme o encogerme, es tan extraño. 

Es frustrante no saber qué hacer con esa sensación. 

Rápidamente abrí el portón ingresando nuestro código en la placa, los engranajes suenan por la solitaria calle y me meto inmediatamente después.

Ah, se que no debería... 

—Buenas noches, idiotasuke.

—Buenas noches, cabeza hueca.

Ugh, allí está de nuevo; el idiota. ¡Él definitivamente no es una buena persona!

Antes de que pueda cerrar la puerta por completo, Sasuke se apresura a tomar mi mano derecha. 

¿Eh?

Volteo sorprendido por la acción inesperada y me detengo, esperando pacientemente. ¡Eso realmente me asusto! 

¿Qué diab-?

De forma repentina Sasuke se inclina y tengo un déjà vu.

Incluso entre la noche silenciosa que cae en el patio frondoso llena de plantas y arbustos y la poca luz que ofrecen los faroles y las luciérnagas, puedo ver perfectamente las acciones de Sasuke.

El alto caballero deja un beso en el dorso de mi mano con delicadeza, sus labios acarician mi piel fría por la noche y luego se retira con la misma lentitud que cuando me otorgó el ligero roce.

¡¿Ehhh?!

Sasuke está mirando mi mano con ojos negros perdidos, revoloteando sus pestañas largas como si tuviera sueño. Su piel blanca brilla y crea sombras bajo la luz cuando sonríe un poco de forma misteriosa.

Mi corazón empieza a latir desenfrenado y se vuelve cálido sin querer. Esto no esta bien. 

¡Ah, mi cara, mi cara! ¡Que no me vea, por favor!

No puedo moverme, mis pies están congelados. 

¡Dios, por favor, ayúdame, esto es...!

—Espero que nos volvamos a ver.

Meine bien-aimé young gentleman [SasuNaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora