A taciturn and cold prince in the city
—Londres es precioso, ¿no lo crees así, Sasuke?
Ella pregunta con una sonrisa a su amo, todavía sin dejar de mirar hacia todos lados. Esta tan emocionada, es la primera vez que sale de su país.
Karin se sonroja cuando el hombre le miran unos segundos. Sin embargo, él vuelve a mirar por la ventana hacia el exterior, tan aburrido como parece y solo apoya la mejilla en su puño.
Su amigo, Suigetsu, un guardia personal, se ríe a su lado por ser ignorada y recibe solo golpes y regaños.
Continua carcajada tras carcajada molestando a la criada, hasta que el carruaje se detiene un momento y detienen la pelea.
—¿Qué pasa, Jugo?— Sasuke pregunta y saca un poco la cabeza para que su voz sea oída por su chofer.
Se encuentra impaciente por llegar a su mansión y alejarse de la gente acaparadora en la calle que mira a su carruaje con tanta atención.
—Disculpe, joven amo. Pero hay una conmoción a unos metros al frente, avanzaremos lento.
Sasuke simplemente se acomoda en su asiento e insta a Suigetsu a callarse con una sola mirada. Sus ánimos no son los mejores hoy día.
A pesar de su orden Karin y su guardia siguen peleando en el fondo de la carroza, Sasuke solo puede suspirar otra vez y mirar hacia afuera.
Londres, la ciudad de vapor. Un lugar muy diferente a su país, con un sinfín de dirigibles en el aire, humo saliendo de las fábricas y trenes en la lejanía y un tenue color cobre por todos lados que resalta por la luz del sol.
'Quiero ir a Londres.'
'Querido...'
'Me alegra que por fin tengas tus prioridades en orden, Sasuke... No nos decepciones.'
'Buena suerte, hermanito.'
'Itachi... juro que lo encontrare.'
—eñor. Mi señor... ¡Sasuke!
Abrió los ojos, se estaba quedado dormido.
La cara de Karin tenía una expresión preocupada, ella se encontraba muy cerca pero no la apartó porque esta demasiado distraído.
—Uhn.
Ella suspiró ruidosamente ante su frialdad.
—Estamos cerca, pero el viaje tardara un poco más de lo previsto ¿Desea algo?— para enfatizar señaló la ventana con su mano enguantada, había un mercado justo allí y ofrecía una variedad de productos deseables.
Sasuke arrugó la nariz.
Ante el gesto, Karin se sonrojó como una manzana y se disculpó muchas veces.
Por un momento se le olvido que su amado señor no era como ellos.
—Ya, ya. No te mortifiques,— Suiguetsu le regaló palmaditas en la espalda y la animó a echar un vistazo afuera para distraerse, y todavía con una cara burlona se dirigió a su protegido.— Después de todo a My Lord no le gusta las baratijas.
Sasuke resopló ante su asqueroso apodo y en su lugar se concentró en mirar cada rincón de la ciudad, esperando con eso poder orientarse mejor en el futuro cuando desee salir y explorar.
El chillido de las damas al mirarlo desde las calles lo inquietó un poco y cuando lo señalaron abiertamente sin modales propios pensó que no se libraría de las adulaciones superficiales incluso aquí.
Fue refrescante que unos metros después la gente ya no estuviera mirando su carruaje y solo se reunieran más y más personas en un túmulo frente a una panadería, de buen gusto por lo que podía ver, justo al lado de la calle transitada.
—¡Scotland yard!
Intentó alzar más la cabeza cuando vio que varios policías de traje azul parecían ir en dirección de una persona en el centro de todo el conflicto, sus ruidosos silbatos perturbando la paz de las calles.
Fue un vistazo rápido, su carruaje arrancó y lo último que vio fue un humo denso blanco que tapaba la visión de un hombre, el panadero, y a la persona que estaba huyendo.
—¡Oh, escapó!— escuchó gritar a Sui.— Espera... ¿esa no es una chica?
—Eh, ¿qué? ¡déjame ver!— su sirvienta se encimó en el chico, entrecerrando los ojos cuando captó un punto alejarse a toda velocidad mientras sostenía su ropa.— ¡Es una monja!
—¿¡Una monja!?
Incluso cuando sus tontos sirvientes parecían más entusiasmados por la rapidez de los acontecimientos, Sasuke intuyó que incluso un lugar tan refinado como Londres podría tener sus inconveniencias; Una monja, encima de todo.
Y solo apenas llegar mientras se pasea por la ciudad se encuentra con una revuelta en una panadería.
Realmente prometía que iba a ser una ciudad muy interesante.
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Meine bien-aimé young gentleman [SasuNaru]
RomanceTodo comenzó por una simple obligación universal para un príncipe soltero: Matrimonio. Y para conocer a su prometida tenia que viajar a Londres, la cuidad del vapor. Encontrarse con él, quien no estaba en los planes de boda, fue como cambiar de un...