27) Rain

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Afuera de una linda casa un poco antigua, llega a tocar la puerta Vladimir, también conocido como Red Thunder. Tras poco tiempo, Mei le abre la puerta y lo recibe con un cariñoso pero algo corto beso a los labios.

—Hola Vlad. Pasa, bienvenido.

—Con gusto, Mei. ¿Cómo les ha ido? —Preguntó mientras caminaban a la sala, sentándose en un sofá tomándose de la mano.

—Bien. Wilbur acaba de salir. Fue con unos amigos a jugar videojuegos.

—¿Lo convenciste de llevar un jalapeño?

—Luego de lo que pasó, comenzó a cultivar Habaneros. Siempre lleva uno consigo. —Habló con cierto orgullo por su hijo.

—Genial. Me alegro por ti, querida. —Vladimir responde un tanto apagado, como si algo lo preocupara.

—¿Qué ocurre, Vlady? Te noto algo extraño. —Mei le acaricia una mejilla mientras hace que sus miradas se crucen.

—Cosas de Luzea. Dos países vecinos entraron en guerra hace poco y ambos han pedido una alianza con mi gobierno.

—¿Y eso por qué te afecta a ti, amor? —Pregunta Mei con genuina curiosidad.

—Trabajo directamente para el gobierno de mi nación. Fuera de Luzea puedo operar libremente a como a mi me plazca, pero dentro solo puedo atender a su llamado. — Red Thunder se expresa con seguridad junto a su pareja, incluso relajándose y recargando su cabeza sobre ella —. En Luzea no hay crimen, se logró acabar con este gracias a gente como yo. Mi trabajo dentro de Luzea es casi completamente bélico.

—¿Te da miedo ir a la guerra? —Preguntó Mei de forma cariñosa y comprensiva.

—Un poco. He estado cerca de morir más veces en un día de ir a la guerra que en toda mi trayectoria como súper héroe, incluso dormir se vuelve un lujo. Y lo peor de todo es que no te podría ver por un tiempo.

—Aw, Vlady. Todo va a estar bien, cariño. Solo, llévate unos cuantos habaneros. —Bromeó Mei mientras se recostaba sobre el hombro de Red Thunder.

—Oye, esto es serio, querida. —Respondió riendo un poco, girandose para abrazarla y besarla de nuevo —. Aunque se que soy más poderoso que la mayoría, no se que pueda haber allá afuera.

—Tranquilo amor. Vas a ganar como siempre lo has hecho.

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Gale finalmente volvió a su casa, justo al frente dudando de tocar la puerta, pero, no tuvo que hacerlo, pues sus perros habían comenzado a ladrar entusiasmados por olerlo en la entrada, brincando y rasguñando la puerta. A la puerta llega Sam, viendo a Gale por unos segundos al abrir. Los perros salen entusiasmados, saltando y lamiendo las manos de Gale para saludarlo, mientras la pareja se ve de frente con Gale teniendo una expresión triste y arrepentida, pero Sam teniendo una mirada enojada, cargada de rencor.

—Sam, yo...

Le cierran la puerta en la cara a Gale, escuchándose que Sam le puso el seguro.

—Si, me lo merezco.

Los perros entran por una puerta para mascotas rápidamente, a lo que Gale se agacha para ver si podría entrar por ahí también.

—Esta cosa es nueva. —Gale la analiza brevemente—. No, es muy pequeña para mi.

Tras pocos segundos, toca la puerta con algo de fuerza para que haga ruido.

—¡Sam, por favor! —Vuelve a insistir en llamar su atención—. ¿Podemos hablar?

Detrás de Gale llega Snow, quien tenía algunas bolsas de mandado consigo, caminando rápidamente y viendo a Gale frente a la puerta.

—Ah, Hola Gale. ¿Qué te dijo Armstrong? —Pregunta Snow algo despreocupada, abriendo la puerta con una copia que ella tenía. Los perros rápidamente van a recibirla.

Then the THUNDER (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora