31; Treinta y Uno

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Cuando Jennie llega a la puerta, puede ver qué sus ojos gatunos están algo apagados, está un poco cansada, lo sabe por la manera en la que arrastra los pies, su cabello castaño está desordenado, y sus mejillas abultadas, mientras usa una camiseta rosa que llega hasta su ombligo, en el principio de ella dice: "THE PRETTY GIRLS DON'T DO DRAMA", en un tono un poco más oscuro, sus pants gris, con sus pantuflas de un unicornio, y esto es nuevo, pero lleva gafas de color café puestas.

Lisa no sabe qué decir, es evidente que ha quedado como imbécil por más de 5 minutos, Jennie trata de enfocar quién está esperando por ella y se encuentra la razón por la que no puede dormir.

—¿Qué haces aquí? —Pregunta con las gafas bajándose un poco del puente de su naríz.

—Yo... —Lisa no puede hablar de lo que ve. Está hipnotizada. Su corazón comenzó a latir con sólo oír la voz malhumorada de Jennie, ver su cómoda ropa en su cuerpo y su mirada cansada en la suya.

—Lisa, no entiendo qué haces aquí. —La rudeza de la voz de Jennie le trae de vuelta a la realidad, ella nunca había sido tan agresiva en un tono así.

—Jen. ¿Estás bien? —Lisa inquirió un poco asustada.

—Sí. —No hay más que una extraña sensación dentro del corazón de Lisa al oír sus palabras.

—¿Segura? Has estado muy distante desde... Hace tiempo. —Lisa evita decir que desde que Andy trató de intentar ser más que una amiga para Lisa.

Pero obviamente, en la mente de Lisa, Andy es su amiga, pero no hace nada para evitar que Jennie se sienta apartada de ella, y no sabe si es porque su amistad ha avanzado.

Jennie no dice nada, está sosteniendo la puerta con la mano derecha hasta que la suelta y va directo a su cara, entre sus cejas quitándose los lentes y cerrando los ojos.

—Lisa... Esto realmente no importa pero... —Dentro de la mente de Jennie hay un lío. Ella quiere gritarle a Lisa porque no es ella la que está con ella últimamente y que no ha venido a buscarla porque ni tiene la obligación; parece a propósito que ella pierda el interés. Pero no sabe si debería quejarse. Es su amiga. Y no hace nada para cambiarlo.

—Solo... Dilo. —Lisa dice bajando sus hombros mordiéndose el carrillo, mientras sube un poco su mochila.

—Eh... Pues, creí que tu amiga Andy solo era tu amiga... —Sus celos hablan por ella. Y antes de que pueda retractarse, Lisa está a punto de explicar.

—Oh. Andy no es... Nada. Más que mi amiga. Pero ella no podría reemplazarte Jen, sólo hemos estado hablando un poco más...— Explica Lisa.

Jennie no dice nada de nuevo, pero su mirada baja al piso, suspira antes de acercarse a Lisa, dándole un abrazo.

Y aunque Lisa no puede decir nada y hacerse preguntas. Está devolviendo el abrazo de manera rápida, pero no sabe lo que agobia a Jennie, tampoco porqué el cambio tan repentino.

Pero prefiere abrazar a la chica, que no sólo está apretando fuertemente su cintura sino que respira con mucha fuerza su perfume y se aferra con sus pequeñas manos a su espalda.

Lisa acaricia su cabello suavemente, repitiendo su acción para calmarla.

Jennie comienza a sentir que algo en su garganta pica, pues quiere decirle todo lo que siente a Lisa, sabe que ella lo entenderá, que sabrá que decir, pero teme que no sea así, que su corazón esté cegado por la mentira y el desenlace de otra relación, sabe que ya casi se cumplen 3 meses desde que ha olvidado a Zack, que no lo considera nada, pero ha dejado heridas más allá de una sola.

—Puedo sentir que algo va mal... —Susurra Lisa entre el cabello de Jennie.

La otra chica se estremece, evita soltar a su amiga, porque aunque quiere que su mente piense eso, poco a poco, está sintiendo que su corazón está hablando por ella, de lo que Lisa le hace dentro, de lo mucho que ha influido en su vida, y aunque dentro de su cabeza está pensando en lo que dirá para salir de ahí.

En realidad no quiere dejarla ir. No quiere saber si está saliendo con Andy, no quiere sentir que ha perdido su oportunidad, porque en realidad, no quiere que Lisa se vaya.

—Uh... —Jennie alcanza a murmurar algo que Lisa no entiende, pero trata de mantener su mano sobre su cabello, trata de ver todos los ángulos positivos de esto.

Por un momento olvida que debe ir a entrenar, que debe estar en otro lado, y entonces comprende que esto jamás será una amistad común. Va más allá de un vínculo que puede sentir entre su alma y la de Jennie. Y le gustaría poder gritarselo a todo el mundo.

—No me dejes... —Jennue susurra en el pecho de Lisa, abrazando con más fuerza, empujando a Lisa con tanta fuerza que casi la hace caer, porque aunque la quiere puede sentir que Lisa quiere estar más cerca.

—Jen... —Lisa trata de apartar un poco a su amiga para mirarle la cara y sí. Sus ojos cafés están rojos, puede ver qué sus mejillas se hacen un bonito tono rojo, un puchero justo en sus labios.

—Por favor... —Jennie suplicó. —Lisa no sé por qué estoy llorando... Yo... Realmente no sé qué sucede. Pero he estado aguantando las lágrimas...—

—Sh. —Lisa pone el dedo índice sobre sus labios y sonríe al hacerlo, Jennie puede ver qué más que sólo felicidad en ellos, hay preocupación, está asustada, puede saberlo por como tiemblan sus manos en las suyas, y como acerca una para quitar uno de los mechones en su cara, y de nuevo, la abraza entre sus brazos, como una fortaleza, como si pudieran estar así todo el tiempo.

Y ahí. En su mente, lo son todo, porque puede oír como su corazón está acelerado porque ella la sostiene, porque ella trata de seguir su ritmo, porque hay más... Que nadie está observando.

Y espera que ella pueda notarlo.

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My boy crush | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora