Then the THUNDER (Parte 1)

24) Good as New

—Gale... ¡Gale! —El joven héroe podía oír una voz femenina y algo distante, pero que le resultaba bastante familiar—. ¡Gale!

Parece despertar abruptamente, a la orilla de la azotea de un edificio pequeño. Su cabello que estaba en un punto medio entre su color castaño y el color azul de cuando usa sus poderes, pasa a estar completamente azul. Al buscar de donde venía aquella voz, voltea a ver abajo, viendo a su compañera de trabajo Charlie en el callejón bajo el edificio en el que estaba.

—¿Charlie? Hola —Gale se ponía de pie, preparándose para irse.

—¿Qué haces allá arriba? —Preguntó Charlie viéndolo adoptar una pose para dar un salto.

—Patrullar. —Responde de forma cortante.

—¿Por tres días? Ven acá, tengo que hablar contigo.

Gale pensó por un momento, viendo a North Town frente a él y después girando su mirada a su compañera de trabajo. Tras razonarlo un momento, se deja caer de aquel borde de azotea para aterrizar de pie junto a la chica con bastante facilidad.

—Gracias. Ahora, ¿¡Qué mierda crees haces!? Me marcó Sam, me marcó tu mamá, te están buscando en todos lados.

—Yo...  —Suspiró haciendo una breve pausa.

Antes de poder hablar, cientos de voces resonaron en su mente. Gritando de dolor y maldiciéndolo, deseándole lo peor. Algunas voces las podía reconocer de aquella masacre que hizo con quienes secuestraron a Wilbur, poniéndose irritable y enfadándose muy rápidamente.

—Ya... cállense... —Gale lleva su mano a su frente, pues tenía cierto dolor en la cabeza por el hartazgo de oír aquellas voces.

—¿Qué? ¿Me acabas de decir que me calle? —Cuestiona Charlie con cierto enfado.

—No... —Gale pausó por un tiempo—. Son... No es nada.

Gale recupera la compostura rápidamente, respirando hondo para tranquilizarse y voltear a ver a Charlie.

—¿Qué tienes? Gale, en serio. Preocupas a todos. Tienes que ir a tu casa y tomar un baño, apestas.

—No tengo nada... Solo necesito un tiempo a solas, ¿Si?

—Un tiempo a solas son unas horas. Tu llevas TRES DÍAS.

Ambos mantienen un silencio por unos momentos.

—Gale. Dime que pasa. No le diré ni a Sam o a tus padres si eso es lo que te preocupa. Soy tu amiga, ¿o no? —Charlie sonríe esperando que Gale se abra un poco.

—No, yo... Los... —Gale se deja caer contra la pared, sentándose en el piso y llevando sus manos a la cabeza—. No se que me pasa. No dejo de oír las voces.

—¿Cuáles voces? —Charlie se sentó a su lado.

—Los... los maté a todos. Los que se llevaron a Wilbur. Están muertos. Yo... Estaba cubierto de sangre ¡Y ahora no se callan! —Llevó sus manos a la cabeza, apretando con algo de fuerza mientras su cuerpo emitía rayos pequeños.

—¡Oye! ¿¡Qué haces!?

Mientras Charlie se veía preocupada y algo asustada, Gale se levanta sacudiendo su cabeza, para finalmente de forma repentina, correr a toda velocidad alejándose del sitio.

—¡Gale! —Charlie sale del callejón tras el héroe, observando a la lejanía como se alejaba rápidamente—. Agh, mierda.

Charlie toma su teléfono del bolso, llamándole a Sam quien no le contesta.