My boy crush | Jenlisa

21; Veintiuno

La luz del sol sobre las cortinas de la habitación iluminaban a Jennie y Lisa sobre la cama, con un ligero aire sobre las cortinas moviéndose lentamente.

Jisoo dijo que había hablado con Rosé de muchas cosas antes de irse de nuevo a convivir con Momo y compañía, dijo que las llevaría por los lugares más emblemáticos que conociera.

Lisa se movió un poco de lugar para despertarse. Poco a poco dejó la cárcel entre ella y Jennie. Ayer por la tarde al verla en la calle, decidió llevarla al departamento a ver una película, vieron 'The Nightmare Before Christmas', Jennie estaba sobre el sillón y Lisa sobre el piso. Ambas en silencio sin decir una sola palabra. Esto fue reconfortable para Jennie, no quería hablar de la tristeza que llevaba por pensar en Zack, se suponía que los sentimientos habían culminado.

Pero no era así. Pensar deliberadamente le dió a entender una cosa. No puedes enamorarte de un amigo. Porque pensarás que es un error. Sí, al principio no podía asociarlo, pero ahora lo hace, cuando sentía que Zack no quería dejarla y al mismo tiempo sí que lo hacía, no compartían muchos de los gustos en cuanto a cosas comunes. Hacían valer su tiempo de amistad en las cosas alrededor, es decir, aquellas en las que nadie se fija.

Por eso era que Jennie se sentía tan cercana a esa relación. Pero, ¿debía terminar con ella atada a un hilo que se rompió de tanto estirarse?, con el límite de la energía contenida, con todas las buenas cosas partiendo las malas. El amor no es eso.

Zack nunca le dijo lo mucho que su amistad era importante hasta que la dejó ir. Eso le partió el corazón. Pero también le hizo darse cuenta de que los sentimientos platónicos de Zack por ella se desvanecieron. Y su anhelo por estar con ella no se quedó con él.

Las largas tiras de lágrimas de Jennie se resbalaban por sus mejillas, los sollozos eran contenidos por la chamarra de Lisa, su mente le decía que nunca debió de haber confiado en lo que quería, no sabía lo que tenía hasta que lo pierde.

—¿Por qué lloras? —La voz de Lisa la sacó de su pesadilla, ella estaba sobre la puerta de la habitación, con una cara de preocupación, apenas se habían levantado de la noche anterior, con Jennie sintiendo que no era más que una idiota por no reconocer entre el amor y una amistad.

—Yo...Estoy bien. —Débilmente Jennie, sonrió, miró a los ojos de Lisa y lo vió.

«Esa mirada no es la que quiero ahora mismo. Es la que me hace sentir que estás cayendo, y sé que no debo confundirme más...»

—¿Lo estás?

«No.»

—Lo estoy.

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Cuando se levantaron, Lisa supo que nada estaba bien, pero no preguntaría porque Jennie es aún cerrada a ella, aunque ya tengan varios meses de conocerse y de apoyarse, nunca le ha contado nada tan personal como para abrirse a ella. Su relación se basa en chistes, risas, juegos y uno que otro diálogo pasado de control.

La convivencia ha arrastrado a Jennie a burlarse de Lisa cada vez que intenta cocinar, cada vez que trata de jugar y pierde en cada oportunidad, jugar con Jisoo y hacerle juegos sobre las tareas y demás era una nueva rutina, una que hizo olvidarse de Zack, rápidamente. Tan temprano, que se sentía mal por hacerlo. ¿quién puede irse sin dejar una huella?.

—¿Me extrañarás si algún día me voy? —Ese día, Zack lo dijo mientras tomaban café con la madre de Jennie en el sillón, sólo ellos y su madre oyendo la conversación mientras fingía leer.

—Lo haría... Siempre. —Ahora no lo hacía, un nuevo sentimiento dentro le decía que las cosas buenas llegan a su fin, cuando más lo necesitas, se van dejando un hueco en lo que creías. No estaban volviendo, se limitaban a romperte.