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The House of Roses 

Llegar a la mansión de su prometida no le lleva mucho tiempo, siendo perfectamente diez para las cuatro de la tarde.

Lo primero que le recibe al bajar del coche es un grupo de criadas y una mujer elegante de edad avanzada, al parecer la jefa del personal.

—Bienvenido a la Mansión de las Rosas, príncipe Sasuke von Fan.

Se inclina cortésmente: es una mujer con el cabello recogido en un moño y de piel pálida, vestida como una criada de buen estatus, con una apariencia arrugada pero de postura dura y modales ejemplares.

La mujer lo mira de pies a cabeza discretamente, evaluándolo, no se siente intimidada por su altura a pesar de que mide más de la mitad que ella, la anciana es bajita pero en ningún momento baja la mirada. 

Sasuke hace una mueca, más parecida a una sonrisa torcida. La vieja senil es realmente descarada.

Las sirvientas y un cochero de la casa se acercan para guiar a su guardia a otro lugar.

—My Lady espera en el jardín principal.

Asiente y la sigue.

Todo el personal con el que se cruza se hace a un lado y se oculta entre los pasillos y habitaciones de la mansión. Percibe el fuerte aroma de las rosas que rodea cada rincón del lugar, nota las paredes blancas y el contraste del silencio con la lejana nota musical de un piano.

—Ya estamos aquí,— le advierte la anciana cuando entran al jardín lleno de rosales.

Se acerca a una mujer que está de espaldas y le toca la cintura para avisarle de su presencia. La mujer se irgue y se lleva las manos a la boca.

—Lady Sakura, su alteza, el príncipe Sasuke von Fan ha llegado,— anuncia con voz alegre y rasposa, notando como su señorita se voltea un poco con una sonrisa.

—Gracias, Chiyo, por favor, déjanos solos,— le pide a su nannie en voz baja, totalmente emocionada.

Su dama hace caso y se retira, ocultándose en los grandes rosales; sería inapropiado y una mala idea dejarla con un hombre sin supervisión.

Sasuke se acerca a su prometida; la sola palabra hace que mastique arena imaginaria.

—Lady Roseheart-Spring,— él dice su nombre con suavidad. 

Sasuke no puede negar la verdad, incluso de espaldas puede ver que ella es bastante bonita tal como dijo su guardia.

Es una belleza clásica incluso con ese pomposo vestido rojo adornado con encaje blanco y ese corsé ceñido a su diminuta cintura, su voluminosa falda de muchas capas tiene un radio enorme debido a la crinolina; cuando ella por fin se da la vuelta Sasuke no puede negar su belleza al ver su pálido rostro y los ojos verde jade mirándole fijamente, tiene un bonito y corto cabello rosa que brilla a la luz del sol. Es tan deslumbrante como una princesa de un cuento de hadas.

Entiende porque sus padres la escogieron para ser su prometida desde hace muchos años, muy aparte de su noble familia.

—Que la gloria caiga sobre la familia real Von Fan. Soy Sakura Roseheart-Spring, primogénita de los duques Kizashi y Mebuki Roseheart-Spring. Saludo con alegría a Su Alteza Real, el príncipe Sasuke von Fan. Me alegra que vinieras a visitarme, tu viaje debió ser demasiado largo y extenuante.

No dice nada ante sus intensas y halagadoras palabras y simplemente la admira. 

Ella fue educada, pero mansamente aduladora. Las palabras de sus cartas escuchadas por fin en la realidad suenan igual de melosas que en el papel.

Meine bien-aimé young gentleman [SasuNaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora