Meine bien-aimé young gentleman [SasuNaru]

Ⅹ

—¡Ujum!

El sonido los sobresalta y apartan rápidamente la mirada el uno del otro; Sasuke se concentra en mirar hacia el patio del jardín y Naruto en arrancar una hoja del arco floral junto a la gran puerta de mármol.

—¿Qué están haciendo?

Ninguno contesta a la demandante pregunta dicha con desdén y sospecha. Sasuke encontró interesante el mirar los arbustos del jardín con los ojos asustados e inyectados en miedo y Naruto en fingir estudiar con fascinación la hoja arrancada.

Karin se acerca con un carrito de postres vestida de mucama, ella está mirando molesta al chico rubio; escudriñándolo de pies a cabeza.

Sasuke tose en su puño y finge desinterés en ambos. Karin esboza una sonrisa.

—La mesa ya está lista, ¡Mijn lieve Sasuke! [¡Mi querido Sasuke!]

—Dankjewel, Karin [Gracias, Karin]— Sasuke asiente e ignorando el apodo meloso de su obstinada amiga coloca su mano derecha en la espalda baja de Naruto.— Naruto, ven, por aquí.

Mientras es guiado Naruto puede sentir la mirada afilada en su espalda de la chica llamada Karin; por alguna razón, Naruto tiene ganas de disculparse con ella.

Frente a él, en medio del inmenso jardín y debajo de una bonita pérgola cubierta de plantas trepadoras, está puesto un juego de bistró blanco muy elegante, una tetera humeante y la vajilla de porcelana china completa para tomar el té. 

Sasuke se aparta un momento para apartar la silla e indicarle con un gesto que se siente.

Cuando se acomoda en su lugar el hace lo mismo y permite que Karin deje todo en su lugar y haga una reverencia.

Sasuke la mira por encima de su hombro.

—Karin.

—¿Si, mi amado señor?

Sasuke hace un ademan con la cabeza, ella hace una cara horrorizada al entender lo que le piden. Sasuke lo hace de nuevo, esta vez con más insistencia.

Ella es renuente a irse, pero todavía tiene la mirada irritada de su señor en su presencia así que aun titubeante lo hace, mirando por encima de su hombro a ambos con cada paso que da cuando se aleja.

Sasuke suspira aliviado cuando ya no la ve cerca. Si la descubre escondida o curioseando entre los arbustos para oír su conversación se asegurará de regresarla con su madre.

Al mirar de nuevo a su invitado se encuentra con una vista desagradable.

Naruto está agarrando los pastelillos con las manos y devorándolos como un poseído, las migas caen unas tras otras en el bonito mantel con encaje. Sasuke hace una mueca ante la barbarie en su mesa.

—Asqueroso...— murmura en voz baja, sin poder detenerlo.

Naruto se está chupando los dedos cuando se da cuenta de la pesada mirada en su cuerpo, alza los ojos para ver la expresión horrorizada de Sasuke.

—¿Que?— él se atreve a preguntar, todavía masticando el panecillo de crema y guardándola en sus regordetas mejillas.

—Límpiate, harás que vomite.

Sasuke aparta la mirada y agarra su taza de té rápidamente, bebe el contenido de un solo trago sintiendo que su existencia regresa a su cuerpo.

Naruto al menos hace caso a lo que pide y se limpia los labios rosados con sus mangas y lame los restos azucarados de sus manos. Sasuke se da cuenta que ni mira la mesa porque hay una servilleta justo al lado de la maldita taza de té.