My boy crush | Jenlisa

24; Veinticuatro

Los golpes en la puerta hicieron levantarse a Jisoo más rápido de lo que cayó al suelo para decir que si se pudo prevenir de caer. Las sábanas y la ropa de ayer, estaba sobre el piso, Lisa no había llegado desde ayer, a Rosé le pareció una excelente excusa salir con alguien llamada Nayeon de compras y bueno, ella sólo buscaba una tarde de relajación en casa.

Había dormido una siesta de horas, Jennie había llamado diciendo que debía hablar con ella, y eso le parecía extraño, últimamente no salían, ella ya no hablaba de Zack y las cosas se habían puesto raras.

Recuerda haberle hecho la pregunta a Lisa, preguntarle por Jennie. Sí en un principio parecía una horrible idea, pero realmente no valdría la pena que llorara por una persona con pareja, por mucho que fuera su mejor amiga, aunque ya no sabía si podía llamarla así, lo haría porque para ella; Rosie, era su verdadera «alma gemela ». Esa que no es más que su amiga por ahora, pero desearía que no lo fuera, que ella fuera más que eso.

La noche anterior después de mirar más películas de Disney, Rosé comenzó a cabecear en el sofá, sus ojos se empezaron a cerrar y se acurrucaba en el sillón buscando calor. Jisoo al verla en esa posición, tomó más frituras del tazón y se dispuso a ver si despertaba, no lo hizo. Así que, dejó a Rosé sobre el sofá, era más alta y por ende más pesada, no podría levantarla aunque quisiera. Le puso la manta y se fue a dormir.

Ahora por la mañana, alguien tocaba a la puerta, "¿Qué necesidad de molestar en un día de descanso?". Jisoo se levantó del piso para ir a mirar a la puerta y abrir a quién sea que interrumpiera en sus sueños.

Lejos de encontrar a Jennie o Lisa, encontró a un chico. Jisoo frunció el ceño, ¿qué estaba haciendo alguien ahí tan temprano?, lo más importante, ¿qué necesitaba?, Jisoo se talló los ojos antes de hablar.

—¡Hola!- Jisoo le cerró la puerta en la cara.

El chico no volvió a tocar en la puerta, Jisoo se alejó y se mostró descontenta con el hecho de que alguien desconocido le hiciera levantarse para algo que seguramente no requería.

La realidad era que el chico en la puerta era Adam, un chico que parecía estar buscando a Lisa para entrar al equipo de fútbol americano, sin embargo, no le tocó encontrar a Lisa y tampoco a su compañera.

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Más tarde, Jennie veía los programas de televisión en su habitación, su mente tenía un juicio sobre su propio tema, algo le hacía ruido, ¿por qué era tan difícil avanzar?, recuerda cada cosa que hacía con Zack, y también lo fácil que fue aceptar que tenía que hacer para salir con él, esas cosas que no eran complejas. Todo lo que algún día le dió felicidad, no estaba más.

Cerraba los ojos mientras se estaba durmiendo, vagamente recuerda que se perdía en la forma de ser de Zack, amable y gentil con todo el mundo, algo que llegó a su corazón, pero también recuerda esa pregunta que la hizo plantearse que todo estaba mal.

—¿Jennie?

Zack, ese día, estaban sobre el pasto, hablando de todo y nada, la comodidad de oír a su pareja hablando, ella no tenía idea de que la conversación se iría a algo tan importante como lo que le diría.

—¿Si?

—¿Estaría mal si te dijera que no iré contigo a la misma ciudad? —Ellos habían hablado de eso, no irían a los mismos lugares por sus carreras. Jennie estaba desconfiando, no quería dejar atrás lo que las promesas decían, tampoco podría hacer nada sin él.