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-No te asustes, ¡no soy alguien malo!

Naruto se apresura a decir, levantando las manos sobre su cabeza para mostrarle a la chica que no tienen nada ni le hará daño.

La hermosa señorita chilla ligeramente y esconde sus manos entre su pecho, alejándose unos pasos por el susto y se mueve de su lugar, ocultándose por instinto un poco más entre la maleza y poniendo distancia con la fuente.

Ella por un momento se mantiene alerta y se relaja cuando ve que el chico frente a ella no representa ningún peligro.

-¿Cómo te llamas? -pregunta amigablemente. Ella no le responde.

En cambio, la linda chica deja la flor que está sosteniendo en el borde de la fuente y da un paso hacia el frente con la delicadeza propia de una señorita bien educada.

De verdad que es bonita, Naruto puede confirmarlo ahora: Ella tiene unos preciosos ojos esmeralda que brillan bajo la luz del sol, una apetecible piel blanca por todas partes que son visibles y sus labios pintados de un rojo apasionado.

Se encuentra embobado, nunca había visto a una chica así, es diferente de las mujeres de su lado de la ciudad. Donde todas son demasiado exageradas con el maquillaje y ruidosas cuando ven cerca a algún hombre.

-¿Quién eres tú? -ella pregunta, su voz es cantarina y femenina, con un toque de dulzura y rigidez en ella.

-Ah, a-ah, bueno...

Naruto se sonroja mucho, se rasca la nuca y comienza a reírse tímidamente.

Ella espera hasta que Naruto se da cuenta que no ha respondido y se acerca un poco.

-¡S-soy Naruto! -se le sale un chillido desde el fondo de su garganta. Naruto se sonroja más y grita, sorprendido y avergonzado por el desliz-. ¡Me llamo Naruto!

Los disparates del chico rubio que se jala el cabello y hace muchas muecas graciosas hace que la señorita se ría entre dientes y relaje su compostura. Naruto vuelve a mirarla, esta vez riéndose él también con ella.

-¿Quieres sentarte conmigo? -ella lo invita con amabilidad, palmeando el yeso blanco de la fuente justo al lado de ella-. Estoy aburrida y necesito compañía.

-¡Por supuesto!

Naruto se alegra de que por fin puede decir algo sin trabarse o soltar un chillido molesto cual cerdo en matadero.

Naruto acepta la invitación y se sienta con ella en la fuente chispeante y de agua cristalina. Naruto descubre con decepción que no hay peces allí.

-Hola, buenas tardes. Soy Sakura Roseheart-Spring, un placer.

Ella se presenta primero, acomodándose el pelo hacia atrás.

Naruto piensa que su nombre es muy lindo. Un nombre bonito para una chica aún más bonita.

-Soy Naruto. Solo Naruto.

Sakura asiente, todavía sin alejarse al escuchar solo su nombre. Naruto se siente aliviado que se haya quedado a su lado y no se haya apartado aún.

-¿Eres de San Pablo? -pregunta, ella está mirando su ropaje sacro.

Y Naruto se acomoda la falda y el velo sin disimular, en el fondo maldice su suerte por haber llegado a la mansión con ropa formal en lugar de la masculina informal.

-Debo verme tonto -expresa, sus mejillas nunca dejaron de estar rojas-. Un hombre vestido así...

-No, no. Respeto la sagrada profesión que la iglesia ha puesto en ti. Se necesita mucho coraje para llegar hasta donde tú lo has hecho.

Meine bien-aimé young gentleman [SasuNaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora