5; Cinco

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Las nubes en el cielo estaban alborotando los pensamientos de Rosé, estaba segura de que no le diría a Lisa la verdad, no era tan malo, conocer a su nueva compañera de cuarto, quizá no quería que la conociera por ser diferentes, aunque normalmente, Rosé era buena para ahuyentar a quién fuera difícil para Lisa.

Recordó cuando su ex-amiga de la infancia se fue, no era justo para nadie, no era su culpa, mudarse es complicado, ellas siendo niñas, era aún peor, no había sido fácil dejar de pensar que su mejor amiga sé había ido, después siendo reemplazada, pero ahora con una chica que parecía ser su hermana, como Alice, Lisa era esa chica, sin embargo nadie ocuparía su lugar.

Las horas en el café habían sido suficientes para pensar.

¿Cómo se acercaría a ella?.

Rosé había conocido a una chica de nombre Suzy hace algunos días, y obviamente, tenía que dar un paso para poder conocerla, aunque no era lo que quería del todo, para ella, hablar con alguien así de rápido, es complicado.

Sería imposible quedarse en el medio intentando de todo para ser el centro de atención de Suzy.

Rosé había sido víctima de un dolor en el corazón, porque ser una persona ahogada en el mar de lo desconocido no era lo que quería, no quería quedarse en donde nunca hubo solución.

—¡Hey, Rosé! —Una voz suave la llamó por detrás.

—Oh. Hola Nayeon.

—¿Por qué estás desanimada, no te entiendo, ¿qué sucede?

—Ah. Cosas de la vida, Nayeon. Tomas un consejo equivocado y así pasan las cosas, estaba pensando.

—¿Qué es lo que pensabas?, ¿hay algo que pase por ahí? —Nayeon le apuntó por la cabeza.

—Estoy en graves problemas.

—¿Has reprobado en algunas semanas de haber empezado el semestre?

—No eso no. —Rosé movió las manos por enfrente de Nayeon.— Ah. —Suspiró.—¿recuerdas cuando te dije que la única vez que traté de coquetear con alguien salió mal?—Nayeon la miró confusa.— ¿No?, bueno, Lisa me ha dicho muchas veces que deje de hacerme ideas y comience a hablar con las personas, pero aún tengo miedo y he estado toda mi vida tratando de arreglarlo.

—¿Qué clase de idiota espera tanto tiempo? —Nayeon abrió los ojos e hizo una mueca.

—Yo. No sé cómo debería preguntarle o decirle algo.

—Todas las personas tienen una compañía, creyendo y viendo todo desde un punto triste, quizá te quedes sola. —Nayeon se encogió de hombros.— Le dije a Jeong que iría a verla, me perdí en el café, aquí y no fuí, me dije que me mamá me llamó. Fue una promesa.

—Eres una hija de puta.

—Lo sé, pero ella dijo que me acompañaría a una fiesta el sábado anterior, me dejó esperando ahí en casa.

—Al menos fue en casa. —Rosé buscó entre sus cosas su teléfono que había vibrado.

—¿Es Lisa? —Nayeon preguntó.

—No. Es Momo. Por alguna razón me está llamando.

—¿Qué?, ¿para qué?

—No lo sé. Escuchemos a la idiota.

Momo llamó para decirles que había perdido un par de dólares en la banca de Rosé, le preguntó si sabía eso, además del paradero de Lisa, a lo que Rosé simplemente no supo que decirle. Nayeon se quedó junto a Rosé hablando de Suzy, revelando que ella no recordaba a Rosé, que quizá era una chica hetero muy lejana a la vida de Rosé; Quizá por eso la última vez terminaron en medio de una llamada de atención de la maestra para Lisa.

My boy crush | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora