Then the THUNDER (Parte 1)

6) Home

Un bello hogar, una gran casa de dos pisos y grandes patios tanto trasero como delantero. Era prácticamente una casa de ensueño para una pareja.

En la puerta de entrada estaban Gale y Sam, felices. Abrazándose mientras Gale le daba una copia de las llaves de aquella casa a Sam.

Los padres de Gale estando en la acera le tomaban fotos sin avisarle.

Estos entran a la nueva casa, viéndola por primera vez por dentro, a excepción de Gale quien ya había ido a verla con anterioridad.

– Wow... Hijo, está increíble. –  Comentó John, caminando de la mano con su esposa.

– Gale... wow. – La madre se acercó a Gale, con algunas lágrimas en los ojos y una gran sonrisa en el rostro. – Mi bebé va a dejar el nido. No, aún no estoy lista.

Su madre lo abraza del cuello, con bastante fuerza, en un cariñoso y emotivo abrazo.

– Lucy, deja que el muchacho extienda sus alas. – John se acerca para consolar a su esposa, haciendo que soltara a su hijo.

Sam soltó una risa de ternura, mientras se acercaba al brazo de Gale. Tomándolo de este y apoyando su cabeza en el hombro del chico.

– No se preocupe. Me encargaré de cuidar a su "súper" hijo. – Sam se pone en puntitas para darle un beso a Gale en la mejilla.

– Bueno, bueno. ¿Qué tal si vamos al patio? – Dijo Gale, teniendo una sorpresa preparada en este.

– Claro, quiero verlo. – Dijo John, antes de que todos caminarán a la puerta hacia el patio trasero.

Una vez abrieron la puerta al patio trasero, encontraron dos perros en aquel patio, acostados bajo la sombra en el césped. Estos rápidamente corrieron hacia ellos, bastante alegres y moviendo la cola.

Sam se veía muy feliz, siempre quiso tener un perro pero sus padres no la dejaban y al independizarse no se lo permitían. Rápidamente. Jugaba con ellos y los acariciaba.

Los padres de Gale se veían emotivos por este gran paso en la vida de su hijo, además que les daban ternura aquellos dos perros.

Pronto, los padres de Gale tuvieron que retirarse. John por una sesión de fotos que haría como Lighting y Lucy debía ir a su trabajo.

Gale y Sam, felices por su nuevo hogar, se acostaron en el piso junto a sus perros que se habían unido a ellos, pidiendo una pizza para que sea su primera comida. No habían muebles aún, pero eso se solucionaría con el tiempo.

– Yo... vaya. De saber que ahorrabas para esto, no te habría pedido todas esas hamburguesas. – Bromea Sam.

– Solo me retrasaste un mes. El dueño no le molestó. – Respondió.

– Jaja, tonto. – Sam se gira a darle un pequeño zape y después besarlo, estando arriba de él.

– Y bien. ¿Cuándo vamos por tus muebles? – Dijo Gale, llevando sus manos a las piernas de Sam.

– No se. No importa ahora. – Sam se agacha a besarlo. – Importa que... estamos juntos. Mi "héroe".

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La palabra "héroe" hizo que Gale recordara aquella mañana, hace unas cuantas semanas, en dónde tuvo que decirle a Sam que él era Thunder.

– ¿Tú eres...? – Sam veía el cabello azul de Gale, aún con lágrimas en sus ojos.

– ¡Si Sam, yo soy Thunder, el hijo de Lighting! –

– No... eso... explica todo pero... ¡No! Alto... – Sam caminaba estresada y tensa de un lado a otro. – Siete años... Te conozco desde hace siete años y ¿Me lo dices ahora?